Claudio Ramírez

"El negocio naviero y de contenedores pasa por su peor ciclo y eso ya se puede decir responsablemente, ha sido el peor y el más largo de la historia del negocio", advierte el presidente de la Compañía Chilena Marítima SA, Beltrán Urenda Salamanca, al ser consultado por la realidad del sector.

- Desde esa perspectiva, entonces, ¿fue una buena idea la venta del negocio de portacontenedores de la CCNI?

-La venta para nosotros resultó providencial. En ese minuto pensamos que era muy importante y que resultaba bueno salirse de esto porque estábamos complicados y apretados, y no tan preparados. Habíamos hecho algunos aumentos de capital y no nos habían acompañado los otros accionistas, siempre eran los mayoritarios. Pensábamos en ingresar en otros negocios.

- ¿Cómo habrían enfrentado el actual escenario?

- Como le digo esa fue la perspectiva en su minuto, pero mirado un año y medio después, le reitero que fue providencial. Nosotros habríamos perdido un chorro de plata. Creo que podríamos haber perdido más de US$ 100 millones. La baja de las tarifas ha sido horrorosa y prolongadísima (...) Están malas en todas las áreas, en graneles. Y como armadores están malos los arriendos. A nosotros nos convendría que las tarifas flete fueran bajas y arriendo de naves alta, pero suelen acompañarse.

- Además de las líneas de negocios ya establecidas, ¿están explorando otras áreas para desarrollar como empresa?

-Por supuesto. La idea nuestra, después de haber tenido una racionalización importante, es mantener la presencia en el negocio del transporte marítimo y seguir buscando oportunidades. Podemos decir que estamos a la expectativa, mirando siempre otras cosas. No lo puedo decir porque esto es como el fútbol, que cuando anuncia el interés por un jugador al final no resulta.

- Una de las medidas de productividad apunta a la apertura del cabotaje. ¿Cuál es su posición al respecto?

- Es un punto que ha sido muy discutido. Es muy fácil decir abrámoslo, pero hay dos cosas. La primera es que hay una realidad mundial donde la mayoría de los países y bloques protegen el cabotaje como Estados Unidos y la Unión Europea. El segundo aspecto es que si uno lo abre y lo deja así, sería extremadamente fácil para un barco que viene con bandera de conveniencia tomar a la pasada carga adicional. Para el usuario es estupendo, pero es competencia desleal.

- ¿Y cuál es la alternativa?

- La tesis que sostiene la Asociación Nacional de Armadores (ANA) y que nosotros compartimos es abramos, pero no ocasional. En otras palabras, el que quiera participar que haga una empresa y que pague los mismos impuestos que nosotros. No existe el miedo a la competencia en la medida que las condiciones sean las mismas.

"La venta para nosotros resultó providencial. En ese minuto pensamos que era muy importante y que resultaba bueno salirse de esto porque estábamos complicados y apretados, y no tan preparados"

Beltrán Urenda Salamanca, Presidente Compañía Marítima Chilena

"