"Quizás me volví un poco flojo y hoy veo la actividad desde la distancia"
La jornada comienza temprano en calle Las Heras. Son las 5.30 de la mañana y Patricio Hormann ya está sentado en su oficina, observando una pantalla que no deja de llamar la atención.
El dueño y gerente de "Auto-Stock" es un tipo extrovertido. Habla fuerte, pero con un tono de voz que no incomoda. De risa fácil, tiene mil historias, todas las cuales encuentran un final que sorprende.
La pasión de Hormann es el trabajo y el automovilismo. Es el gran mecenas del mundo tuerca a nivel regional.
Hormann confiesa que no recuerda desde cuándo el campeonato automovilístico de Quilpué lleva el nombre de su empresa, asegurando también que es un tema de las platas que "no me interesa", aunque de inmediato aclara que no está dispuesto a que le arrebaten ese "honor".
"No me sentiría bien si otra empresa toma el nombre del torneo... no me sentiría bien ver al campeonato con otro nombre", asegura, dejando establecido que su aporte a la actividad en la Villa Olímpica no tiene plazo de término.
De todas formas, el empresario asume que el tiempo pasa. A sus 64 años, la diabetes es una enfermedad que le complica, aunque otra vez sorprende.
"Hace unos años me operaron por la obstrucción de la vena femoral en la pierna derecha.. quedé medio cojo, pero luego de la intervención igual pude alcanzar la cima de La Campana caminando", destaca con una enorme sonrisa en el rostro, mientras observa el cuadro de sus últimos dos retoños: "Fui papá hace dos años... no tengo tanta paciencia como antes, pero mi pequeña Patricia me llena la vida".
Su día a día es tan vertiginoso como cada jornada tuerca en Quilpué. A las 7 de la mañana toma clases de batería, autocalificándose como un "rockero" a quien el ritmo que más le ha complicado es el mambo.
Pero a Hormann le gusta hablar de automovilismo, velocidad y, por sobre todo, de lo que se viene en el futuro para la Ciudad del Sol.
- Usted es el gran mecenas del automovilismo regional.
- Digamos que fui el gran mecenas. Hoy no. Hay que destacar que en estos momentos Eduardo Kovacs es el piloto y empresario que está respaldando de manera más importante al automovilismo en la Villa Olímpica de Quilpué.
- ¿Por qué este alejamiento?
- Yo sigo respaldando a Hermann Rauter como presidente del club... no hay nadie mejor que él para esa función. Sin embargo, hace dos años, por ejemplo, vino Eliseo Salazar a mi oficina con una propuesta acompañada de algunos empresarios de la zona para hacer una remodelación importante de la Villa Olímpica. El tema es que ellos querían el control total del recinto y eso no se podía aceptar, por lo que finalmente todo quedó en nada. En ese momento me di cuenta que quizás la actividad necesitaba de rostros nuevos y de gente como Eduardo Kovacs, que viniera a inyectar más recursos. Quizás me volví un poco más flojo y hoy, mas allá de aportar con algunas cosas, veo el presente a más distancia.
- ¿Cuál es el análisis que hace del momento que vive el club de automovilismo de Quilpué?
- Está viviendo su mejor momento. Quilpué es el centro del automovilismo en el país. No hay nada más.
- ¿Tiene claro cuánto ha sido su aporte económico en los últimos 20 años para el automovilismo regional?
- No lo tengo tan claro, pero la verdad, no es lo más importante. Cuando voy a la Villa Olímpica lo que más me enorgullece es ver cómo ha crecido la actividad. Ahí están las tribunas, las parrillas para asados, los 885 árboles que planté con mis propias manos luego de una donación de la Conaf y un sistema de riego que también instalamos... hubo mucho trabajo, mucha entrega, y eso me deja muy satisfecho.
- ¿ Qué viene para el automovilismo en la Villa Olímpica?
- Seguir creciendo. Con la ayuda de empresarios se reparó la pista y eso es clave. El futuro es seguir organizando el mejor torneo tuerca a nivel nacional. Quilpué está preparado para recibir a cualquier categoría.
- En todo este tiempo, ¿hubo algo que quedó pendiente?
- Mejorar la pista, aunque para ello había que invertir mucho dinero. Lo bueno es que Eduardo Kovacs asumió esa tarea para convertir a Quilpué en el centro del automovilismo nacional.
- A estas alturas, Kovacs es algo así como su heredero.
- Es mi amigo y una persona honesta. El automovilismo es una disciplina en donde el ego de cada uno es enorme. Se necesita a gente como Eduardo Kovacs para seguir creciendo.
- ¿Y que viene para usted a partir de ahora?
- Es el momento de preocuparme de mi salud y de mi familia.
Celebrarán a los niños durante su día
En la Villa Olímpica se disputará hoy la octava fecha del campeonato de automovilismo deportivo de Quilpué. Una jornada que estará marcada por la celebración del Día del Niño y una serie de actividades que pretenden congregar a la familia en torno al reconocido autódromo. La jornada arranca a las 12 horas en el recinto tuerca, mientras que el valor de la entrada es de 3 mil pesos y los menores de 12 años ingresan gratis.
"No me sentiría bien si otra empresa toma el nombre del torneo (de la Villa Olímpica de Quilpué)... no me sentiría bien verlo con otro nombre" "Ahí están las tribunas, las parrilas para asados, los 885 árboles que planté con mis propias manos luego de una donación de la Conaf""
años tiene Patricio Hormann, dueño y gerente de Auto-Stock, el gran mecenas del automovilismo. 64
los árboles que el mismo Hormann plantó junto a la pista de la Villa Olímpica de Quilpué. 885
horas arranca hoy la octava fecha del torneo de automovilismo en la Villa Olímpica de Quilpué. 12
mil pesos es el valor de las entradas para ingresar al recinto tuerca en la jornada dominical. 3