El novelista estadounidense Richard Ford es un nombre habitual entre los escritores que aspiran al Nobel, al igual que sus compatriotas Philip Roth y Paul Auster. Desde ayer, a su vez, los tres comparten el haber ganado el Premio Princesa de Asturias de las Letras, cuya edición 2016 recayó en el creador del personaje Frank Bascombe.
Uno de los miembros del jurado, el filólogo y poeta Luis Alberto de Cuenca y Prado, se mostró convencido de que Ford recibirá en vida el Nobel y, por tanto, se ha mostrado satisfecho de que el Premio Princesa de Asturias "se haya adelantado a la maniobra de la academia sueca".
Minimalista
Ford -quien fue candidateado por los ganadores del mismo galardón Antonio Muñoz Molina (2013) y John Banville (2014), además de la editora y filántropa Sigrid Rausing- se impuso a 21 postulantes de 16 nacionalidades, debido a su carácter de narrador profundamente contemporáneo y de gran cronista "del mosaico de historias cruzadas que es la sociedad norteamericana", según el jurado.
Los jueces también destacaron que su obra se inscribe en la gran tradición de la novela americana del siglo XX y recurre a una épica "irónica y minimalista" para definir sus personajes, tramas y argumentos.
"El cuidado detallismo en las descripciones, la mirada sombría y densa sobre la vida cotidiana de seres anónimos e invisibles, conjugan la desolación y la emoción de sus relatos", dice el acta que leyó Darío Villanueva, director de la RAE y presidente del jurado que optó por Ford en la última ronda de votaciones frente a la candidatura del poeta polaco Adam Zagajewski.
Salto a las letras
Richard Ford (Jackson, EEUU, 1944) se licenció en Literatura en 1966 en la Universidad Estatal de Míchigan y comenzó Derecho en la Universidad de Washington en San Luis, estudios que abandonó para seguir un máster de Escritura Creativa en la Universidad de California en Irvine (1970) y empezó a publicar relatos en "Esquire", "The New Yorker" y "The Paris Review", además de trabajar en la revista de deportes "Inside".
En 1976 publicó su primera novela "Un trozo de mi corazón", a la que le siguieron otras cinco entre las que se encuentra la trilogía protagonizadas por Frank Bascombe, un escritor fracasado de New Jersey que trabaja primero como periodista deportivo y después como agente inmobiliario.
La primera entrega fue "El periodista deportivo" (1986) que fue calificada por la revista "Time" como una de las cinco mejores novelas del año, lo que le llevó a volcarse definitivamente en la actividad literaria. De esta saga también pertenece "El Día de la Independencia", novela que en 1995 ganó el premio Pulitzer y el PEN/Faulkner, convirtiéndose en el único autor en conseguir esta hazaña.
Sin calificaciones
Se ha querido ver en Frank Bascombre el álter ego de Ford y considerar que las historias que protagoniza son autobiográficas: como su autor, nació en Misisipi, es hijo único, se quedó huérfano de padre en la adolescencia, quiso ser escritor y trabajó de periodista deportivo. Sin embargo, el autor siempre ha reivindicado siempre su independencia.
A su vez, considera "inevitable" que en su obra aparezca la huella de William Faulkner, pero reniega del tópico de heredero de Erneste Hemingway, una etiqueta que, a su juicio, se cuelga "a todo americano que escriba cuentos". También reniega que lo sitúen en el denominado "realismo sucio norteamericano" junto a autores como Raymond Carver y Tobias Wolff, pues dice no comprender qué significa dicha clasificación que sólo consigue "limar y obviar las diferencias entre autores diferentes y entre la producción de un mismo escritor".
El Premio de las Letras, que el pasado año recayó en el cubano Leonardo Padura, está dotado con 50.000 euros, más la reproducción de una escultura diseñada por Joan Miró. La distinción será entregada en octubre, al igual que los otros siete galardones de la Fundación Princesa de Asturias, durante una ceremonia presidida por los reyes de España.
En versiones anteriores, el galardón ha recaído en nombres como Doris Lessing, Günter Grass, Camilo José Cela y Mario Vargas Llosa. Todos ganadores también del Nobel, por lo que podría ser este año la oportunidad de Ford para conseguirlo.