"He decidido que quiero ser alcaldesa hasta que Dios quiera y los viñamarinos me elijan... no he pensado aún en herederos"
A dos meses de las elecciones municipales, la actual alcaldesa de Viña del Mar, Virginia Reginato (77) -quien ya había adelantado hace varios meses que iría a reelección como la candidata UDI- habla de por qué quiere seguir siendo la primera autoridad de la ciudad, de las críticas, de lo que hizo y queda por hacer, de los campamentos y de que nunca, o hasta que Dios quiera, dejará de querer ser alcaldesa.
-¿Por qué quiere volver a ser alcaldesa?
-Porque creo que todavía me falta mucho por hacer en Viña. Hasta que Dios lo quiera, y hasta que los viñamarinos quieran que sea su alcaldesa, voy a estar presente siempre.
-¿Ha pensado hasta cuándo quiere serlo?
-Estoy tan cómoda, tan feliz, que de verdad he decidido que hasta que Dios quiera y hasta que los viñamarinos quieren que yo sea su alcaldesa.
-¿Qué significa exactamente "hasta que Dios quiera"?
-Dios me dirá en algún momento... pero por ahora él lo único que hace es decirme que siga trabajando por los viñamarinos.
-¿Usted es una persona católica?
-Sí. Si yo te digo hasta que Dios quiera, es porque para mí Dios es lo más importante.
Presente y futuro
-¿Qué es lo nuevo que puede ofrecer a la ciudad luego de estos 12 años en el cargo?
-Creo que hemos hecho harto en Viña del Mar. Por algo es la ciudad más bella, la gente viene cada día más a visitarla y cada día viene más gente a vivir acá; y porque creo que ha sido un municipio realizador, que ha hecho muchas cosas, que es muy creativo y tenemos que tener contenta a toda la comuna. Ya hemos trabajado en el borde costero, eso no quita que lo sigamos haciendo, pero ahora vamos a apuntar más para el interior. Tenemos que crear más áreas verdes, aumentar las áreas verdes en el parque de Gómez Carreño, en el intercomunal de Reñaca Alto, consolidar el borde de la Laguna Sausalito y tenemos que hacer un entorno deportivo con áreas verdes maravilloso, y eso es súper importante.
-Habla de "Viña ciudad bella" siendo que el año pasado el ganador del Premio Nacional de Humanidades, Agustín Squella, criticó justamente esa denominación por el estado en que encontró la ciudad. Ustedes anunciaron un plan para mejorar la ciudad y a un año de las palabras del periodista y abogado, ¿cree usted que Viña ha logrado ser esa ciudad bella de la que siempre se habla?
-Sí, por supuesto. Mira, a mí las críticas del profesor Squella me sirvieron muchísimo porque creo que es una oportunidad para que uno de verdad pueda ver otras falencias, trabajar por esas cosas y yo siempre las críticas las acepto en muy buena onda.
-En ese minuto debe haber sido duro leer esas palabras, al fin y al cabo es el eslogan de la ciudad...
-Sí claro, pero ¿sabes qué pasa? Cuando uno está en un cargo no puedes pretender que todo el mundo esté feliz y contento, y una tiene que estar preparada para recibir críticas. Hay críticas que las he recibido bastante bien y creo que han sido una forma de incentivarnos para hacer cosas mejores.
-¿Cuáles son los temas pendientes por hacer en su gestión, y que buscará retomar en caso de ser reelecta?
-La verdad es que estoy feliz con todo lo que he hecho, creo que hemos hecho bastante. Indudablemente no puedo dejar de decir que el borde costero ha sido el gran acierto de mi gestión porque conseguimos que la gente vaya a pasear, a hacer deporte -tenemos una playa del deporte, yo disfruto cuando paso por ahí, me siento feliz y orgullosa. Hemos construido complejos deportivos en todos los sectores altos de Viña del Mar, tenemos cinco piscinas en los sectores altos de la ciudad.
-Habla de las cosas que se han realizado, pero pregunto por lo que no se ha hecho.
