Muere a los 75 años el destacado escritor argentino Ricardo Piglia
GENTE. Autor de clásicos de las letras latinoamericanas como "Respiración artificial" y "Plata Quemada", estaba luchando contra el ELA. En 2013 recibió el premio Manuel Rojas.
Antes de morir, Ricardo Piglia se dedicó a plasmar su vida en relatos. "Los diarios de Emilio Renzi" es el título que engloba a los tres tomos de los diarios que el autor escribió desde su adolescencia y cuya tercera parte, "Un día en la vida", debía llegar a las manos de sus lectores este año.
Una suerte de despedida que preparó el escritor argentino autor de obras como "Respiración artificial" y "Plata quemada", quien falleció ayer a los 75 años tras varios años luchando contra una Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), enfermedad que le fue diagnosticada en septiembre de 2013.
Así lo confirmó el ministro de Cultura argentino, Pablo Avelluto. "Adiós Renzi. Adiós Piglia. Nos queda todo lo escrito, la lucidez y la pasión del escritor y el lector omnívoro. Te vamos a extrañar. #Piglia", expresó a través de su cuenta de Twitter.
Piglia, nacido el 24 de noviembre de 1941 en la localidad bonaerense de Adrogué, era considerado uno de los mejores exponentes de la nueva época narrativa argentina y entre los últimos galardones que recibió por su trayectoria se encuentra el Premio Iberoamericano de Narrativa Manuel Rojas (2013) y Premio Formentor de las Letras, en septiembre de 2015.
El también editor, crítico y profesor universitario había confesado a EFE en noviembre pasado que acababa de terminar un libro de cuentos y trabajaba en otro sobre las novelas cortas del uruguayo Juan Carlos Onetti.
Además, revisaba el tercer y último volumen de "Los diarios de Emilio Renzi", su autobiografía, de la que publicó el segundo tomo el año pasado. En sus páginas recorre en tercera persona a través de su álter ego, el autor Emilio Renzi (el segundo nombre y el segundo apellido de Piglia), medio siglo de vida, la cual registró en los diarios en los que comenzó a apuntar, redactar y garabatear en 1957, cuando tenía 16 años. El 24 de noviembre pasado, el autor cumplió 75 años rodeado de la "calidez" de sus amigos.
Los inicios
El trasandino descubrió el mundo literario a los 14 años, cuando abandonó Adrogué para instalarse en Mar del Plata. En 1967 publicó su primer libro de relatos, "La invasión", que mereció una mención especial en el Séptimo Concurso de Casa de las Américas, con un jurado integrado por los autores Mario Benedetti, Enrique Lihn, