Debiera aprobarse antes de elecciones
El proceso que culminará con el nuevo Plan Regulador Comunal (PRC) de Valparaíso ya entró en tierra derecha, con la Consulta Pública del Informe Ambiental, de acuerdo a lo establecido en el Reglamento para la Evaluación Ambiental Estratégica de Instrumentos de Planificación Territorial.
Durante el proceso, que tendrá una duración de 30 días hábiles y que partió el 18 de julio, para culminar el 26 de agosto (ver recuadro), se exhibirán los documentos correspondientes al Anteproyecto e Informe Ambiental del estudio, en el hall del tercer piso del edificio municipal ubicado en Avenida Argentina 864, en Valparaíso, entre las 9:00 y 14:00 horas, junto con su exposición en el sitio web http://www.municipalidaddevalparaiso.cl/plan-regulador/Default.aspx
La propuesta ha contado con amplia participación de la comunidad, no sólo en la asistencia de más de 2.000 personas a los 26 encuentros ciudadanos convocados en sus distintas etapas, sino en el consenso generado para la toma de decisiones de planificación.
El nuevo PRC, elaborado por Foco Consultores, busca un área urbana que promueva su desarrollo y consolidación de manera acorde con la capital de la Región, intentando recuperar y densificar el plan de la ciudad, actualmente en deterioro, a la vez que resguarda y pone en valor su patrimonio arquitectónico, paisajístico y ambiental, cuidando la calidad de vida de los diversos barrios y estructurando su parte alta con infraestructura vial y quebradas parque.
Ante los intensivos usos de suelo que permite el PREMVAL, aprobado en 2014, para la parte alta de Valparaíso, el PRC extiende su límite urbano actual hacia el sur oriente, llegando hasta el camino La Pólvora y la variante Agua Santa. Esta acción permite bajar la densidad de las áreas periféricas, favoreciendo la consolidación de las áreas centrales en actual deterioro, como son el barrio Puerto o el Almendral. Se proponen las zonas aledañas al camino La Pólvora como zonas de actividad productiva y de apoyo a la actividad logística.
El sociólogo Camilo Améstica, encargado de Estudios Sociales y Participación Ciudadana de Foco Consultores, explicó que "la elaboración de los patrones de asentamiento es un ejercicio de reconocimiento de las formas particulares con que la ciudad de Valparaíso ha ido haciéndose cargo de su particular territorio, pensando en que es esa forma la que le da la condición de anfiteatro natural y que es uno de los principales valores que la Unesco reconoce para la denominación de la ciudad como Patrimonio de la Humanidad".
En ese sentido, "una vez reconocidos estos patrones, a través de un estudio acabado de los sistemas de división de predios y un catastro completo de edificaciones hecho por Foco consultores, en el que se envió a catastradores que hicieron una descripción detallada de las edificaciones de la ciudad, la norma que se plantea busca resguardar esa forma histórica de desarrollo de la ciudad, con sus continuidades y diferencias, por lo que se proponen distintas normas según la forma urbana y geográfica en que se ubiquen".
En dicho contexto, "se propone una norma urbana distinta para las mesetas, cimas, los pies de cerro, las laderas y los fondos de quebradas, entendiendo que cada una tiene una distinta capacidad de incorporar edificaciones de distinto volumen y altura. Se entiende que no es lo mismo ubicar un edificio en la meseta donde afecta la armonía histórica y cultural existente, que en el pie de cerro o el fondo de la quebrada, donde históricamente se ha edificado en mayor altura. En estos sectores, fondos de quebrada y pies de cerro, es donde el plan propone las mayores alturas, llegando a un máximo de 12 pisos".
Por otro lado, Améstica explicó que "en la parte alta de la ciudad estas edificaciones de mayor altura son pensadas tanto para armonizar con el entorno, como para constituirse en interfaces que marquen un límite entre la ciudad y las quebradas, para así proteger el valor ambiental de estas. Pues son ellas las que tienen la capacidad de dotar de la infraestructura necesaria, como muros de contención y terraplenes que den mayor seguridad en casos de emergencias como remociones en masa o incluso incendios".
