Pamela Boltei
Más de 400 alumnos de primer año llegaron ayer al nuevo campus de la Universidad de Valparaíso (UV) en Reñaca, el mismo que hace unos meses yacía abandonado tras una toma que duró un año y que, poco antes, albergaba a los estudiantes de la Universidad del Mar previo al cierre definitivo de este plantel.
A las 8.30 horas se abrieron las puertas para los estudiantes de primer año, que sumados a los de cursos superiores alcanzan los 2 mil alumnos en toda la sede. Varios cursos tuvieron clases y conocieron las salas alfombradas, pintadas y equipadas de nuevo, luego que la UV comprara el inmueble a un banco el año pasado.
En la sede, ubicada en calle Angamos, hay seis carreras pertenecientes a la Facultad de Medicina: Medicina, Obstetricia, Kinesiología, Fonoaudiología, Tecnología Médica y Educación Parvularia. Enfermería y Psicología seguirán en sus respectivas sedes.
Un nuevo ambiente
Al mediodía, el decano de la Facultad de Medicina, Antonio Orellana, dio un discurso a los estudiantes que conversaban entre ellos mientras daban sus primeros pasos por el campus y tras sus palabras comenzó una clase de zumba, que congregó a varios alumnos durante una hora.
Una postal que reflejaba alegría y esperanza por los nuevos estudios que se comienzan, algo muy diferente a lo que se vivía hace años.
La historia del cambio partió así: a fines de julio del año pasado, el rector Aldo Valle anunció la compra del inmueble reñaquino, luego de que la operación hubiera sido analizada por el Consejo de la Escuela de Medicina en noviembre de 2014. La vía para adquirirlo fue mediante un leasing con el Banco Estado y se compró a $ 14 mil millones.
Hasta el 21 de julio, día en que se tomó la decisión, tres eran las posibles opciones para el traslado de la Facultad: un terreno aledaño al hospital Eduardo Pereira, en el cerro Delicias en Valparaíso; un terreno vecino al Hospital Dr. Gustavo Fricke, en Viña del Mar, y el exedificio de la Universidad del Mar en Reñaca, opción por la que finalmente optó el plantel porteño.
En enero, comenzó el traslado del personal administrativo. Luego, semana a semana, el proceso avanzó con el cambio de distintas estructuras.
En marzo, antes de la apertura del campus a los alumnos, personal de la UV llevó a Reñaca las sillas, los bancos, los datashow y ajustó las conexiones a internet, entre otros detalles. Toda la habilitación inicial, precisaron las autoridades del plantel, costó $300 millones.
Orellana explicó cómo una sede que albergaba a una casa de estudios tan cuestionada como la U. del Mar terminó transformándose en el sitio ideal para centenares de alumnos de la U. de Valparaíso.
"El haber rescatado esta área para nuevamente transformarla en una zona de educación universitaria es una de las cosas fundamentales. Esta es una opinión bien personal, pero creo que una universidad como la nuestra, estatal, pública y regional era la única que podía de alguna manera cambiar el estigma que cargaba este sitio y la universidad como la que existió acá, sobre todo con respecto al lucro y al desastre que significó su cierre", dijo.
"Lo que ocurrió en la U. del Mar es un ejemplo palpable de lo que el afán del lucro puede destruir una casa de estudios. La universidad es una institución que nace de la estructura misma de la sociedad, donde esta sociedad por la necesidad que tiene de transformar el pensamiento, hace que nazcan las universidades. Entonces mirada como un nicho de negocio no tiene razón de ser", reflexionó.
Alumnos contentos
María José Lizana, estudiante de segundo año de Educación Parvularia comentó que "este cambio fue súper bueno porque la facultad que teníamos antes era súper pequeña, no teníamos casino y ahora contamos con muchas áreas y salas de estudio, de todo. Tenemos mucho más espacio y las salas están más organizadas". Benjamín Parra entró a estudiar Kinesiología este año y sostuvo que "conocí la facultad anterior y no me gustó, pensaba irme a otra universidad y cuando supe que este sería el campus me decidí".
Laboratorios estarán listos el 2° semestre
El edificio más pequeño que se encuentra al cruzar la calle Angamos hacia abajo albergará varios laboratorios. "Buscamos tener estándares bastante más complejos. Estarán los laboratorios de Parapsicología, de microbiología, de dermatología y también habrá un espacio donde estará la escuela de posgrado de Odontología, pero sólo el postítulo. Esperamos tener todo eso listo en el segundo semestre". Serán costeados con un fondo de $ 2.700 millones destinado para obras mayores, entre ellas, un auditorio en la planta superior.