"Convivencia escolar, inclusión y discapacidad"
Relacionarse armónicamente en diversos y diferentes espacios de interacción resulta fundamental para el buen desarrollo de niños y jóvenes, tal como declara el Ministerio de Educación institución que tiene la misión de orientar las acciones educativas en función del desarrollo integral de los y las estudiantes, tanto en su crecimiento personal como en su inserción activa y participativa en la sociedad.
En este contexto, las directoras de Santiago y Viña del Mar del Diploma en Habilidades Laborales de la Universidad Andrés Bello, María Theresa Von Furstenberg y Alejandra Ríos, sostienen que "la necesidad de lograr este objetivo se hace aun hace aún más evidente con la puesta en marcha de la nueva Ley de Inclusión, vigente desde Marzo del presente año y que termina con la selección en los colegios con financiamiento estatal, con lo cual convivirán en el aula niños y jóvenes aún más diversos".
A juicio de las especialistas en temáticas de inclusión, "esta tarea no es fácil. La diversidad del alumnado en el aula impone un desafío para la convivencia escolar".
Así, La Política de Convivencia Escolar, editada el año 2011 por el Mineduc, se afirma en 3 ejes esenciales:
- Tiene un enfoque formativo, ya que se enseña y se aprende a vivir con otros.
- Requiere de la participación y compromiso de toda la comunidad educativa, de acuerdo a los roles, funciones y responsabilidades de cada actor y estamento.
- Todos los actores de la comunidad educativa son sujetos de derecho y de responsabilidades, y deben actuar en función del resguardo de la dignidad de todos y todas.
"Está muy claro hacia dónde se quiere llegar, qué se quiere lograr pero no están los lineamientos prácticos. Está el "qué" hacer, pero falta el "cómo" hacerlo", enfatiza Alejandra Ríos, argumentando que si la sociedad actual exige la convivencia en la diversidad en todos sus ámbitos, especialmente el educativo, entonces los procesos educativos deben incorporar esas diferencias, favoreciendo así tanto el conocimiento de ellas como su valoración. "La educación nos prepara para la vida y el mundo es diverso".
"Entre la diversidad del alumnado al que apunta la ley de inclusión, están los niños y jóvenes con discapacidad. Ellos nos demandan hace ya mucho tiempo un cambio radical en nuestras concepciones. Ya logramos hacer un cambio desde la integración a la inclusión, pero ahora la tarea es transformar nuestras concepciones educativas, no solo las políticas que en ellas se apoyan, en lo cual ya hemos avanzado sino en las prácticas concretas del día a día", precisó Alejandra Ríos .
Asimismo, María Theresa Von Furstenberg aclara que actualmente "sabemos que debemos remover las barreras, tenemos que identificarlas y conocer los aspectos que estuvieran limitando la participación y el aprendizaje de estos alumnos. La inclusión se basa entonces en el proceso que implica, identificar y minimizar estas barreras".
Finalmente, las especialistas concuerdan en que las barreras, al igual que los recursos para reducirlas, se pueden encontrar en todos los aspectos y estructuras del sistema: dentro de los colegios, en las comunidades o en las políticas públicas tanto en sus dimensiones más culturales, valores, creencias y actitudes compartidas, como en aspectos concretos y precisos como son los planes de acción y las normas internas de cada establecimiento.