Mundo de la cultura pasa revista a legado de Mil Tambores
CULTURA. Las críticas se generan a raíz del estado de calles y plazas tras los tres días de un carnaval que convocó a más 70 mil personas.
¿Mil tambores es un aporte? Hecha la consulta las opiniones del mundo de la cultura se dividen. Y es que aunque el carnaval involucra un sinnúmero de actividades como murgas, pasacalles, cuerpos pintados, batucadas y talleres en colegios, las externalidades negativas terminan opacando el foco del evento que convocó a 70 mil personas. Toneladas de basura, ebrios, y cientos de jóvenes durmiendo en las calles o acampando en las plazas debido al cierre de las playas Carvallo, San Mateo y Torpederas -el lugar que se ocupaba tradicionalmente como dormitorio- generó molestia entre los porteños.
Así, algunos creen que se debe eliminar la actividad de raíz ya que en la ciudad no existen las condiciones mínimas necesarias para recibir a una multitud como la de este fin de semana, y que el evento en sí no es un aporte real. Sin embargo, hay quienes piensan que mejorar la coordinación entre los actores participantes es la solución para evitar los efectos colaterales que la actividad ha generado en los últimos años de su realización.
Una de las detractoras de Mil Tambores es Alejandra Fritis, directora del festival de cine infantil Ojo de Pescado, quien estimó que la forma en que actualmente se despliega el carnaval no otorga un aporte al desarrollo cultural de la comuna y "va en detrimento de la misma y de las limitaciones que ha tenido para desarrollarse como una capital cultural".
Y agregó que "si no hay contigente policial y condiciones sanitarias que aguanten esta gran masa que viene, no debiera haber autorización. Acá hay responsabilidad del Consejo Nacional y Regional de la Cultura porque siguen con afanes populistas financiando estas actividades sin poner ninguna regulación. Están financiando la destrucción".
Asimismo, Justo Pastor Mellado, crítico cultural y exdirector del Parque Cultural de Valparaíso (PCdV), también cuestiona la actividad remarcando que "los Mil Tambores son un síntoma de un malestar arcaico que pone en escena el dolor de grupos no garantizados que buscan una visibilidad por desesperación. Es un hecho cultural por sustracción, es decir, por lo negativo". A lo que agrega que "Mil Tambores implica su desborde porque se sobrepasa a la ciudad. La autoridad promueve el reventón y eso no se puede regular, lo único que se puede regular es la emisión de orina y fecas".
En cuanto a la organización previa del evento, el exministro de Cultura, Luciano Cruz - Coke, señaló que corresponde buscar las respuestas para que la autoridad y los organizadores se coordinen de mejor manera, ya que la responsabilidad de los hechos satélites de los Mil Tambores no recae, a su juicio, sólo en las autoridades políticas de turno "sino también en quién organiza, y esto es para todo tipo de marchas o convocatorias masivas, y quien organiza tiene que garantizar que los actos se den de buena forma y respetando el espacio público que, al final, es de todos".
Respecto al aporte cultural que Mil Tambores deja a la Ciudad Puerto, el exjefe de la cartera, comentó que "la actividad cultural en si, sí es un aporte, pero si va a terminar en saqueo al mobiliario público, en problemas de seguridad o de orden social, no, así de simple, o sea en la medida que los festivales, de cualquier índole, se hagan de buena manera, coordinando con la seguridad pública, garantizando, de parte de la producción, que no va a haber desmanes, sí; de otra manera, no tiene sentido hacerlo".
Si bien este año la prohibición de acampar en playas funcionó más que otros años, debido al constante resguardo de la Armada, la crítica es que la multitud se trasladó hacia el plan de la ciudad, dejando sucias las plazas y calles, las que también sirvieron para que cientos de jóvenes en estado de ebriedad durmieran.
