Y el DJ pudo más que la política... Viña del Mar no tuvo Festival con las primarias
La imagen que daba vuelta ayer en las redes sociales, con vocales de mesa solitarios, aburridos y muertos de frío, era una postal que varios habían adelantado. De hecho, las primarias de este domingo podrían considerarse, en varias dimensiones, como prescindibles. No hubo grandes sorpresas, ni grandes votaciones, ni siquiera grandes noticias.
Lo que sí hubo -y lamentablemente los pronósticos le apuntaron- fue una gran abstención, que se replicó en todo el país. Aunque en Valparaíso se superó ampliamente las nueve mil personas que votaron en las primarias del 2012 -y algunas voces dicen que votó más gente que en La Florida-, lo cierto es que quienes ejercieron su derecho a elegir candidato no llegaron al 10% de los que estaban habilitados para hacerlo. Ello, en un contexto global en el que apenas un 5% del padrón nacional, salió de su casa y emitió su sufragio.
Pese a ello, los pronósticos apuntaban a que la maquinaria política que respaldaba al candidato DC, Omar Jara, más una campaña centrada en el debate político, podrían más que la popularidad de Leopoldo DJ Méndez. Y no fue así.
El rotundo 56% que respaldó la candidatura del cantante, veinte puntos más de los que apoyaron al exgobernador de Valparaíso, dan cuenta de un fenómeno importante. Uno en el que la popularidad, el conocimiento y la fama sobrepasó ampliamente la experiencia política, el conocimiento de la administración de la comuna y la maquinaria democratacristiana y comunista juntas.
Se podría decir que las propuestas de Méndez fueron mejores. Que las escalas mecánicas, el wifi gratis o el alcalde de noche pudieron más. Pero lo cierto -y lo triste- es que aquí ganó el reality, la cercanía ilusa que hace creer a algunas personas que lo que sucede en la TV, las luces, el show arriba del escenario, pueden manejar un municipio de mejor manera que alguien que viene del denostado mundo político.
Aquí radica la preocupación. En que efectivamente el estado de la política nacional, regional y comunal, está tan enlodada, que la ciudadanía prefiere probar a alguien que cree conocer, aunque sea a través de las pantallas de TV.
Este estado de situación puede hacer explosión en las próximas municipales. Y de ahí la importancia que Leopoldo Méndez y el actual alcalde Jorge Castro, entiendan que el primer enemigo que deben derrotar es la desidia política de la ciudadanía. Porque la baja participación no tiene que ver con el partido de Chile ante México ni con el Día del Padre, sino con una desazón del votante, que ya no cree en la cosa pública.
La tarea es ahora convocar. Porque lo que tienen que tener claro quienes siguen en campaña es que un alcalde, sea quien sea, electo con un 10% de participación, no dará para ningún tipo de celebración.
Analista política, directora de la Escuela de
Periodismo de la Universidad
Adolfo Ibáñez.
Luego de una serie de candidaturas fallidas, por fin el exconsejero regional por al Región de Valparaíso y candidato de la Democracia Cristiana, René Lues, logró imponerse en las Primarias de la Nueva Mayoría y transformarse en el candidato oficial para alcalde por Viña del Mar, superando por un estrecho margen al socialista y exdelegado presidencial por la reconstrucción de Valparaíso, Andrés Silva.
Más allá del resultado en sí, lo que se logra desprender de este proceso eleccionario de la ciudad de las flores, es que salvo que pase algo extraordinario la actual alcaldesa Virginia Reginato (UDI) volverá a doblegar a sus competidores de la Nueva Mayoría por un cuarto periodo, y así completar un total de 16 años a cargo de la administración de la comuna.
En una zona tan marcada por las contradicciones socioeconómicas, es difícil imaginar cómo el oficialismo ha dejado al olvido una población de tanta relevancia turística y cultural destinando candidatos que más allá de sus conocimientos puntuales no han mostrado ser fieles reflejos de los viñamarinos; un ejemplo claro de ello es que sólo se acercaron a sufragar ayer un total aproximado de 7.199 personas (hoy se dan los resultados finales), sobre un universo posible que supera las cien mil personas, confirmando de esta manera el poco interés que genera en la población, por un lado, los actuales procesos electorales, como también la baja popularidad y adhesión a los precandidatos impuestos. Solo basta recordar que René Lues obtuvo un poco más de 14.000 votos en la elección como Core, dos años atrás, y ayer apenas superó los 3.700.
No cabe duda que Viña del Mar cuenta con un abanico importante de personalidades políticas, académicas, sociales y culturales con una gran afinidad y empatía para con los habitantes de esta comuna. Por eso sorprenden los nombres propuestos por los partidos de la Nueva Mayoría y, a su vez, no sorprende la indiferencia mostrada por la ciudadanía.
Bajo este escenario, que en muchos aspectos es réplica de lo que pasa en todo Chile, no nos debiera sorprender que el actual escenario alcaldicio se mantenga y el nivel de abstención supere el 60% de la elección municipal pasada. Y esto, por más vueltas que le den, no es culpa del voto voluntario, sino del bajo nivel de los candidatos propuestos.
Académico Unab,
secretario general Ciudadanos
Karen Trajtemberg
Felipe Vergara