"Gobernadores regionales deben ser elegidos este año, incluso sin aprobar la ley de finanzas"
DEFINICIONES. En su primera entrevista del año, la Mandataria recibe en exclusiva a El Mercurio de Valparaíso en Cerro Castillo. A continuación, entrega una inédita mirada sobre las regiones, fija sus prioridades para 2017, acepta que las presidenciales están "absolutamente abiertas" y aboga por la continuidad de la Nueva Mayoría.
Los duros embates de 2016 parecen no haber amilanado a la Presidenta Michelle Bachelet Jeria, quien se desplaza por el Palacio de Cerro Castillo, en Viña del Mar, con la templanza propia de quien ve, con todo y contra todo, una suerte de luz después de los que quizás sean los momentos más difíciles -en el plano personal, político e institucional- vividos por un mandatario chileno tras el regreso a la democracia.
Por allí, al final del pasillo, alcanza a divisarse a su madre, Ángela Jeria, con sus característicos lentes oscuros. Por acá, en el escritorio presidencial, la hija, la mujer de los históricos dos mandatos, comienza a recopilar los logros de lo que, al menos ella, estima un exitoso balance del año 2016.
"Existieron situaciones que han sido desafiantes o complejas y que hemos tratado de transformarlas en oportunidades. Hace tres años, la gratuidad en la universidad era impensable. Ahora, a través de la Ley de Presupuestos, ya que la de Educación Superior está siendo discutida en el Parlamento, garantizamos 125 mil estudiantes gratis en un conjunto de universidades. De acuerdo al Mineduc, serán 214 mil en 2017, en 31 universidades e institutos profesionales, como Inacap, Duoc y otros más. A través de la Ley de Inclusión, 240 mil estudiantes pudieron continuar en sus colegios subvencionados sin copago. Promulgamos leyes que crearon 15 Centros de Formación Técnica (CFT) estatales y dos nuevas universidades, también estatales, en Aysén y O'Higgins, cuyas clases parten en marzo, con carreras vinculadas a la región para que no tengan que irse. También está la Ley de Carrera Docente, cuyos efectos se notarán este año con aumentos salariales, horas no lectivas e incrementos graduales, junto con exigencias a los profesores para su perfeccionamiento y capacitación", dice en referencia a la Reforma Educacional, que -a todas luces- ve como su gran legado a un país en el cual las desigualdades enturbiaron, de un día para otro, el exitoso modelo del último cuarto de siglo.
-A su juicio, ¿el proceso constituyente también fue exitoso?
-Sí. A principios de año se veía con escepticismo el proceso constituyente y se logró que participaran más de 200 mil personas, sin que saliera ninguna locura. De hecho, ahora me entregarán las bases ciudadanas para que sigamos adelante.
-¿Qué más ve como sus grandes aciertos del año, Presidenta?
-Haber aprobado la reforma constitucional que nos permitirá elegir a los intendentes y haber logrado muy buenas licitaciones, que nos permitirán en cierto plazo contar con cuentas de luz más baratas a nivel domiciliario. Hay varias leyes y medidas en la agenda protransparencia y anticorrupción, que no estaban en el programa, pero en las cuales actuamos de forma proactiva. Quiero destacar también la agenda de productividad, a la cual nos comprometimos, con una alianza público-privada bastante efectiva y podría seguir con la cartera de concesiones y un conjunto de cosas que nos permitirán dinamizar la economía y generar empleos. Ahora, son logros de todo el país. Se ha buscado el apoyo transversal, no siempre se ha logrado, pero en conjunto con la academia y los expertos, hemos avanzado. La economía requería energía más barata y diversificar la matriz productiva. Estamos trabajando en eso, en identificar los ejes centrales, como energía, industria inteligente, economía creativa, turismo sustentable y varios más. Muchas de estas medidas no se notarán ahora, pero debemos hacer un país de futuro.
-¿Cuáles son las prioridades para este año?
-Son varias: mejorar las atenciones de salud y su calidad. Lo segundo es la economía y la generación de empleo, particularmente en regiones. Lo tercero es la seguridad ciudadana: aumentaremos el número de policías y carabineros, mejoraremos su equipamiento, vehículos, sistemas de vigilancia y de inteligencia. Luego, obviamente, está la Educación, porque seguiremos trabajando para aprobar la Nueva Institucionalidad Educacional, lo que se conoce informalmente como la desmunicipalización. También la de Educación Superior, los CFT, la infraestructura, el equipamiento y el mejoramiento integral de la educación pública.
