Argentina 1959: Ni Pelé pudo con la Albiceleste
la selección argentina le quitó la copa al rey pelé.
En un periodo marcado por las decisiones extravagantes, la Confederación Sudamericana de Fútbol (CSF) entregó a Argentina y Ecuador la organización de dos torneos sudamericanos el mismo año. En marzo, Chile, Bolivia, Uruguay, Perú, Brasil y Paraguay llegaron a Buenos Aires para enterarse que, en una de las ciudades con más estadios del continente, los 21 encuentros se jugarían en el Estadio Monumental.
En la retina de todos estaba el Brasil campeón del mundo en Suecia 1958, que llegó a la capital argentina son sus máximas estrellas (Castilho, Paulinho, Bellini, Nilton Santos, Orlando, Didí, Zito, Dorval, Henrique, Pelé y Zagallo)
Aunque los trasandinos habían cambiado totalmente el equipo que conquistó el trofeo de 1957, con la única excepción del puntero Omar Orestes Corbata, el 7 de marzo apabullaron en la inauguración a Chile por 6-1.
Brasil, por su parte, empató en el debut con Perú a dos tantos, resultado que le significaría despedirse del trofeo, mientras Argentina superaba a Bolivia 2-0 y a Perú y Paraguay por idéntico 3-1. Uruguay, que llegaba como siempre con el cartel de candidato, sufrió una contundente goleada de 1-4 ante Argentina.
En una malentendida venganza por el trauma aún presente del "Maracanazo" de 1950, los brasileños iniciaron contra los uruguayos una descomunal gresca que mantuvo detenido por 25 minutos el partido, con saldo de dos expulsados por lado por parte del árbitro chileno Carlos Robles. "El tumulto es dramático, de proporciones asombrosas; las escenas de pugilato se dan en toda el área uruguaya", escribió el diario La Prensa al día siguiente. Lejos del rol que cumple en la actualidad como embajador del fútbol, Pelé esa noche le pegó una patada voladora a William Martínez y le cubrió de sangre la cara al uruguayo con los tapones.
La "Verdeamarelha" triunfó también sobre Chile (3-0), Bolivia (4-2) y Paraguay (4-1) de la mano de un derroche de goles de Pelé, que con ocho tantos sería elegido como el más anotador y mejor jugador del torneo.
De esta forma, el 4 de abril de ese año los dos mejores equipos del torneo, Argentina con 10 puntos y Brasil con 9, disputaron el último duelo del campeonato, que devino en una final. Los más de 85.000 hinchas que abarrotaron el Monumental festejaron a los 40', cuando Pizzuti clavó un cabezazo por entre las piernas del portero brasileño.
Pero Pelé mantuvo la esperanza para Brasil cuando remató a los 58' para poner el empate definitivo.
El resultado no les alcanzó: Brasil llegaba a 10 puntos contra los 11 de los anfitriones. Los argentinos lograban su duodécimo sudamericano y Pelé terminaba con el "amargo" premio de goleador y mejor jugador.
Campeones de América
8 goles marcó Pelé en aquel campeonato, transformándose en el máximo anotador. También fue mejor jugador.
5° lugar logró Chile en Buenos Aires al quedarse con cinco unidades. Terminó por sobre Uruguay (4) y Bolivia (1).