-Mira, siempre van a faltar muchas cosas por hacer. Me preocupa mucho la entrada a Viña del Mar, como es la variante Agua Santa, reparar la vía Las Palmas porque hemos visto que hemos tenido varios problemas en esas vías y hemos estado en conversaciones con el Ministerio de Obras Públicas para ver las soluciones definitivas. También me interesa seguir haciendo piscinas en los sectores altos, seguir temperando las que nos quedan pendientes, hoy nos quedan tres, y me interesa hacer un gran mercado municipal, hacer una cosa moderna, bonita, con todos los complementos que se necesitan para ello. También seguir avanzando en los campamentos, que es para mí una gran preocupación. Tenemos que tener soluciones, pero éstas no las puedo tener yo sola, y para eso necesito la ayuda del gobierno.
-Justamente esta "ciudad bella" tiene el campamento más grande de Chile, el cual lleva más de 20 años esperando por una solución definitiva y varios retrasos en el diseño de su urbanización. Se le atribuyó responsabilidad al municipio y también al Serviu.
-Hoy las responsabilidades de las que sea, los campamentos están armados. Lo que tenemos que hacer hoy es darles la solución a estas personas para que tengan una vivienda digna.
-Las dificultades que han surgido para urbanizar ese campamento dan a entender que no es una tarea sencilla...
-Es difícil, porque son terrenos del Serviu y particulares, y no podemos hacerlo solos como municipalidad, no podemos entrar en terrenos en que la gente está de forma ilegal. Yo qué más quisiera que ayudarlos de la mejor forma, porque ellos quieren tener la luz, se la merecen, quieren tener agua, se la merecen. Pero no es cuestión de llegar y poner esas cosas, no podemos hacerlo nosotros como municipalidad.
-¿Cree que el Serviu se ha demorado mucho en la urbanización?
-La verdad que sí, se ha demorado mucho en tomar decisiones. He estado siempre en conversaciones, incluso con la Ministra, porque le he pedido que me ayude con este tema de las tomas, porque no es un tema menor. Hoy existen muchas tomas en Viña, todos quieren venirse a vivir a Viña y yo quiero ponerle un parelé para que no se instalen más tomas y para eso necesito el apoyo de las autoridades regionales.
-¿Cuál es su visión para Viña del Mar a futuro, tomando en cuenta la presión inmobiliaria, el caos vial y los nuevos problemas con el borde costero?
-En el tema de las marejadas creo que llegaron para quedarse. Yo espero que vengan por un periodo corto... pero si no es así tendremos que estar preparados para esas situaciones. Quienes viven cerca del borde costero, y han tenido problemas con las marejadas, han tomado las medidas que corresponden y nosotros como municipalidad siempre vamos a estar con la mejor disposición para apoyarlos.
-¿Y su visión de Viña a futuro?
-Creo que Viña con su clima maravilloso, una ciudad que a todo el mundo le gusta para vivir... quiero mantenerlo. Y me interesa que los viñamarinos tengan las mejores condiciones de vida.
-Retomando el tema de las marejadas, los daños ocasionados y los costos de las reparaciones, ¿cree que fue una buena decisión el desarrollo del proyecto del paseo borde costero?
-Sí, por supuesto, no te digo que me siento orgullosa de eso, a pesar de las marejadas. Se destruye, pero este borde costero está construido con cosas que no son de un gran costo y que es fácil, con el presupuesto municipal, reponerlas.
-Algunos expertos hablan de repensar el borde costero, no el paseo sino el borde en general. Incluso se puso en discusión la vigencia de la ley Lorca y el plan regulador.
-Pero el Ministerio de Obras Públicas está viendo posibilidades y se está trabajando en la municipalidad con los marinos. Hay una mesa técnica trabajando porque se está hablando de unas defensas que se pueden poner en el mar. Se está trabajando en eso, pero eso son palabras mayores, eso es un tema del Ministerio de Obras Públicas.
-¿Cree positivo seguir impulsando instalaciones como hoteles o edificios en el borde costero?
-Nosotros estamos trabajando con el plano regulador para justamente regular todas esas cosas.
-¿Y qué se está planificando para ese sector?
-Estamos trabajando...
-El seremi de Minvu ha dicho que es necesario agilizar la entrega del nuevo plan regulador. Debería haber algo ya...
-Pero estamos trabajando y creo que muy luego vamos a tener novedades. Está súper avanzado, hemos trabajado con las juntas de vecinos, todos han participado. Ésa es la idea, que todos hagan su aporte.