-La última PSU marcó un contraste muy fuerte entre los colegios particulares pagados, subvencionados y municipalizados.
-Sí, y también en el Simce, donde no siempre las escuelas municipales tienen buenos rendimientos y sí una brutal diferencia con los particulares pagados, de ciento y tantos puntos. También debemos resolver el problema de género: sólo 43 puntajes nacionales fueron mujeres. Cómo aseguramos que tengan acceso a áreas de futuro muy masculinas, a los llamados SMET (Ciencia, Matemáticas, Ingeniería y Tecnología). Y, por supuesto, también nos enfocaremos en los niños con sus derechos vulnerados. Llamémoslos "niños Sename", pero no es sólo Sename. Uno dice Sename, y el 90 y tanto por ciento de los que los atienden son privados.
-¿Qué ocurrirá con la agenda de descentralización?
-Enviaremos el proyecto de ley que permite implementar la reforma constitucional, esperamos aprobar a la brevedad la de transferencia de competencias y enviar el proyecto de ley de financiamiento regional.
-¿Tendrá urgencia la transferencia de competencias?
-Buscaremos generar un acuerdo hasta fines de enero. Hay desacuerdos por distintas razones. Algunos quieren descentralizar más, con más competencias, y están los que postulan algo más gradual. Debemos llegar a un acuerdo en eso, que permita que los gobiernos regionales puedan hacer la tarea que queremos.
-Comprenderá que las expectativas son que los intendentes, ahora llamados gobernadores regionales, sean electos este año.
-Algunos quieren el 2017 y otros, el 2020. Le sorprendería que no todos quieren lo mismo. Ahora, yo quiero que la elección sea este año. Soy una persona que cree fuertemente en la descentralización. Sé que hay experiencias mundiales estupendas y otras más complejas, pero esto es un fuerte anhelo de las regiones. También lo vimos en el proceso constituyente, incluso en la Metropolitana, que muchos querían descentralizar. No todo el mundo piensa igual. No todos quieren que los gobernadores regionales sean electos, sino que prefieren seguir nombrándolos a dedo. Yo quiero que quede aprobado en mi Gobierno. No sé quién será el próximo Presidente de la República, pero esto es necesario porque el desarrollo armónico depende de ello. También debemos avanzar en la descentralización en las propias regiones para que la capital regional no se quede con todo.
-¿Por qué no darle urgencia?
-Se puede, pero hay que lograr que voten a favor, porque si lo perdemos… Más que discusión inmediata ahora, es aprovechar las semanas de trabajo parlamentario para conseguir votarlo en marzo. Aún no ingresa la ley de finanzas regionales, pero lo hará.
-En el Congreso es un secreto a voces que se buscará retrasar la transferencia de competencias y de finanzas regionales para así postergar la elección efectiva hasta 2020.
-Lo más importante es que se puedan elegir los gobernadores regionales. Obviamente, atados de manos y sin un peso, no tiene ni una gracia y eso lo entiendo muy bien. Pero también creo que no es necesario que vaya todo en el mismo momento. Lo importante es que se elijan en 2017 y que tengan las competencias. Como todo en Chile, se pueden hacer las cosas de forma gradual. ¿Pretender que esté aprobada la ley de finanzas mañana? No creo.
-¿Cuál es la estrategia que se ha planteado para la Gran Minería y Codelco?
-La estrategia parte por la minería de Alta Ley, con la mesa estratégica que definió una hoja de ruta para no pensar sólo en lo extractivo, sino también en productos, servicios, innovaciones: debemos diversificar la economía, pero no sabemos en cuánto tiempo más el cobre pueda volver al precio que tuvo hace tres o cuatro años. Debemos darle más valor agregado, con centros de investigación, innovación. Está pasando algo muy interesante, estamos viendo los efectos del cambio climático. ¿Usted se imaginó alguna vez que en Chiloé podía haber sequía?
-No, no tenía idea.
-Bueno, en el invierno llueve, pero no hay mecanismos de reserva ni embalses. Hoy, en Los Lagos y Los Ríos hay cultivos que nadie se imaginaría, como los berries. La zona central se va extendiendo. En Quellón se quejaban por lo poco que había llovido. La economía irá desplazándose a nuevas áreas, de la mano del clima y nos obliga a pensar en otras cosas. La minería es altamente intensiva en uso de agua. Muchas veces esa fuente entra en conflicto con comunidades que son crianceros y al final no hay agua para ninguno de los dos. Los nuevos proyectos deben incluir plantas desalinizadoras, deben hacerse fuentes de energías renovables no convencionales y pueden ir al sistema interconectado. Debemos darle más sustentabilidad a Codelco: la última cifra de capitalización propuesta es de US$975 millones y hoy está en discusión en el Parlamento.
