"El temor empresarial a los sindicatos es una mirada del pasado"
"El veto presidencial era lo único que nos quedaba", reconoce el presidente de la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados, Patricio Vallespín (DC), para explicar por qué esta instancia legislativa y la Sala misma aprobaron sin mayor complicación la fórmula que envió el Gobierno para vetar parte del texto aprobado por el Congreso luego que el Tribunal Constitucional (TC) acogiera el requerimiento presentado por diputados de la oposición, cuestionando algunas disposiciones. "Era lo que quedaba para eliminar aquellas cosas que desequilibraban el proyecto original que apuntaba a equilibrar la relación entre empleador y trabajadores", explicó.
- La CUT aprobó la medida, pero otras organizaciones de trabajadores critican que salió una reforma debilitada.
- Bueno, claramente no es la reforma que nos hubiera gustado. Queríamos titularidad sindical, pero hay avances que son significativos, porque se garantiza la huelga efectiva, se acaba el reemplazo, se entrega más información para la toma de decisiones, hay temáticas de género incorporadas, se precisa de mejor manera el procedimiento de la negociación colectiva. Son todos avances importantes, pero no es el ideal. Recordemos que la OIT ha criticado la legislación chilena en dos grandes ámbitos: uno era el tema de la huelga efectiva, que ahora se aprobó, pero el otro problema es la consistencia de grupos negociadores con sindicatos. Eso va a quedar igual o peor porque los grupos negociadores han sido relevados al mismo nivel de los sindicatos y es un tema que deberemos seguir trabajando porque la titularidad sindical hay que sacarla adelante.
- ¿El Gobierno quedó en deuda con la titularidad sindical?
- Lo que queda en deuda es la legislación laboral y aquí hay una responsabilidad evidente de los parlamentarios de derecha que recurren al TC en busca de un fallo ideológico y después se van a empezar a dar cuenta de los efectos negativos que va a generar una situación incierta que va a terminar en tribunales y creo que la derecha va a tener que dar explicaciones a los trabajadores por un proyecto que era coherente y que fue aprobado por las dos salas y que se cambia en el TC por una minoría que no quería reforma laboral.
- ¿La titularidad sindical se discutirá durante el debate constitucional o se adelantará con un nuevo proyecto?
- La DC en esto ha llevado la batuta y estamos disponibles para avanzar hacia una reforma acotada en esta materia que equilibre la relación entre trabajadores y empleadores que es fundamental. Y si no logramos un acuerdo, no me cabe ninguna duda de que deberá formar parte fundamental del debate de una nueva Constitución, porque se necesita para que los sindicatos, que son instituciones intermedias reconocidas en todo el mundo, tengan el rol que les corresponde.
- ¿Entonces titularidad sindical habrá sí o sí?
- Yo soy un convencido de que va a ser así, y es sano que así sea. El empresariado debiera dejar estos sesgos ideológicos e infundados de creer que los sindicatos son malos para las empresas y que prefieren el derecho individual a un derecho colectivo; pero eso va a cambiar sí o sí.
- ¿Es una derrota del Gobierno?
- La derrota no se produjo por falla del Gobierno, es una derrota que se da hacia la organización de los trabajadores dada por la intransigencia ideológica de la derecha que no quería una reforma sustantiva.
- ¿A qué se debe esta intransigencia de la derecha?
- Es el temor que se manifiesta en muchas otras cosas: la comodidad de un sistema donde la desigualdad de las relaciones laborales son evidentes. Y eso les conviene a quienes ellos representan, principalmente a las grandes empresas, y no les preocupa que las cosas sigan iguales porque es coherente con su manera de pensar. Hay un sistema que funciona de acuerdo a sus intereses y por eso no lo quieren cambiar.
- ¿Pensó que la reforma laboral sería tan compleja de tramitar?
-La verdad es que no pensé nunca que el TC iba a declarar inconstitucional la titularidad sindical, porque había informes de respetados constitucionalistas que así lo decían y la experiencia mundial demuestra que la titularidad sindical es parte de los derechos de los trabajadores y que no tiene nada que ver con el ejercicio de un derecho individual. Eso es lo más absurdo que hay y por eso considero tan aberrante el fallo del TC, ya que pone el individualismo patológico -que ya tiene Chile - en las relaciones laborales y en las negociaciones colectivas. Le temen al concepto de organización de los trabajadores, que en el mundo se llama sindicato, y hacen cualquier cosa para que no se fortalezcan.
- ¿Es un temor decimonónico?
- Efectivamente, es una mirada del pasado no confiando en los trabajadores ni en sus dirigentes, ni en las responsabilidades y piensan que el rol del sindicato sólo busca destruir a las empresas. ¡Nada más lejos de la realidad! Uno conoce a los dirigentes lo responsables que son si la empresa no está en condiciones de no ir más allá de lo pertinente. Eso al menos esta reforma lo va a mejorar porque van a tener información permanente para saber el estado real de la empresa y ser más responsables en sus peticiones. Por lo tanto, el temor que los gremios empresariales siguen esgrimiendo es un estigma del pasado y no se condice con lo que hoy está pasando en el mundo, donde los sindicatos son parte importante del proceso del desarrollo de las empresas y de la distribución de las utilidades porque el capital de trabajo es fundamental. Son los que hacen el desarrollo y el crecimiento, pero los gremios empresariales aún están en el pasado en estas materias.
"El fallo del TC fue tan aberrante porque pone el individualismo patológico que ya tiene Chile en las relaciones laborales y en las negociaciones colectivas"
"Los gremios le temen al concepto de organización de los trabajadores, que en el mundo se llama sindicato, y hacen cualquier cosa para que no se fortalezcan"