Cristián Rojas M.

El intendente regional, Gabriel Aldoney, anunció que esta semana solicitó al Gobierno la creación de una corporación público-privada que se haga cargo de gestionar el área patrimonial de Valparaíso, pues a su juicio, "estamos al debe en esta materia. Los porteños deben sentirse orgullosos de estar en la lista mundial y hoy no ocurre eso".

Según detalló el jefe regional, el objetivo de dicha solicitud es "resolver los problemas de mala gestión que ha habido en relación al área patrimonial. Es la manera como se ha tratado de resolver esta materia en otras partes del mundo. En eso estamos en deuda, basta ver cómo se encuentra nuestra área patrimonial: desvalorizada y no sólo desde el punto de vista material, sino que también del punto de vista ciudadano. El porteño debe sentirse orgulloso de estar en su ciudad patrimonial y para que eso ocurra hay que gestionarla mejor".

La autoridad adelantó que "pronto vamos a dar a conocer una solución al respecto. Tuve esta semana una reunión en el Ministerio del Interior, donde avanzamos en esa materia. Faltan todavía ciertas decisiones, particularmente respecto a recursos y de la manera cómo nos vamos a organizar. Estoy pensando en ciudades como Guayaquil, otras en España, cuyos modelos adaptados a nuestra realidad nos permitan recuperar la importancia que tiene un área patrimonial".

Lineamientos

Pero, ¿hacia dónde debiera apuntar la gestión de aquella corporación público-privada? El Comité Chileno del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos Chile) emitió una declaración en la que enfatiza que el Estudio de Impacto Patrimonial realizado por el arquitecto colombiano Juan Luis Isaza, referido a las obras del Terminal 2 de TCVAL y el mall Puerto Barón, que se proyectan en el borde costero de Valparaíso, "es contundente en afirmar que resulta necesaria la modificación y perfeccionamiento de los actuales límites del polígono designado como Sitio del Patrimonio Mundial, lo cual requerirá incorporar valiosas expresiones materiales e inmateriales del patrimonio portuario, industrial, ferroviario, marítimo, naval, arqueológico y subacuático, que paradojalmente en la actualidad se encuentran fuera del área oficialmente reconocida por la Unesco".

Trabajo mancomunado

Consultado respecto de cuáles serían los límites adecuados para el Sitio, el arquitecto Mario Ferrada, presidente de Icomos Chile, señaló que "la determinación de esos límites es algo que debe trabajarse mancomunadamente con los organismos públicos, entre ellos el Consejo de Monumentos Nacionales, la Municipalidad de Valparaíso, organizaciones civiles, el puerto, la Armada Nacional, etc.".

A su juicio, dicha ampliación "no es algo que se defina desde un escritorio, ya que lo primero es saber determinar los valores históricos, urbanos, arquitectónicos, paisajísticos, sociales y culturales del borde costero y cómo ellos están íntimamente relacionados con los valores y características del actual polígono del Sitio. Lo que sí podemos afirmar es que hay muchas expresiones patrimoniales que están descritas en la inscripción del Sitio y que espacial y territorialmente se ubican fuera de ese Sitio; esto resulta un contrasentido que debemos solucionar para claridad de lo que es urgente conservar y proteger en una ciudad puerto como Valparaíso".

Por su parte, el senador por la Quinta Región Costa, Francisco Chahuán, cree que el polígono "es absolutamente revisable y es posible que se pueda ampliar los deslindes del sitio considerado de interés y de conservación patrimonial, por supuesto".

Glosa patrimonial

La declaración concluye también que "Icomos Chile observa con preocupación la persistente ausencia de una política pública nacional sobre los sitios chilenos inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco, cuya falta ha generado la grave situación que observamos sobre el Sitio del Área Histórica de la ciudad puerto de Valparaíso".

Una de las alternativas que se ha planteado en ese sentido, además de lo anunciado por el intendente Aldoney, es una glosa presupuestaria, y al respecto, el senador Chahuán recordó que durante el gobierno de Piñera "yo solicité una glosa patrimonial, que fue consagrada en la ley de presupuesto, pero que finalmente ha ido desvaneciéndose en las últimas leyes de presupuesto enviadas por el gobierno de la Presidenta Bachelet".En esa línea, Ferrada planteó que "la glosa presupuestaria debiera ser parte de un proyecto de ley patrocinado por el Gobierno y ampliamente respaldado por el Congreso. Es una demanda que por mucho tiempo hemos señalado desde Icomos Chile. Por ejemplo, en este momento, si se dieran las condiciones de consenso y voluntad política, podría plantearse un proyecto de ley para los Sitios del Patrimonio Mundial y/o aprovechar la instancia del proyecto de Ley del Ministerio las Culturas, las Artes y el Patrimonio".

Sin embargo, añadió, "creo necesario señalar que esta glosa debiera concebirse como un incentivo a la conservación que potencie las propias capacidades económicas que tiene el patrimonio y las comunidades. Hay que evitar que sea un simple gasto y, al contrario, debe convertirse en una inversión del largo plazo, que impacte y replique desarrollo. De igual modo, no basta con una glosa, sino que ella debe inscribirse en el fortalecimiento de la capacidad administrativa y técnica, apoyada en los estándares internacionales para lograr el manejo y gestión del patrimonio en cada uno de los Sitios".