-¿Cuál será la postura respecto a La Araucanía para este año?
-Todo esfuerzo será poco para una zona postergada por siglos, pero las conclusiones que ha ido entregando la Mesa de la Araucanía, con la que me pude reunir el lunes 26 de diciembre, nos hablan de un cambio de mirada muy grande. Posiciones que hasta ahora no conversaban, hoy están creando un consenso en torno a los temas más relevantes, respecto de los temas de fondo, como el reconocimiento de la multiculturalidad, así como de temas inmediatos de política pública, tales como la conectividad o el agua potable. Como ocurre con los cambios con sentido histórico, las cosas no pasarán de la noche a la mañana, pero hoy contamos con un punto de partida muy sólido y que no había existido hasta ahora. Esto es una prueba más que cuando trabajamos juntos, sin prejuicios, Chile entero es el que gana.
-¿Qué opina del tema de los inmigrantes?
-Para nosotros puede ser que haya muchos inmigrantes, pero si usted compara a Chile con la región o la OCDE, es escaso, sólo el 2,5%. Muchos unen inmigración con delitos, pero el número de presos extranjeros también es mínimo.
-El ex Presidente Piñera dijo que muchas de las bandas de delincuentes en Chile son de extranjeros.
-No comparto ese criterio. Soy hija de inmigrantes franceses que vinieron a Chile. Ellos eran viñateros y les tocó vivir lo de la filoxera: perdieron todo y se vinieron a trabajar a viñas chilenas. Muchos, salvo, los aborígenes, venimos de la inmigración: croatas, sirios, libaneses, palestinos. Quizás este tema ha adquirido mayor fuerza porque han llegado muchos haitianos, venezolanos, colombianos y dominicanos. De hecho, el otro día en La Vega me encontré con varios haitianos y todo el mundo decía que eran muy trabajadores y caballeros.
-¿Qué está pasando, entonces?
-Las personas se mueven por miedo: creen que estará en riesgo su trabajo o asocian a los inmigrantes con imágenes prejuiciosas de que pueden tener hábitos no adecuados o cosas así. Hay un choque cultural, es cierto. A algunos les gusta escuchar música hasta tarde, fuerte, con fiestas bastante movidas. Viven en departamentos pequeñitos, llevan la vida en el pasillo. Y esas costumbres chocan. Ahora, muchos de ellos son profesionales y pueden aportar desde su experiencia. Debemos asegurar un marco legal que garantice el respeto a los derechos humanos y también a nuestra legislación. Si alguien viene y se pone a trabajar en cualquier condición, y le pagan cualquier salario, los contratarán a ellos. Tramitaremos una nueva ley de migraciones que esté de acuerdo con los nuevos tiempos. ¿Por qué vienen acá? Porque según ellos Chile es un país súper tranquilo. Nos ven como un país lleno de oportunidades. Hay profesionales que trabajan lavando platos y están contentos. Pero debemos tener esa nueva ley y esperamos ingresarla en enero, con Cancillería e Interior, respetando los tratados internacionales.
-Andrónico Luksic opinó en la prensa alemana que Chile no puede recibir a todos los que vengan.
-Lo leí. Chile tiene una política abierta. Hemos tenido programas especiales para refugiados, que no son lo mismo que inmigrantes. Recuerdo rumanos, bosnios y un campamento de palestinos, cosa que se hizo muy inteligentemente, porque trabajamos con los alcaldes de origen palestino. Por eso llegaron a La Calera y a Recoleta. Después pasamos una ley que les permitió obtener la nacionalización chilena a los niños en ese primer gobierno y en este segundo me tocó verlos de nuevo. Ya están grandes y hablan como chilenos.
-¿No se ha pensado en una opción política y geográficamente dirigida, a la usanza de lo que hizo Vicente Pérez Rosales en el siglo XIX?
-Es que una cosa son los refugiados y otra, los inmigrantes. Los sirios llegarán, porque lo trabajamos con Acnur, y ahí fijamos criterios: familias con hijos, etcétera. Se establecen requisitos para grupos de personas que huyen para salvar sus vidas y se fija el número. Distinto es aquel que entra como turista, consigue un empleo y un permiso de residencia. Los haitianos en la construcción, por ejemplo. Ahora, hay muchos trabajos que nuestros compatriotas no quieren hacer. Pero deben trabajar en las mismas condiciones.