Uno de los conceptos principales de la propuesta es el de la consolidación de la ciudad existente, que implica no seguir creciendo en extensión, sino ocupar lo mejor posible el territorio ya construido."El plan de Valparaíso es, por su valor histórico, sus destacadas condiciones de vialidad y capacidad de carga, el centro de la ciudad, de la intercomuna y de la región. De ahí que lo que se propone es dotar al plan de una norma que permita su ocupación a máxima capacidad, para la atracción de la población y su revitalización", destacó Améstica.
Esta ocupación máxima, agregó, "implica normar una alta densidad dentro de las alturas en que históricamente se ha construido allí, por ejemplo, de 8 a 12 pisos como el caso de la calle Prat. Es decir, no se permitirán edificios en altura que afectan la armonía constructiva de la ciudad, como el caso de torre Valparaíso, sino que se propone completar los espacios existentes que hoy se encuentran baldíos o subutilizados".
Ello implica que el plan de la ciudad, "por su rol de centro histórico, político y comercial, debe tener una mayor densidad que revitalice la vida urbana del centro, ocupando a máxima capacidad los espacios que hoy están disponibles y subutilizados, sin edificación que afecte el patrón de asentamiento del plan, es decir, que supere la altura histórica y armoniosa con que se construyó en la época de mayor pujanza de la ciudad".
Para futuros proyectos inmobiliarios, precisó Améstica, "la propuesta se hace cargo de las zonas de riesgo a través de los principios de resguardo de quebradas y de la creación de interfaces urbanas que marquen el límite entre quebrada y ciudad, tanto para proteger el valor ambiental de las quebradas, como para proteger a la ciudad de los riesgos de incendio y remoción en masa".No obstante, proyectos como el polémico Parque Pumpin, en el barrio O´Higgins, que comprende 23 edificaciones emplazadas en medio de dos parques y en una zona de riesgo de deslizamiento, derrumbes, inundación e incendios, según un estudio de la Universidad de Valparaíso, quedarían fuera del nuevo PRC.
Ello porque "el nuevo Plan Regulador comienza a regir desde su aprobación por el Concejo Municipal, de ahí que hasta ese momento sigue vigente el actual Plan Regulador que data de 1984, y por tanto, los proyectos y anteproyectos ya ingresados escapan a la competencia del estudio en curso", precisó.El PRC propone como espacio público toda la extensión del borde costero, a excepción del puerto y proyectos como el Terminal 2 TCVAL, pues son considerados "por la ley, infraestructura de carácter intercomunal, por lo cual se encuentra regida por la norma superior que es el PREMVAL, que define los límites de acción del Plan Regulador Comunal en estudio y obliga a reconocer lo que éste dicta", explicó el sociólogo.Además hasta ahora sigue vigente el PRC de 1984, de ahí que la propuesta se hace sobre el área de borde costero que es competencia del estudio, que abarca aproximadamente desde calle Edwards hasta el límite comunal con Viña del Mar.
En el nuevo PRC "se define y reestructura una gran cantidad de Zonas de Conservación Histórica, acotadas a aquellos sectores donde se dé una concentración de bienes de valor patrimonial, asociatividad de elementos como inmuebles, espacios públicos, miradores, áreas verdes, infraestructura, etcétera, y donde exista una representatividad de dicho sector como una pieza urbana de valor", expuso Améstica.Del mismo modo, añadió, "se ha avanzado en reconocer una serie de conjuntos de vivienda y poblaciones tradicionales de toda la ciudad como zonas de alto valor patrimonial, en las cuales se favorecerá el resguardo de su forma y su calidad de vida. Cabe mencionar que a partir de los patrones de asentamiento, no sólo las Zonas de Conservación Histórica, sino toda el área urbana, estará resguardada de proyectos inmobiliarios invasivos, como la edificación en altura".
En la actual normativa se reconocen dos zonas típicas, 51 Monumentos Históricos, un Santuario de la Naturaleza y 1.004 Inmuebles de Conservación Histórica, mientras que la nueva propuesta agrega a esto 36 Zonas de Conservación Histórica y cerca de mil nuevos Inmuebles de Conservación Histórica, aunque el estudio aún está en curso.
En términos de vialidad, "el plan regulador propone una red vial que permita abrir variantes de circulación en orden a facilitar el tránsito de las personas con una orientación a la seguridad, pensando en casos de emergencia en que sea necesario evacuar a la población y permitir el ingreso de vehículos de emergencia".
