"No tengo duda: hay parlamentarios adictos y parlamentarios que agreden a sus mujeres"
Acabar con el doble estándar de los partidos políticos que avalan situaciones anómalas para conseguir votos. Esa es la exigencia que hace la senadora y presidenta de Amplitud, Lily Pérez, al constatar la ola de denuncia de agresiones de violencia intrafamiliar en el mundo de la política que se han conocido en las última semanas, entre éstas la del actual diputado Ricardo Rincón (DC) contra su expareja, y que según el artículo del diario electrónico El Mostrador, terminó con "la nariz fracturada, dedos marcados en el antebrazo y señas de puños y hematomas en la cara y el cuerpo".
-En la Cámara las diputadas dicen estar en shock. ¿Qué le parece este caso?
-Bueno hoy es lo de Ricardo Rincón y un concejal de no sé qué comuna. Ayer un candidato a alcalde a Illapel y un candidato a concejal de la UDI. O sea, esto suma y sigue. Pero me parece excelente que se estén destapando casos de violencia intrafamiliar. Una de las cosas en que he sido tremendamente crítica en estas candidaturas municipales es que hay partidos que no solo toleran las faltas a la probidad, sino que también toleran casos de violencia intrafamiliar. Cuando asumí la presidencia de Amplitud el 9 de julio modificamos los estatutos y ningún dirigente ni candidato puede tener ni líos con la justicia por falta de probidad ni denuncias por violencia intrafamiliar. Ese es nuestro estándar en Amplitud y esa es nuestra responsabilidad como partidos políticos modernos. Y digo modernos porque hay que mirar para atrás y ver cuánto nos costó sacar la ley de violencia intrafamiliar. Yo pertenecía a un partido en que en su momento todos los senadores votaron en contra de esta ley y después nos costó mucho sacar la ley contra el femicidio. Y yo como impulsora de este tipo de leyes creo que no es solo denigrante para las mujeres como género, sino que es denigrante para la sociedad que haya partidos que toleren esto por los votos. Llevan gente cuestionada por el caso basura, o por boletas falsas o gente que tienen denuncias por violencia intrafamiliar; los llevan igual. Entonces el rol es de los partidos políticos. Ahora todos critican pero ¿qué han hecho en sus partidos".
-¿Es necesario que se legisle sobre este tema de modo que se impida llevar candidatos que tengan este tipo de denuncias?
-Es que esto es igual como cuando presente un proyecto para que los representantes populares no puedan ser consumidores de droga y no hemos tenido éxito. Son estándares mínimos que los deben poner práctica los partidos políticos que deben ser los coladeros y no endosar la responsabilidad a la sociedad ni a la opinión pública y decirle "vea bien por quién vota" porque la gente no tiene conocimiento.
-¿Y por qué no a través de una ley?
-Para mí este es un problema político. Porque hay casos que ya están en los cargos y ¿qué hace el partido? Dice " no hubo denuncia o no hay sentencia, el tribunal no investigó", etc.
-¿Una ley que prohibiera que personas con estas denuncias postulara no serviría de nada?
-Bueno, así debiera ser pero como soy pragmática y realista, y veo que no lo hemos conseguido con el tema de las drogas porque veo tanta renuencia que no tengo dudas de que hay parlamentarios que son adictos como tampoco tengo dudas de que hay parlamentarios que agreden a sus mujeres. Llevo un tiempo largo en política y he escuchado cosas como "si zamarrear a la vieja no es tan terrible" o gente que tiene historia en esto; me tocó ver a un candidato a alcalde en Cabildo y yo no lo apoye como candidato a alcalde en elecciones pasadas por violencia y ahora Chile Vamos lo lleva igual. Es que con una ley nos va a pasar lo mismo que ha ocurrido con el proyecto que busca que los parlamentarios no sean adictos a las drogas. Y no es por meternos en su vida privada, sino que porque dependen de un dealer y una persona que depende de un dealer es una persona vulnerable en su conciencia. Y ese es mi punto con los parlamentarios adictos. No me importa lo que hagan en su vida privada, soy liberal, pero sí me importa que sean parlamentarios, que tomen decisiones, y que tengan un dealer que los chantajee o los presione, o reciban plata vinculada a la droga. Entonces creo que es mucho más rápido y crea mayor conciencia que los partidos políticos dejen su doble estándar y no lleven a gente que sean golpeadores porque tienen votos. Hace poco recibí una llamada de un exmiembro de la mesa de la DC y me cuenta que en un mandato anterior ellos habían bajado al diputado Rincón para que no fuera a la reelección. Eso da cuenta de un partido que sí sabía.
