Pamela Boltei
El congelamiento del arancel y la matrícula y la creación de un departamento de Bienestar fueron parte de los logros más importantes que dejó la toma de 30 días exactos en la sede Viña del Mar de la Universidad Andrés Bello (UNAB) que finalizó ayer.
La ocupación comenzó oficialmente el miércoles 25 de mayo, luego de la votación en asamblea que se realizó la noche anterior en el recinto y que tuvo como resultado tomarse el inmueble de calle 6 Oriente con 11 Norte. ¿Las razones? Además de adherir al movimiento que se realizaba en Santiago, se buscaban varias soluciones en torno a transparencia, mayor participación estudiantil en la toma de decisiones, una matrícula única para los estudiantes, rebaja de matrícula y de arancel y la creación de un departamento de Bienestar, petitorio que nació el año pasado cuando esta universidad se fue a paralización.
Pero pese a las intenciones de los alumnos que votaron la toma, que fueron cerca de 500 de un total de 10.300 en el campus, hubo varios problemas, principalmente por la voluntad del plantel de continuar con las clases y evitar que la ocupación se extendiera en el tiempo, y también de parte de varios estudiantes de diferentes carreras que querían regresar a clases. De hecho, el mismo día que se inició la toma, el Consejo de Presidentes llamó a un plebiscito. Su resultado fue bajar la toma y la Federación no lo aceptó por no haberse respetado los estatutos.
Tras esto, se hizo una nueva votación en la que sí se validó la toma que continuó por tres semanas más. Sin embargo, este miércoles se votó nuevamente y con 1.419 votos ganó la opción no a la sí, que alcanzó 1.077 votos.
En un recorrido hecho por este Diario durante la mañana de ayer se pudo evidenciar las labores de limpieza y orden que ejecutaban alumnos de la toma de la sede Viña del Mar de la UNAB. Con escobas, palas y tachos de basura barrieron las dependencias del campus, apilaron las sillas y mesas antes desperdigadas por distintos sectores, y dejaron todo listo para recibir al vicerrector que llegó cerca de las 13 horas a recepcionar las instalaciones.
Nataly Campusano, presidenta de la Federación de Estudiantes de la U. Andrés Bello Viña del Mar, dijo que "si bien creemos que hay bastantes avances, los separamos en dos: el avance propio del movimiento estudiantil de universidades privadas, específicamente de la U. Andrés Bello, que hoy tuvo capacidad para organizarse y ser parte de un proceso histórico en la UNAB; y la otra son las ganancias internas que creemos que son un avance, pero sabemos que tenemos que alcanzar un poco más y todo eso estará en el proceso de negociación que se viene".
Campusano detalló que "se avanzó en el congelamiento de matrícula y arancel, semestralización de la matrícula, en la creación del departamento de bienestar estudiantil, que antes era inexistente en nuestra casa de estudios, democracia estudiantil, donde los representantes de los estudiantes puedan participar del máximo orden colegiado de nuestra universidad, es decir, se avanza aspirando a la gobernanza que en algún momento podemos lograr en la universidad. La transparencia fue un punto al debe, pero esperamos que en la mesa negociadora se pueda seguir avanzando y obtener frutos sobre ese tema".
Pese a los logros, Campusano lamentó las polémicas con otros estudiantes y con la propia universidad. "Fue un proceso difícil, pero creo que estuvimos a la altura de todas esas condicionantes, como lo fueron el amedrentamiento que ejerció la universidad, pues también la misma universidad usaba a estudiantes para ponernos en contraposición con otros. No lo vemos como una derrota, la toma era un instrumento para alcanzar lo que antes era inexistente en nuestra casa de estudios. Todas las anteriores negociaciones que existieron con rectoría se hablaba de microondas y cosas bien pequeñas. Hoy hablamos de arancel, de matrícula, de lucro, de transparencia, de gobernanza, cuestiones que antes era improbable que se hablara y que nos organizáramos".
Al respecto, el vicerrector académico del plantel, Jorge Martínez, valoró la democracia que vio en la universidad y afirmó que hoy se le dará a conocer a los estudiantes cuándo y cómo se reiniciarán las clases, aunque estima que el proceso se reinicie el próximo martes.
