Fragmentación y poder construyen escenario marcado por caudillismo 2.0
PARTIDOS EN LA MIRA. Cientistas políticos coinciden en que nuevo sistema electoral y crisis de la política está generando la irrupción de nuevos espacios de poder.
Caudillismo y fragmentación. Estos dos son los conceptos que marcan hoy el nuevo escenario político que vive el país tras los coletazos que dejaron los casos de irregularidades en el financiamiento de las campañas y el fin del sistema binominal que protegía a las grandes coaliciones.
Condiciones que han permitido que el fenómeno del "díscolo" simplemente se generalizara. Un proceso que ayer tuvo una decisión impensada hace un año: la renuncia del emblemático diputado José Antonio Kast a la UDI, molesto por un sistema de toma de decisiones excesivamente vertical.
En la semana vimos, además, cómo el diputado Gabriel Boric se despedía de Izquierda Autónoma para formar un nuevo movimiento; cómo Revolución Democrática, el partido de Giorgio Jackson, decidió alejarse de La Moneda, y cómo en RN el senador Manuel José Ossandón amenaza con irse día por medio porque no se siente tomado en cuenta. Un dato no menor es que todos - unos más, unos menos, unos antes otros después- son presidenciables.
El desbande empezó con Amplitud, que remeció a la Alianza, siguió con Ciudadanos, el grupo que encabeza el exministro de Hacienda de Bachelet, Andrés Velasco, y si bien en la Nueva Mayoría la situación aparentemente está un poco más controlada, la renuncia de Pepe Auth al PPD muestra todo lo contrario.
Impacto municipal
Para el cientista político Pablo Lira, el tema del financiamiento de los partidos genera nuevos movimientos y partidos, en algunos casos creados por parlamentarios, como es el caso de Boric o Jackson, y que dentro de los dos grandes pactos también está la atracción de formar sus propios movimientos políticos. "Lo que estamos viendo por ahora son caudillismos en el sentido de que todo aquel que se relacione con un partido es afectado. Si se analizan las encuestas de opinión, por lo general los presidentes de los partidos políticos tradicionales son los peor evaluados", indica.
Respecto al impacto que todo esto pudiera tener, señala que "todos estos análisis son antojadísimos y hay que esperar a ver qué va a pasar con las elecciones municipales. Hay comunas emblemáticas que están en disputa como Providencia, Santiago, Valparaíso, Ñuñoa, y cómo les vaya en la municipal incidirá en cuáles van a ser tus cartas para la presidencial que viene. Y ahí surgen las figuras de Piñera, de Ossandón, en la centroderecha o la figura de Allende o de Lagos Escobar por la NM".
Sin embargo, lo primero es ver cuál es el impacto del voto voluntario en un tercer comicio y "ver si la gente quiere participar o no, porque también puede ser una prueba de fuego para los políticos esta municipal".
Lira culpa al Gobierno de esta diáspora al facilitar este desprendimiento dentro de los partidos "al cambiar el binominal, que apuntaba hacia grandes coaliciones, por un proporcional donde se aumentan el número de parlamentarios y se crean nuevos partidos que van a ser financiados por el Estado".
Respecto a lo que ha ocurrido en IA, el analista señala que tiene que ver con el personalismo de Boric. "Trató de ser la única cara visible y eso terminó afectando al interior del movimiento. Y eso no pasa en el movimiento de Jackson que es un poco más estructurado y más amplio y que ocuparon cargos importantes en el ministerio de Educación, y que ahora se retiran pero siempre han tenido una posición más ambigua".
Cuestión de poder
Para el cientista político Guillermo Holzmann, el tema aquí es que "las democracias se han debilitado en su institucionalidad, particularmente los partidos, a raíz de un proceso de fragmentación ideológica a raíz de las diferentes visiones que tienen los líderes y en virtud de los intereses que hay por aprovechar de mejor forma el acceso al poder".
Lo segundo, indicó, es el efecto de un sistema proporcional que empieza a regir a partir de las próximas parlamentarias, y que incentiva la formación de partidos pequeños que tienen mayor probabilidad de contar con representación. "La idea de quienes van dejando los partidos hoy día puede estar asociada a conformar o sumarse a nuevos movimientos donde las posibilidades de poder hacer valer sus ideas o de llegar al Congreso aumenta. A esto se agrega el hecho que se incrementó el número de cupos parlamentarios", subraya.
En Chile, agrega, la lógica de los liderazgos institucionales que van desde la Presidenta hacia al Gobierno o de los presidentes de los partidos hacia sus militantes, no tienen muchas veces la sintonía como para poder generar la vinculación que se requiere con lo que la ciudadanía pide, o con aquellos grupos con los que se quieren posicionar como una expresión válida. "En Chile cada vez se está viendo con mayor énfasis un proceso de personalización donde cada cual interpreta el partido en virtud de sus intereses y eso crea una crítica a la propuesta partidaria, y a la dirigencia que está en el partido", añadió.
Para el analista, al tener un sistema proporcional y cifra repartidora un partido pequeño tiene mayores posibilidades de salir representado. Sin embargo, acota, "en sociedades como la chilena tenemos una cultura política demasiado dispersa y al tener muchos partidos se genera más conflicto en términos de negociación y de llegar a acuerdos por el bien del país sino que por espacios de poder. Entonces existiría una suerte de paradoja donde al tener mayor cantidad de partidos aumenta la representación, pero cuando la cultura política es tan dispersa la posibilidad de negociación es muy baja y transforma el escenario en una negociación forzada o simplemente de polarización".
Lo que sí hay que tener claro, agrega, es que "el paso al lado en política no es para irse a a casa, sino que para buscar otro espacio que les permita desarrollar su visión política. Y eso es aplicable para todos".
"Cuando la cultura política es tan dispersa, la posibilidad de negociación es muy baja y polariza el escenario"
Guillermo Holzmann, Cientista político
"Efectivamente hay un desmarque de los partidos políticos y la búsqueda de espacios propios. Lo raro sería ver díscolos en el PC"
Pablo Lira, Cientista político
La personalización impide la renovación
"Se está pasando de las propuestas colectivas que antes eran bastante sólidas, a lo individual", remarca el analista Guillermo Holzmann. "Esta personalización de la política impide la renovación porque cada líder tiene seguidores que quedan solos cuando ellos se van y no tienen los mecanismos de formación para poder generar nuevos liderazgos. Mucha gente sigue a determinados líderes pero son líderes que dependen directamente de lo que el líder principal diga o haga porque no hay un trabajo orgánico para poder darle la oportunidad que requieren y así ascender a los niveles superiores de la estructura del partido", recalcó.