-Y hablando de género ¿qué le parece esta encuesta del Ine en que a mayor estudio la brecha salarial entre hombres y mujeres aumenta?
-Bueno, eso es absolutamente real y le sumo la encuesta Cadem del martes que encargó la Sofofa. Y ahí se señala que junto a la brecha salarial - que es histórica y no hay reforma laboral que valga, porque hasta en el Festival de Viña el animador gana más que la animadora ya que es una cosa cultural-también evidencia una cuestión muy contradictoria. Y es que cuando le preguntan a la gente si prefiere tener jefe hombre o mujer, un 60% prefiere a un hombres, pero cuando le preguntan quiénes son más responsables en el trabajo, señalan que las mujeres.
Por eso, temas como éste, como la agresión física, no tiene que ver con condición social, cargo, género, nada. Todos sabemos que ha habido empresarios conocidos en Chile que han salido por estos temas. Hoy es un diputado o un concejal, mañana un ministro o un candidato presidencial. No sabemos. Por eso que es importante que cuando pasan estas cosas las mujeres las denuncien y segundo, que cuando se denuncian se investiguen.
Acusación sin sentido
-¿Qué le parece que haya dos solicitudes de acusación constitucional contra Blanco?
-Yo fui diputada y respeto la autonomía de los diputados para presentar acusaciones constitucionales, pero me preocupa que cuando vas a tener dos acusaciones constitucionales y al Ministerio de Justicia de cabeza estudiando para hacer frente a estas dos acusaciones, se frenen un montón de cosas que hay que hacer en materia de justicia. Me tocó ver de cerca la acusación constitucional y posterior destitución del exministro de Educación Harald Bayer. ¿Se acabó el lucro con su destitución? Y Bayer fue destituido por el lucro con fondos públicos, y el lucro no se acabó con la salida de Bayer. Y me pregunto lo mismo en el caso de la ministra Blanco. ¿Se va se va a acabar la crisis del Sename o la crisis de Gendarmería? Y lo dejo ahí porque tengo que ser jueza si prospera alguna de las acusaciones. Y el tema de fondo es que ni en el problema del Sename ni de Gendarmería ningún Gobierno le ha hincado el diente como corresponde.
-Entonces, ¿la salida de Blanco no resuelve nada?
-O sea, más allá de la acusación los problemas en Gendarmería y el Sename van a seguir igual si no hay voluntad política y tenemos un Gobierno indolente respecto a los niños vulnerables y a los niños infractores de ley, e indolente en el caso de Gendarmería.
"Después de la elección municipal el rol que tenga la DC será clave. Ahora nadie se pelea con nadie, pero espero que después la DC se ponga los pantalones y ayude a construir un centro político sensato a mediano y largo plazo" "La Presidenta se ha gastado todo su capital político en las reformas porque está convencida de que son buenas, pero este giro a la izquierda y esta estatización se impulsa pensando que hay un Estado que funciona, pero es inoperante""
Región de Aconcagua en peligro
"Siempre he sido partidaria de que se cree la Región de Aconcagua pero este un Gobierno indolente. La Presidenta Bachelet lo anunció en la plaza de San Felipe cuando era candidata y hasta ahora no ha pasado nada. Nos mandó la región del Ñuble a trámite parlamentario y de Aconcagua nada de nada. A lo mejor lo hace el próximo año para que sus candidatos al Parlamento digan que va a salir, pero eso no garantiza que vayamos a tener la región porque tiene que venir con recursos y estamos frente a un Estado sin plata. Yo la verdad no le veo ningún futuro al menos en este Gobierno".