-¿Cree que ha fallado en algo en su gestión? ¿En qué y por qué? Se lo pregunto porque ha habido muchas críticas, algunas las hemos conversado, pero también han surgido varios movimientos que han reclamado bastante por distintos motivos.
-La verdad es que no sabría qué decirte... si las críticas a mí me sirven, es una forma de ver cosas que a lo mejor nosotros no las vislumbramos.
-En el último tiempo han habido varios juicios importantes. Por los estacionamientos subterráneos, por el mall de 14 Norte, por la estafa de Inverlink... ¿Tiene algún temor por los impactos de estos juicios millonarios?
-Mira, creo que nosotros como municipalidad hemos sido súper respetuosos con todas las decisiones de la Contraloría, y lo que nos ha ordenado la Contraloría. Hemos seguido al pie de la letra lo que ellos nos ordenan. Y en el tema de los juicios, nosotros como municipalidad los estamos enfrentando, pero tomaremos las medidas que los tribunales decidan.
-¿Se arrepiente de haber dado los permisos de construcción al mall de 14 Norte la primera vez?
-Te vuelvo a decir, tengo que acatar y hacer lo que la Contraloría me ordena y en eso estuvo el informe jurídico y de la Dirección de Obras.
-Pero más allá de los papeles que usted tiene en la mano para decidir, al mirar hacia atrás y ver todo lo que pasó por ese permiso, ¿cree que fue la mejor decisión?
-Es que tenía que tomar la decisión que la Contraloría me ordenaba. ¡Qué importa lo que yo hubiera pensado! Yo aquí tengo que ser súper disciplinada, siempre lo he hecho. Ese era un tema jurídico con la Dirección de Obras.
-Pero el meollo del recurso era justamente si usted había dado o no la orden a Obras para autorizar el proyecto...
-Yo lo único que hice fue que la Dirección de Obras decidiera lo que le correspondía. La Dirección de Obras es autónoma.
-Han habido varios problemas con las decisiones de la Dirección de Obras últimamente. Este mismo caso, el uso de los antejardines, el permiso del hotel Hyatt, los estacionamientos subterráneos... ¿Cuál es su evaluación de la Dirección de Obras?
-Hmmm... Lo único que yo quiero que entiendan es que la Dirección de Obras es autónoma. A veces la Dirección de Obras da permisos y yo no tengo por qué enterarme.
-¿Y cree que eso está bien? ¿Debería cambiar, para que las nuevas obras en la comuna vayan en la línea en que usted quiere dirigir la ciudad?
-Indudablemente, porque la Dirección de Obras no está aparte de la ciudad. Pero yo me abocó a lo que a mí me corresponde.
-¿Ha pensado en postular al Senado o a otro cargo público?
-¡No! Voy a ser súper franca. Yo era una humilde viñamarina en esta ciudad, trabajé en los cerros en forma voluntaria y nunca pensé en tener un cargo, no era mi interés. Primero fui concejal, que ese cargo me lo impuso el senador Beltrán Urenda cuando yo trabajaba como secretaria. De ahí después llegué a alcaldesa y jamás se me pasó por la mente llegar a ser alcaldesa. Y yo no voy a perder jamás el contacto con la gente, el poder subir al cerro, el ver las cosas que hemos hecho... Jamás voy a cambiar esto por irme al Congreso. Para mí ser la alcaldesa de Viña es lo único que me interesa.
-En caso de que algún día cambie de opinión, ¿quién podría ser el heredero del legado Reginato? ¿El concejal Jaime Varas? ¿El diputado Osvaldo Urrutia?
-Mira, yo no lo he pensado, porque cuando uno piensa en herederos es porque estás pensando en irte, y como eso no está en mis planes, no tengo ningún heredero por ahora.
¿Cómo ve competir de nuevo con Lues?
Consultada sobre cómo ve la competencia con el candidato de la Nueva Mayoría René Lues (DC), con quien ya se enfrentó en 2012, dijo: "He sido candidata varias veces y si hay algo que yo siempre mantengo es el respeto por mis contrincantes. No se trata de hacernos daño o desprestigiarnos, ya somos candidatos y cada uno tiene que proponer y decir lo que quiere para la ciudad. A René Lues le tengo mucho respeto y hace poco le dije que lo ideal es que la campaña la hiciéramos con mucho respeto y cariño, porque esto es una campaña, no una guerra".
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