Correo
Clases de Filosofía
No cabe duda que a raíz de la polémica por las clases de Filosofía lo que debiéramos hacer precisamente en la escuelas y liceos públicos es fortalecer las horas de este ramo y complementarlas con temas de ciudadanía y educación cívica. Lo que sí, me parece que a estas alturas de la historia, al menos en el ámbito de lo público, son absolutamente innecesarias las clase de Religión, sobre todo en un país laico donde los valores cívicos de la tolerancia, justicia, igualdad y solidaridad tienen por cierto un cariz más propio de un Estado de derecho democrático y republicano que de uno confesional decimonónico.
Asimismo, deberíamos promover el estudio de la propia Historia, universal y chilena, con un enfoque crítico; los mitos y héroes de la vida patria deberían ser analizados desde la luz de la razón y de la evidencia, más que desde la lógica del rock star y del chovinismo populachero.
Rodrigo Reyes Sangermani
Todos políticos
Vivimos una época en que las esferas que asociamos a la política se ven mermadas de toda legitimidad. Los partidos políticos, los órganos del Estado, la institucionalidad en general se ha visto envuelta en un bajón del cual no ha podido salir. Y es que no podemos seguir entendiendo que la política se limita a estas esferas. Un despolitizado Chile despierta. Vemos que la acción política no debe ser monopolizada por elites en los puestos de poder.
Nacen movimientos, poco institucionalizados, que ya no buscan el poder, buscan el cambio. Una evolución en lo que el chileno común entiende de lo público se hace manifiesta en toda señal interpretable. Ya no nos quedamos de brazos cruzados esperando que quien ostente el poder solucione los problemas. Un llamado a la acción generalizado solo nos habla de un espacio publico entendido desde abajo, horizontal, lejano de la visión vertical de décadas pasadas en que la política era cuestión de los políticos de profesión.
Lo público no es tomar decisiones para los demás, es tomar decisiones para uno mismo. Al final de la historia cualquiera podrá ser un político, sin cargo alguno.
Juan Pablo Morandé
Experiencia UNAB
A raíz de la serie de críticas que han surgido en contra de la Universidad Andrés Bello, quisiera exponer mi experiencia en esta casa de estudios en la que me desempeñé durante ocho años.
Después de trabajar en una universidad pública, ingresé el 2008 como profesor jornada completa y desde el inicio me financiaron los cuatro años de estudio de doctorado en otra universidad, me adjudiqué dos fondos de investigación internos de dos años de duración cada uno, como también viajes a congresos nacionales e internacionales. Apoyaron la publicación de dos libros y me otorgaron fondos para la organización de una decena de seminarios que eran gratuitos y abiertos a toda la comunidad.
Es una lástima cuando diputados y estudiantes, algunos de esta misma casa de estudios, critican y atacan, la mayoría de las veces sin fundamentos, a una universidad que se ha transformado en un aporte para el país.
Tan solo sugerir que el Gobierno intervenga la UNAB, con más de 44 mil alumnos y 4 mil profesores, cuando ha sido incapaz de organizar dos pequeñas universidades, resulta ilógico y no una acción que vaya en verdadero beneficio de quienes ahí trabajan y estudian.
Gonzalo Serrano del Pozo
Alerta sanitaria
En este país, ni haciendo el amor nos podemos relajar.
Nelson Lister Nazif
Fondo de pensiones
El Fondo de Pensiones fue creado en 1981. Se organizó como un sistema de ahorro individual, inembargable, adecuado a la realidad económica. Partió cobrando altas comisiones contra una garantía de rentabilidad de UF+4% anual, desanclado de los resultados de gestión (pérdidas o ganancias) de las AFP. No aceptaba disminuciones del ahorro acumulado en el Fondo.
Los sucesivos gobiernos incorporaron modificaciones que llevaron al sistema a su estado actual. Algunas de estas fueron: las AFP no compensan pérdidas por incumplir rentabilidad mínima. Se aceptó el concepto de rentabilidad negativa del Fondo. Crearon los fondos diferenciados (A hasta E) traspasando a los afiliados el riesgo de inversión. Subió la esperanza de vida lo que disminuye la pensión. Se disminuyó el valor de la multas a las AFP.
La sociedad es más que el agregado de personas indiferentes. La pensión es resultado del esfuerzo personal. Redistribuir entre los afiliados al sistema es injusto. La solidaridad se manifiesta mediante los subsidios del sistema de impuestos y gasto del gobierno, que es el que redistribuye para mitigar el infortunio de quienes no tuvieron seguridad social.
Jaime Salazar Rojas