La antigua casona que alberga a las instituciones agrupadas en la Casa de Italia, ubicada en la calle Álvarez de Viña del Mar, se encuentra en peligro de ser demolida para dar a lugar a un proyecto inmobiliario, debido a las dificultades de financiamiento de la institución y como una medida para evitar su desvalorización en perjuicio de los actuales accionistas, de acuerdo a lo expuesto por su vicepresidente, Renzo Arata.
La directiva de la institución, que deber ser renovada en breve, se encuentra dispuesta a negociar su venta, toda vez que ya existe un compromiso previo con una inmobiliaria, para levantar allí un edificio de 22 pisos, tema que es cuestionado por otro grupo de socios de la entidad, que prefiere conservar el inmueble y sus antejardines, que datan del año 1933, aunque estarían dispuestos a enajenar el terreno interior. El directorio estima que la propiedad podría a verse amenazada por el cambio del Plan Regulador Comunal de Viña del Mar, y por una campaña que emprendió el Core para declarar como monumento histórico a esta tradicional casona, que es una de las últimas que queda en el sector y que muestra un pasado esplendoroso de Viña del Mar de principios del siglo pasado.
La directiva suscribió una promesa de venta, aunque no vinculante, con la empresa Inmobilia y Gestiones de Proyectos Limitada, por lo que recibió la aprobación de un anteproyecto por la Dirección de obras del municipio.
Uno de los detractores de esta medida, el socio Tito Livio Moggia recuerda que el destino del inmueble, de acuerdo a los estatutos, debe ser definido en una asamblea de socios, citada especialmente para pronunciarse del tema, y que sólo esta asamblea es soberana, de modo que los acuerdos anteriores de directorio no tienen mayor validez. Cabe señalar que la actual directiva deberá renovarse el jueves 29 de este mes, luego que la Superintendencia de Valores y Seguros anulara la elección anterior.
Aunque las instituciones, entidades o propietarios en general, tienen plena libertad para decidir sobre sus bienes, toda vez que en este caso la antigua edificación no cuenta con ninguna protección patrimonial, se han levantado voces, que compartimos, en orden de que en el municipio viñamarino se adopten medidas para la protección de los pocos inmuebles tradicionales que aún se mantienen y que no cuentan con las calidades de protección patrimonial o haber sido declarados como monumento histórico por parte del Consejo de Monumentos Nacionales.