En ese sentido, Rafael Torres, gestor cultural, es partidario de que una actividad como Mil Tambores no se puede terminar por actitudes de personas que no son de la comuna y señaló que "el problema no es la fiesta, sino los invitados. La imagen positiva que podría dejar el carnaval se ve completamente empañada. Hay que hacer más responsables a los organizadores porque saben que, por añadidura, su actividad atrae a personas que vienen a hacer lo que se les ocurra". A su juicio "la conducta de esa gente es deplorable y nadie se merece que ocupen la puerta de tu casa como urinario o lugar para acampar o que la gente se sienta intimidada por pandillas en estado de ebriedad" y agregó que "hay una responsabilidad de la Gobernación que autorizó, pero hemos tenido la experiencia de que sin autorización el evento se realiza igual. El tema va en la previa y por reforzar ciertos elementos, quizás Carabineros debería pedir refuerzos porque está claro que con la dotación normal no dan a basto, se ve débil.".
Por otra parte, hay quienes defienden que Mil Tambores tiene que seguir realizándose y que se deben hacer los esfuerzos necesarios para sacar la actividad adelante, tal como ha sucedido en eventos similares que se llevan a cabo en otras partes del mundo, como Guanajuato, en México. Así opina Jorge Coulon, actual director del PCdV, quien sostiene que "es una fiesta para gente que tiene pocos recursos y que llega buscando algo que no encuentra a diario. La disyuntiva es si terminar con esta fiesta o seguir haciendo esfuerzos para civilizar sus externalidades, ya que la actividad en si, a mi no me cabe duda que es algo cultural. Yo creo que el festival Mil Tambores es una iniciativa que habría que proteger y cuidar", señaló el músico.
Asimismo, Coulon indicó que las responsabilidades en los hechos acontecidos corresponden a todos, incluyendo a la gente "no quiero usar el slogan fácil de culpar a las autoridades o que hay que prohibir. Quiero quedarme con mi origen en el '68 que decía 'prohibido prohibir'. La cosa ha ido mejorando en cuanto al contacto entre organizadores y autoridades, pero aún no se logra transmitir esa buena disposición hacia los participantes. No me explico por qué la gente que llega hasta acá, y que dice querer a Valparaíso, tiene esta actitud que hace pagar a Valparaíso por todo su resentimiento. Yo insistiría en buscar que seamos una sociedad civilizada", finalizó el artista.
"La actividad en si, sí es un aporte, pero si va a terminar en saqueo al mobiliario público o en problemas de seguridad o de orden social, no, así de simple. No tiene sentido hacerla".
Luciano Cruz - Coke Exministro de Cultura"
"El Consejo Nacional y Regional de la Cultura sigue con afanes populistas financiando estas actividades sin poner ninguna regulación. Están financiando la destrucción".
Alejandra Fritis DIrectora festival Ojos de Pescado"
"No me explico por qué la gente que llega hasta acá, y que dice querer a Valparaíso, tiene esta actitud que hace pagar a Valparaíso por todo su resentimiento. Yo insistiría en buscar que seamos una sociedad civilizada".
Jorge Coulon Director del Parque Cultural"
Llamado a hacerse cargo de la realidad que posee la ciudad
Desde el Consejo de la Cultura de Valparaíso, su directora, Nélida Pozo, junto con realizar un positivo balance de lo que fueron las tres jornadas de Mil Tambores, hizo un llamado a que la municipalidad trabaje en los temas sociales que afectan a la comuna. " Tenemos que seguir buscando mejores medidas y evaluando cuáles son las deficiencias. No hay que terminar con los Mil Tambores, hay que terminar con la delincuencia, con los rayados, con el consumo excesivo de alcohol, y con la basura, y ahí hay una responsabilidad de la administración de la ciudad".
Respecto a la suciedad que dejó el evento en la ciudad, Santiago Aguilar, organizador del carnaval, señaló que "los problemas de aseo que tiene la ciudad, y su perímetro centro, es un tema que vemos todos los fines de semana. Esa responsabilidad corresponde a todos nosotros, como ciudadanos, municipalidad, y gobernación, en coordinación. Nadie puede pretender que nos acordemos de las coordinaciones sólo para Mil Tambores, quizás lo mejor que hace Mil Tambores es develar la necesidad de coordinarse mejor", concluyó Aguilar.