A casi dos meses de la entrada en vigencia de la Ley de Etiquetado, lo que significó el mayor cambio en la industria local de alimentos y bebidas, Francisco Frei, gerente de Comunicaciones y Asuntos Públicos de Nestlé, comentó que, pese a que no quedó estampado en la ley, la firma mantiene su visión respecto de que uno de los focos principales para mejorar la educación nutricional de la población tiene que ver con informar sobre las porciones que se deben consumir y, en base a eso, equilibrar la ingesta de alimentos.

Según Frei, los cambios que la firma ha debido enfrentar en supermercados, almacenes y minimarkets a partir del 27 de junio no han significado un impacto económico. Y pese a las críticas que mantiene sobre su discusión y posterior promulgación, afirma que la norma introdujo una coyuntura con la que deben operar.

La Ley de Etiquetado establece los nuevos criterios para los productos y estipula que los que sobrepasen ciertos límites deberán incluir en sus envases un disco pare de color negro que diga "Alto en azúcar", "Alto en grasas saturadas", "Alto en Sodio" y "Alto en calorías".

- ¿Por qué la firma apunta a poner el énfasis en el consumo de porciones a través de información que se entrega en los envases?

- Todos sabemos que el problema de la obesidad es bastante serio y grave en Chile. Y como tal, tiene que abordarse en una forma multifactorial. Estamos convencidos que un papel fundamental lo juegan los hábitos de vida saludables. Por ejemplo, un nivel de ejercicios y actividad física regular, pero también los hábitos de alimentación. Y en ese sentido, nos preocupa cómo se combinan los alimentos y cómo se consumen. Como empresa estamos abordando esto desde el punto de vista del perfil de los productos, con el mejor perfil nutricional, y tratando de ayudar a educar a la población en las porciones adecuadas. Creemos que no hay productos buenos ni malos, sino que todos se pueden consumir combinados, pero en las porciones adecuadas. La idea es ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas a través de los alimentos.

- ¿Qué efecto ha tenido esta estrategia en los consumidores?

- En general hemos tenido un buen feedback inicial, pero informal, ya que no tenemos estudios en este momento. Los comentarios son bien recibidos, porque el objetivo es educar a que la gente se alimente mejor.

- ¿La gente entiende realmente este tipo de mensajes sobre porciones en los envases de los productos que compra?

- Nosotros llevamos muchos años comunicando a través de nuestros envases para detallar las porciones. Lo que hemos hecho en el último tiempo es darle un poco más de relevancia a esta información. Es un proceso de educación. La idea al final es ir cambiando hábitos y comer todo, pero en porciones adecuadas.

- ¿Está siendo este mensaje comunicado de forma efectiva?

- No es un trabajo de un día para otro, pero en la discusión el tema de las porciones está instalado. Lo hemos conversado con académicos y autoridades y es un proceso que está avanzando. Los hábitos se van cambiando de a poco, con una buena educación y sin demonizar a los alimentos.

- ¿A quiénes es más fácil llegar con este mensaje?

- Es bastante multifactorial y depende de cómo lo comuniques. Nuestro principal medio de comunicación es el envase. Vendemos millones de unidades de nuestros productos todos los días. Y cada día están en la casa de los chilenos alineados construyendo este mensaje. Y nuestra experiencia así también lo dice. Por ejemplo, tenemos programas de educación en nutrición, como "Niño saludable", que apunta a trabajar con niños de pre kínder a cuarto básico. Hoy tenemos en este plan a más de 40 mil niños en colegios de Arica a Punta Arenas. La experiencia nos dice que es mejor mientras más temprano construyas hábitos. La idea es que los niños vayan acostumbrándose a combinar mejor sus platos, pero también con jóvenes y adultos.

- ¿Son las empresas las llamadas a ejercer un rol en la salud nutricional? Lo pregunto porque puede existir un conflicto de intereses al existir una transacción futura.

- No, definitivamente no. Las empresas tenemos varias responsabilidades y servicios que ofrecer. Nestlé tiene que entregar valor a sus accionistas, porque es una empresa privada, y al mismo tiempo -no solo si lo primero resulta- dar valor a la sociedad. Esos son los dos objetivos que los más de 350 mil colaboradores de Nestlé en todo el mundo tienen. Y esa no es una moda, sino que un modo de hacer negocios. Como compañía hemos basado esto en tres ejes centrales: gestión de agua, desarrollo rural y educar en nutrición. De esa forma podemos contribuir no solo a mejorar la calidad de vida de las personas a través de nuestros productos. A mí no me interesa que alguien se coma dos paquetes de galletas de mi compañía todos los días, me interesa que todos los días, si quiere hacerlo, coma con las porciones indicadas, porque esa es una alimentación equilibrada.

