En un padrón de casi 14 millones de electores se ha detectado que unos 500 mil de ellos han cambiado su domicilio electoral, sin que muchos de esos ciudadanos lo hayan solicitado, lo que abre un escenario complejo de cara a las próximas elecciones municipales -en sólo tres meses más-, sobre todo considerando la alta abstención que registró el último sufragio en el país.
El número de supuestos errores es bajo dentro del volumen general del padrón, pero podría constituirse en un factor más para que los ciudadanos no se tomen la "molestia" de ir a votar en la elección municipal de octubre. Es decir, esa cifra, el conocimiento de los hechos y su desarrollo puede hacer aumentar la abstención.
El problema se suma a otras irregularidades o fallas en el manejo de las cifras que podríamos llamar ciudadanas, como fue el colapso del último censo, cuyos problemas obligaron a repetir el proceso. Los números del censo, que básicamente informan sobre la población del país, determinan políticas sociales, inversiones públicas y también inciden en normativas políticas sobre cantidad de cargos públicos que se llenan mediante procesos electorales.
El problema se habría originado en información entregada al Servicio Electoral, Servel, por el Registro Civil generándose artificialmente casi 8 millones de cambios de domicilio. El Servel, con sentido común, estimó la cifra demasiado elevada, procediendo a una depuración de la información para llegar a 485.008 casos. La duda es cuántos de esos casos ya definidos efectivamente solicitaron su cambio de domicilio electoral.
Sin embargo, muchos de los 14 millones 200 inscritos en los registros tendrán, con toda razón, interés en saber su situación domiciliaria. Por otro lado, quienes aparecen en la cifra ya depurada buscarán corregir un error si es que existe.
Hay frente a este caso lógicas reacciones políticas pues para algunos, más que error se podría tratar de una maniobra.
Por eso es urgente una plena clarificación dando a la gran masa electoral la posibilidad de una consulta expedita de su situación usando herramientas tecnológicas efcientes y también sistemas de respuesta directa para quienes no tienen acceso a sistemas informáticos.
Es fundamental resolver con transparencia lo ocurrido. Hay que dar respuestas efectivas a las dudas y sospechas surgidas para evitar que lo ocurrido sea un factor más en la abstención, hecho que resta efectiva legitimidad al resultado de las urnas. Y todo esto considerando las próximas elecciones municipales y las parlamentarias y presidenciales del próximo año.