La formulación del nuevo Plan Regulador Comunal (PCR) de Valparaíso es uno de los mayores desafíos de planificación urbana del país. Debe contemplar en ese instrumento variados factores: puerto en expansión, patrimonio, topografía, reconstrucciones, accesibilidad y despoblamiento.
Así, la elaboración del nuevo PRC iniciada en 2013 constituye un trabajo de "cirugía urbana" de gran complejidad al cual se presta atención no sólo desde del interior de la ciudad, sino que también desde toda la región y el país, ya que muchos de los hechos, negativos, positivos o propositivos, que se relacionan con Valparaíso tienen resonancia nacional y hasta internacional.
En ese contexto avanza el trabajo del nuevo PRC que pasa por una etapa de gran importancia, como es la Evaluación Ambiental Estratégica, cuyo contenido, expuesto a la comunidad, recibirá observaciones hasta mañana viernes. Las observaciones deben ser respondidas, pasando la propuesta a consideración del Ministerio de Medio Ambiente.
Cumplido ese trámite corresponde exponer públicamente el Plan Regulador, con su Ordenanza de Construcciones, ya en su versión definitiva.
De los avances en los trabajos del PRC se dio cuenta en una sesión municipal no exenta de polémica ante observaciones de los concejales, sumándose además una protesta vecinal por nuevas edificaciones.
El alcalde Jorge Castro expresó el propósito de zanjar el tema este año, es decir a tres del inicio del estudio. A su vez, Rodrigo Uribe, seremi de Vivienda de Valparaíso reconoció que el trabajo está dentro de los plazos y llamó a la comunidad a conocer la propuesta y a formular observaciones: "Este no es un tema de elite… queremos generar debates y exposiciones para que la ciudadanía tenga una activa participación".
Sobre este punto es preciso atender lo señalado en la sesión aludida por el concejal Carlos Bannen, quien señaló que "este es un tema complejo, muy técnico".
Y ese un punto que se debe tener presente cuando se llama a participar y debatir: la necesidad de aclarar la propuesta para evitar que sea críptica y quede al alcance de todos los ciudadanos y sus organizaciones. No se trata de eludir el necesario tecnicismo urbano del proyecto, pero sí de traducir ese tecnicismo para las personas, señalando el alcance en terreno de la normativa en curso y su proyección.
Finalmente, se debe considerar que la culminación de este proceso se da en un ambiente electoral, con un alcalde que va a la reelección, con críticas de algunos sectores a su gestión, variable política que, idealmente, no debería enturbiar un trabajo como el Plan Regulador Comunal, instrumento que debe mirar al futuro de Valparaíso.