En este sentido "se proponen vialidades transversales desde el camino La Pólvora al plan en forma de "Y" que descienden por las cimas en la parte alta, para abrirse en las quebradas en que históricamente se han ubicado las vialidades de mejor calidad de los cerros, como las subidas Ecuador, Tomás Ramos, etcétera" .
Además se plantean "vialidades orbitales que permitan el tránsito de poniente a oriente a la altura de la Avenida Alemania, El Camino del Agua y una nueva orbital propuesta que iría bordeando la ciudad construida. De este modo se forma una red que permite transitar con mayor facilidad, descongestionar, no afectar los subcentros de cada cerro y hacerse cargo de mejor manera de las eventuales emergencias al crear cuadrantes", destacó Améstica.
Las vías transversales, es decir, que suben o bajan desde el cerro al plan, son avenidas como Miguel Ángel, El Vergel, Las Torres, Cuesta Colorada, Rodelillo, Mata, entre otras. El diseño de esta red se realiza cuidando de no intervenir los barrios consolidados, mejorando su conectividad sin alterar su calidad de vida.
Las definiciones hechas para la localidad de Placilla "se hicieron bajo el principio de gestionar el crecimiento futuro consolidando un centro urbano que sea capaz de recibir los equipamientos requeridos por la comunidad. Esta área central se define en torno al eje de la calle Obispo Valdés, en la cual se concentrarían aquellos equipamientos y las mayores densidades de población, las que irán descendiendo progresivamente a medida que se alejan del área central, dando lugar a cinturones concéntricos de distintas intensidades de uso según su proximidad con la centralidad definida consensuadamente con la comunidad", detalló Améstica.
El sociólogo resaltó además que "otro consenso técnico ciudadano al que se llegó fue la generación de un área de protección en torno a los cuerpos de agua Tranques La Luz y El Peral, y las quebradas".
Un caso complejo es el de Laguna Verde, pues los planes reguladores comunales tienen competencia sólo sobre las áreas urbanas y las áreas de extensión urbana dictadas por la norma superior, PREMVAL en este caso.
Según explicó Améstica, "en Laguna Verde estas áreas de extensión no cubren todas las áreas edificadas irregularmente, y la mayor parte de ellas quedan fuera de la norma urbana, no obstante eso, y en acuerdo con la comunidad, se decidió extender el límite urbano todo lo posible en estas áreas de extensión de la normativa actual, para dar un paso inicial hacia lo que podría ser la regularización de la zona y permitir el acceso más expedito a equipamientos y servicios carentes hasta ahora".
En cuanto a la consideración de la zona como parte de un área de riesgo por inundación por tsunami, y atendiendo a los anegamientos por las marejadas del año pasado, "en consenso con la comunidad se definió estructurar las centralidades de Laguna Verde tanto entre su centro histórico (parte baja), donde debiesen ubicarse los comercios y actividades ligadas al turismo, como en partes más altas a salvo de ese riesgo, en las que se entiende que deberá promoverse la instalación los equipamientos de seguridad, de salud y educación a fin de que se encuentren fuera de la zona de riesgo inminente", detalló.
"A partir de los patrones de asentamiento, no sólo las zonas de conservación histórica, sino toda el área urbana estará resguardada de proyectos inmobiliarios invasivos, como la edificación en altura"
Camilo Améstica, Sociólogo Foco Consultores"
El 26 de agosto termina la exposición pública del anteproyecto e informe ambiental. Una vez concluido ese plazo, hay un máximo de 15 días para resolver las observaciones hechas por los ciudadanos. Tras esto, el Concejo Municipal iniciará el proceso de aprobación, y una vez definido aquello, el PRC debe ser expuesto a la comunidad por 30 días, en donde habrá dos exposiciones públicas en el plan de la ciudad, una en Laguna Verde y una en Placilla, en las que el director de Asesoría Urbana del municipio explicará los detalles del instrumento. Luego de esos 30 días, hay 15 días para resolver las observaciones hechas por la ciudadanía, y luego de esto el Concejo Municipal aprobaría el Plan y entraría en vigencia. En la consultora Foco señalan que idealmente, el nuevo PRC debiera estar aprobado y comenzar a regir antes de las elecciones municipales de octubre.
"El plan regulador propone una red vial que permita abrir variantes de circulación en orden a facilitar el tránsito de las personas con una orientación a la seguridad, (...) y permitir el ingreso de vehículos de emergencia"
Camilo Améstica, Sociólogo Foco Consultores