-En Valparaíso se dio un fenómeno político sorpresivo, con el triunfo de Jorge Sharp, quien provenía de una primaria ciudadana y se impuso a los candidatos de los grandes bloques. ¿Qué significa eso, a su juicio?
-Los ciudadanos han mostrado que tienen desconfianza en las instituciones políticas y no sólo políticas, también empresariales o eclesiásticas, y buscan liderazgos que los convoquen, que sean distintos. Creo que Sharp expresa eso aquí, lo mismo en Arica, con un alcalde apoyado por el diputado Vlado Mirosevic (Gerardo Espíndola, del Pacto Alternativa Democrática). Acá, en Valparaíso, Sharp fue apoyado por (Gabriel) Boric. La gente anda buscando rostros nuevos, que planteen no sólo el qué hacer, sino el cómo. Y que tienen un perfil ciudadano, muy ciudadano. Eso le hace bien a la política y a la democracia. Es un fenómeno que uno ve y tiene que ver con lo que les pasa a las personas.
-Usted toca el tema ciudadano, concepto que Alejandro Guillier ha explotado mucho. Su primera administración fue también un "gobierno ciudadano". ¿No estará un poquito manoseado el término?
-Hay gente que está jugando roles políticos, como parlamentarios o alcaldes, que son rostros nuevos o, yo diría, menos calificados de políticos por la gente.
-¿Acaso Alejandro Guillier es un rostro nuevo?
-Sí en un cargo más político, antes era un rostro más periodístico o de TV, si se quiere.
-¿Qué le sugiere el proyecto de un Frente Amplio que plantean, entre otros, los autonomistas y Revolución Democrática?
-Es una idea que todavía no ha fructificado mucho. No conozco cuál va a ser su destino. Tampoco conozco lo que plantean. Pero siempre he creído que más que armar nuevas estructuras, lo que importa es lo que se quiere hacer con ellas y al menos yo no tengo información de cuál es el programa de trabajo, cuáles son sus objetivos, o los grados de acuerdo o desacuerdo que existen. En democracia se pueden generar todos los frentes y las institucionalidades que se quieran. Pero en el caso específico del Frente Amplio, no conozco nada de lo que plantean.
-¿La Nueva Mayoría llega hasta aquí, no más, o puede pensarse en su subsistencia programática de futuro?
-El proceso que viene es de bastante complejidad política. Hay desafíos importantes, partiendo por las elecciones presidenciales. Y ahí le soy sincera: mirando todos los datos, esto está absolutamente abierto. No hay nadie que pueda tener la certeza de decir "yo voy a ser el próximo o la próxima". Asimismo, la nueva ley electoral de parlamentarios cambiará todo con el redistritaje y la obligación que el 40% de los candidatos sean mujeres. Eso es desafiante y la discusión de qué va a pasar con la Nueva Mayoría -a mí me gustaría que continuara, sin duda- la tendrán los partidos a partir de este mes de enero, con sus discusiones programáticas, de internas y de primarias. Ya el Servel autorizó las consultas ciudadanas y es muy posible que el PS y el PPD hagan eso.
-¿La Nueva Mayoría deberá reinventarse, entonces?
-Lo que quiero decir es que son los partidos los que deben tomar una decisión. Y es cosa de leer los diarios, no estoy hablando de ningún informe de inteligencia. Pasa que hay personas al interior de los partidos que quieren llevar candidatos sí o sí, sin pasar por primarias, transformando la primera vuelta en primarias y hay una enorme cantidad de personas que creen que eso no debe ser así, que es importante que haya primarias. También es imposible imaginar, y así lo han dicho los presidentes de partidos, que haya candidatos separados para Presidente de la República y una plantilla única parlamentaria. Quizás eso responda su pregunta. El Gobierno no interfiere con los candidatos ni los procesos. Lo hablaremos con los presidentes de la Nueva Mayoría en la reunión del miércoles, pero son decisiones de los partidos.
"Hace tres años la gratuidad universitaria era impensable. Y hemos grantizado 125 mil estudiantes gratis y este año serán 214 mil en 31 universidades e institutos profesionales". Lo más importante es que se puedan elegir los gobernadores regionales. Obviamente, atados de manos y sin un peso, no tiene ni una gracia y eso lo entiendo muy bien. Pero también creo que no es necesario que vaya todo en el mismo momento"."