Figuras porteñas recuerdan visita de Castro a Valparaíso
DECESO. El alcalde de la época, Sergio Vuskovic, su hijo Iván, y el escritor Roberto Ampuero hablan del día en que compartiero o vieron a Fidel.
El porteño Sergio Vuskovic (1930) tuvo la oportunidad de conocer de cerca a Fidel Castro en su calidad de alcalde de Valparaíso en 1971. "Recuerdo que se hizo un gran acto en el edificio que hoy es de la Armada en Plaza Sotomayor. Ahí, por acuerdo unánime de la municipalidad, donde también votaron a favor los partidos de derecha, se acordó entregarle a Fidel una medalla de oro que se llamaba Diego de Almagro. Fui yo quien se la entregó en el acto", cuenta sentado en el sillón de su casa.
Para la anécdota histórica, Vuskovic cuenta que tras el golpe militar Augusto Pinochet "lo primero que hizo en relación a Cuba, luego de cortar las relaciones diplomáticas, fue exigirle a Fidel Castro que devolviera la medalla que se le había entregado. La respuesta fueron puras risas sarcásticas demostrando que la medalla nunca la iba a devolver y así fue: Nunca la devolvió".
"Lo que me acuerdo perfectamente -continúa- es que visitamos todo el Puerto. A él le interesó bastante este lugar. Era similar al que hay ahora, pero sin las grúas grandes que hoy existen. Luego estuvo en Viña del Mar, recorrió algunas universidades de esta zona. Estaba muy admirado por lo moderno que era el Puerto de Valparaíso, el que en ese tiempo, después del de San Francisco, era el más moderno".
Vuskovic dice que el único contacto que tuvo con él fue durante 1971, hasta 1996 "más o menos en un viaje que hicimos a Cuba junto a mi mujer y unos amigos. Ahí tuve la oportunidad de compartir un par de palabras con él y todavía se acordaba de mi persona y de la visita que hizo en 1971".
"En aquella ocasión recuerdo que conversamos sobre la necesidad de ampliar las relaciones entre Chile y Cuba, que de alguna manera se ha estado dando. Algo se han ampliado éstas, pero las relaciones comerciales se podrían ampliar muchísimo más", asegura.
Y a pesar de encontrarse frente a una de las figuras más trascendentales del comunismo de aquella época, Sergio Vuskovic asegura que "nunca fui subyugado por la personalidad de Fidel Castro y tampoco por ningún dirigente comunista"
En este sentido, asevera que "cuando estuve con Fidel en su visita a la ciudad no caí subyugado ante él, ni ante su personalidad. Más aún porque al lado, también, tenía a otra gran personalidad como lo era Salvador Allende, quien es el máximo ejemplo del socialismo democrático".
Si bien él fue protagonista de la historia, no fue el único que estuvo presente en la concentración que se hizo en Plaza Sotomayor. Allí, con 16 años, estaba su hijo: el actual concejal Iván Vuskovic. "Él (Castro) se asomó a un balcón justo para el lado donde estaba el Correo y ahora está Consejo Nacional de la Cultura y las Artes. Justo en ese lado estaba yo y quedé muy cerca mirando y escuchando un discurso bastante largo, bien interesante sobre la situación de Chile, lo que nos venía para adelante, en fin", cuenta.
Aunque no tiene del todo claro lo que sucedió, quedó impresionado por su "capacidad de explicar de manera más bien larga sus conceptos, que lo escuchábamos con mucha devoción, tratando de captar la esencia de los que nos estaba diciendo". "Fue bien emotivo. Fue una cosa masiva. La Plaza Sotomayor llena de gente escuchando su intervención", rememora.
Otro joven que presenció la visita de Castro fue el escritor Roberto Ampuero. "Tengo ese recuerdo un poco vago, porque yo tenía como 16, 17 años cuando estuvo. Estuve en la plaza y me acuerdo que después fui a esperarlo como a la Avda. Alemania, porque iba a pasar por ahí, pero después cambió la ruta y no lo vi", comenta.
No es lo único que conserva en su memoria, pues asegura que mucha gente del Partido Comunista no estuvo presente en la concentración, pues éste "no creía mucho en él". "Me acuerdo perfectamente que al PC no le gustaba que uno fuera a las actividades y fue una instrucción, porque el PC chileno se identificaba todavía en esa época con el soviético, entonces Fidel Castro y la Juventud Comunista eran para nosotros todavía como muy aventureros, querían meternos en la guerrilla, en la vía armada y quienes representaban esa vía era el Mir. Pero yo siempre fui medio porfiado parece, porque fui", cuenta.
Lo extraordinario para el escritor es que en su nueva novela, "Sonata del olvido", tiene un pasaje en que Fidel Castro y Augusto Pinochet se encuentran en el infierno. Es allí donde el líder cubano recuerda, precisamente, el discurso que ofreció en Valparaíso, en especial lo bien que lo acogieron y los aplausos que se llevó. La novela fue lanzada a principios de este mes, por lo que Ampuero asegura que "la literatura se anticipa, a veces". ¿Otra coincidencia? Presentará el libro el 30 de noviembre (19 horas) en el Museo Baburizza.
"Lo que me acuerdo perfectamente es que visitamos todo el Puerto. A él le interesó bastante este lugar"
Sergio Vuskovic, Exalcalde de Valparaíso"