El imponente triunfo del candidato independiente en cupo PPD, Leopoldo Méndez, ayer en las primarias oficialistas de Valparaíso, deja más de una lección a la clase política de este país, en un proceso marcado por la alta abstención, pero que sin embargo en el Puerto -contra todos los pronósticos- al menos superó con largueza el piso del último ejercicio similar (Hernán Pinto vs. Paula Quintana, en 2012).
La votación de Méndez también tiene un par de lecturas más allá de su popularidad mediática y el voto castigo. Sin ir más lejos, ayer el exministro Vidal comparó su caso con el de la nueva alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, quien se impuso al oficialismo en la Ciudad Eterna montada sobre el movimiento M5E, fundado por el excómico Beppe Grillo tras la crisis europea de 2009. Raggi, abogada de 37 años y considerada una outsider, basó su campaña en algo tan simple como seguridad y limpieza. ¿Es éste el fin de la política tal y cual la hemos conocido hasta ahora? Quizás no. Pero el descrédito ciudadano de los representantes locales, sumado al calamitoso estado de ciudades como Valparaíso, como bien constató hace algunas semanas el experto colombiano en patrimonio, Juan Luis Isaza, pareciera haber abierto la puerta de par en par a apuestas no tradicionales como Leopoldo Méndez Alcayaga. De paso, el cantante nacido en el cerro Barón y criado en Estocolmo, Suecia, se dio el lujo de dejar por primera vez a la Democracia Cristiana sin candidato para las elecciones municipales en el Puerto desde el regreso de la democracia, sentando también serias dudas sobre el efectivo compromiso de los partidos que adhirieron a la candidatura del exgobernador Omar Jara y en especial al de los propios demócratacristianos históricos de la zona. ¿Qué vendrá ahora? Tal vez la elección municipal más competitiva del último tiempo, en la cual por mucho que Méndez vaya en el cupo de la Nueva Mayoría, no debiera funcionar el histórico clivaje que ha regido a este país durante el último cuarto de siglo, pese a que aún debe despejarse la posible dispersión de votos que podría provocar el Pacto Urbano La Matriz. La bizantina discusión por retrotraer el voto obligatorio (otro gazapo de la actual clase política) también es parte de la miopía de los mismos que impulsaron el sufragio voluntario y no dejan de resultar sintomáticas las declaraciones de muchos de ellos, que incluso aludieron al
7-0 de la Roja sobre México como factor de abstención.