"Nos deja muy satisfechos poder haber llegado a un acuerdo. En toda institución hay mejoras que hacer, eso es indudable, y los alumnos nos han manifestado varias de ellas, a las cuales les hemos dado solución plena. Temas arancelarios, que eran un tema institucional importante. Por ejemplo, mantener los aranceles y la matrícula de los estudiantes en términos del IPC, el crear ciertas áreas de bienestar y tener acceso a distintos niveles de información, porque ellos están preocupados por todo lo que se está discutiendo sobre las universidades privadas y quieren tener elementos para poder defender esta postura, lo que encontramos tremendamente valioso. Para nosotros ha sido muy grato encontrar la sede en las mismas condiciones que la dejamos cuando se inició la toma, no hay ningún daño, ningún perjuicio. Estamos abiertos a las mejoras que haya que hacer a través del diálogo, que es la gran herramienta que permite establecer consensos".
Asimismo, detalló que "una paralización de un mes tiene costos académicos y financieros. No se pueden hacer menos clases o prácticas para alcanzar una determinada fecha, el calendario académico se tiene que cumplir a cabalidad. De hecho, no habrá vacaciones de invierno y cada carrera y cada facultad va a ver la forma de poder acelerar el proceso sin correr ningún riesgo sobre la calidad de la educación que estén entregando".
Sobre los costos institucionales, afirmó que "una toma implica altos gastos, hemos tenido que arrendar cuatro sedes externas porque una gran cantidad de estudiantes exigía descolgarse de la toma, y también se mantuvo a unos mil estudiantes de posgrado, diplomados y advance en clases durante todo este tiempo. Ahora se tiene que hacer la mantención de la sede principal para poder iniciar clases, ojalá, el próximo martes, aunque eso lo comunicaremos oficialmente mañana a los estudiantes".
Alumnos de la UVM mantienen el paro
Dos semanas cumplió el paro indefinido que mantiene a más de 6 mil estudiantes de la Universidad de Viña del Mar movilizados por una serie de peticiones internas. El movimiento estudiantil, inédito para dicho plantel, se transformó esta semana en una toma de las dependencias de Rodelillo y Miraflores, dos de los campus más importantes de la UVM. Desde la federación señalaron que esperan realizar una próxima votación sobre el paro.
"Nos deja muy satisfechos poder haber llegado a un acuerdo. En toda institución hay mejoras que hacer, eso es indudable, y los alumnos nos han manifestado varias a las cuales le hemos dado solución plena"
Jorge Martínez, Vicerrector Unab Viña
Más de seis mil jóvenes marcharon por Valparaíso
Una nueva y multitudinaria marcha realizaron ayer los estudiantes universitarios y secundarios de la Región de Valparaíso, para expresar sus demandas por mejoras en la reforma a la educación superior, entre las que destacan poner fin al Fondo Solidario, Crédito Corfo y Crédito con Aval del Estado y condonación de la deuda a quienes los hayan contraído, asegurar gratuidad universal por la duración formal de la carrera y terminar con el lucro, entre otras materias.
Carabineros cifró a los manifestantes en más de 6.000 y esta vez se volvió al trazado histórico. El recorrido por las calles de Valparaíso partió en la Plaza Sotomayor, continuando por Cochrane, Esmeralda y Condell, aunque ahora no terminó en la plaza Victoria, sino que prosiguió por Independencia hasta concluir en Rodríguez, donde algunos encapuchados se enfrentaron con carabineros mientras la mayoría seguía manifestándose pacíficamente.
El saldo de dichos enfrentamientos fue de 25 detenidos, aunque el gobernador Jorge Dip destacó que los violentistas fueron "un grupo muy minoritario" y que "la gran mayoría de los que marcharon se retiraron del lugar oportunamente", por lo que las escaramuzas fueron menores y no hubo denuncias de saqueos.
25 detenidos dejó la marcha estudiantil que ayer convocó a más 6 mil estudiantes en Valparaíso. La Gobernación porteña dijo que fue un grupo minoritario el que provocó desórdenes.
11 horas a las 14 horas se desarrolló la marcha de los estudiantes por las calles de la Ciudad Puerto, retomando en esta oportunidad el trazado histórico de estas convocatorias.