Tomás Moggia C.
Ad portas que se concrete la venta del 80% de Everton al Grupo Pachuca, hay diversas opiniones en torno a la concreción de esta operación y la llegada de propietarios extranjeros al cuadro oro y cielo.
El periodista y escritor Antonio Martínez afirma que "yo no tengo ninguna objeción ni comercial, ni ética ni de identidad, ni de ningún tipo. Me parece que el fútbol, además, es precisamente un lugar donde la nacionalidad es un dato bastante líquido y móvil", y agrega que "en un mundo de globalización parece evidente que eso existe en otros países y en otros equipos, donde los clubes conservan su identidad plenamente aunque los propietarios sean del otro lado del mundo".
Pese a las reticencias que la llegada del holding azteca pueda generar, el autor del libro "Soy de Everton" aseguró que "tienen que hacer un muy buen equipo. Eso es lo que desvanecería y limpiaría cualquier duda. Lo que le da identidad a un equipo y permanencia en el tiempo es que sea competitivo. El fútbol nació para la competencia, nació para jugar con otro, para que hayan unos mejores y otros peores, eso está en el ADN del fútbol".
Como ejemplo, Martínez recuerda la llegada de empresarios de Santiago a Everton antes de alcanzar la corona de 1976, y destaca que la compra de los mexicanos permitirá también "salir de la provincia viñamarina".
Con una mirada distinta, el histórico exdirigente oro y cielo, Óscar Padró, fue más crítico con la venta a un grupo extranjero.
"Everton perdió la identidad viñamarina, de los oro y cielo, de los guata amarilla, de los ruleteros, eso se perdió todo. Ahora hay que tocar canciones mexicanas, hay que hacer la ola... es lamentable, es una pena porque la identidad de Everton no es México, es Viña del Mar", señaló el exdirectivo.
"Puede ser que vengan jugadores de gran importancia, pero en el fondo el evertoniano de corazón está dolido, hay un dolor en Viña del Mar porque no es lo que pretendíamos", añadió Padró.
Una visión similar tiene Gustavo Heresman, coordinador de la barra "Los Ruleteros", quien manifestó que "la identidad de Everton con la gente y los viñamarinos se perdió cuando se creó la sociedad anónima, ahí se perdió la sede, que era algo emblemático del club, entonces no veo la diferencia entre la sociedad anónima que estaba y la que viene ahora, sean chilenos o españoles, es un negocio y eso lo tenemos que comprender".
Pese a ello, destacó los beneficios que puede traer deportivamente. "Si llega un grupo económico que trae más lucas a Everton y se puede optar por un mejor equipo, bienvenido sea, y desearle lo mejor", complementó el hincha.
El exgoleador oro y cielo, Daniel Escudero, puso algunos aspectos sobre la balanza y comentó que "la parte buena es que van a venir a invertir y tratar que el equipo tenga buena figuración en la competencia, la duda es que son extranjeros, no son evertonianos y no se identifican con los colores del club".
Esperan revisar relación con el municipio
Consultado por la adquisición de Everton por parte del Grupo Pachuca, el concejal Víctor Andaur señaló que la operación entra en "la llamada transnacionalización del deporte, en la cual ya dejó de ser amateur, pasó a una etapa superior donde es un negocio". En este contexto, aclaró que habrá que conversar sobre el comodato que le otorgó el municipio al club de los terrenos donde se construyó el CDE, además del acuerdo por el arriendo del estadio Sausalito. "Es como perder la virginidad", comentó Andaur sobre la nueva relación, agregando que "todo eso merece una revisión. Hay circunstancias nuevas".
"Everton perdió la identidad de viñamarino, de oro y cielo... Ahora hay que tocar canciones mexicanas, hay que hacer la ola"
Óscar Padró, Exdirectivo de Everton