- ¿Cree que las críticas de la industria a la Ley de Etiquetado fueron excesivas? La iniciativa puso a la norma chilena a la par de otras en países más desarrollados.

- La Ley de Etiquetado se discutió y ya es ley. Como compañía lo que estamos haciendo es cumplirla al pie de la letra. Dicho eso, es el reglamento más estricto del mundo. Tuvimos diferencias por la forma en que se construyó, porque se basa en 100 gramos o ml de producto. Y la gente no come así, sino que en porciones. Pero esto ya es reglamento y ahora los reglamentos, más que prohibir, se deben enfocar en educar, y a eso estamos abocados.

- ¿Tendrá esta ley algún impacto económico para Nestlé?

- Nunca ha sido una de las variables que hemos considerado. No hay productos buenos ni malos, porque creemos que todos son buenos en la medida que se consuman en su justa medida. Si me preguntas si hemos tenido algún impacto en este primer mes de nueva norma, a la fecha, si bien es pronto para decirlo, no hemos visto impacto en las ventas. Y nuestro compromiso es a más largo plazo, porque al estar enfocados en educar nutricionalmente estamos más allá de estas coyunturas, que debemos asumirlas y respetarlas.

"La Ley de Etiquetado se discutió y ya es ley. Como compañía lo que estamos haciendo es cumplirla al pie de la letra. Dicho eso, es el reglamento más estricto del mundo"."

América Latina vivirá este año el fin de la desaceleración económica que comenzó en 2012, con una caída de la actividad del 0,9%, y comenzará una recuperación gradual en 2017 con una subida del PIB del 1,8%, según un informe del gabinete de estudios del BBVA.

Este aumento de actividad estará apoyado en un aumento de la inversión, tanto pública como privada, especialmente en Argentina, Perú y Colombia, así como en una mayor actividad del sector exterior.

Según el estudio del banco español, las exportaciones se beneficiarán de las anteriores depreciaciones del tipo de cambio y por el gradual aumento de precio de las materias primas.

Respecto de la inflación, "aunque aún está alta en los países de América del Sur, vemos que ya empieza a descender en la mayoría de ellos, con la importante excepción de Colombia", afirmó Juan Ruiz, economista jefe de BBVA Research para América del Sur, citado por la agencia EFE.

Desde que se creó Start Up Chile, en 2010, han postulado casi 20.000 empresas de 130 países y han pasado más de 1.300 emprendimientos. A pesar de tener sólo 6 años de vida, este programa nos ha posicionado en el mapa del emprendimiento internacional, tanto por la venida de extranjeros a Chile como por haberse convertido en un referente al exportar su modelo a más de 50 países.

El balance de esta ambiciosa política pública es positivo. Los fondos levantados por las empresas luego de pasar por el programa superan los 385 millones dólares. Asimismo, ha fomentado la creación de redes de contacto, ha permitido reformular y optimizar modelos de negocios, ha potenciado competencias individuales y grupales, también ha atraído nuevos clientes para los empresarios locales y los ha contactado con potenciales inversionistas. No cabe duda que Start Up Chile ha generado una influencia positiva en el ecosistema emprendedor nacional.

En la lógica de atraer nuevos emprendedores al país, el programa ha incorporado focos dignos de mencionar. Uno de ellos es el Fondo S Factory, orientado sólo a emprendedoras para atraer a más mujeres al mundo del emprendimiento, que lamentablemente aún son minoría en proyectos de gran escala.

De la misma forma, destaca el impulso a la descentralización, donde se pretende llevar el programa Start Up Chile a regiones para fomentar la asociatividad entre emprendedores locales e internacionales, con el incentivo de $ 5 millones adicionales a los negocios que culminen su última fase de aceleración en centros regionales, potenciando el entorno emprendedor ciudades con enorme potencial, tales como Concepción y Valparaíso.

Esta visión descentralizadora del programa es un reto, pero también un gran acierto. En Chile arrastramos una deuda histórica con las regiones, que hasta la fecha habían sido subvaloradas en materia de emprendimiento. No debemos concentrar nuestros esfuerzos y recursos en la capital, bien sabemos que Santiago no es Chile. El emprendimiento, junto a la educación, es una de las principales herramientas de movilidad social y también debemos utilizarlo como un instrumento potente para incentivar una política de regionalización real, inexistente hasta ahora en Chile.

Juan Pablo Swett