Los hinchas oro y cielo se tomaron la Ciudad Jardín tras ascenso de Everton
VIÑA DEL MAR. La celebración no tuvo el final que merecía por incidentes en recepción del plantel.
Una fiesta se vivió ayer en la Ciudad Jardín tras el ascenso de Everton, sobre todo en la Plaza de Viña cuyas piletas fueron utilizadas para festejar el objetivo del cuadro oro y cielo. A la espera de que llegara la delegación al frontis del municipio, como se había anunciado desde Puerto Montt, los hinchas oro y cielo se acumularon en el sector frente a un precario escenario que se instaló en el lugar. El problema es que tras el arribo de la delegación y la presentación de la alcaldesa, Virginia Reginato, el presidente de Everton, Antonio Bloise, y algunos jugadores, las barreras no pudieron contener a los fanáticos que, en su intento por compartir con el plantel, se abalanzaron sobre el escenario provocando que por seguridad la mayor parte del equipo ingresara a la casa consistorial. Esto originó que un grupo de desesperados hinchas entrara a la fuerza al edificio para ver a los futbolistas y que finalmente lo que iba a ser una fiesta se empañara por el excesivo entusiasmo de algunos fanáticos y una desprolija organización.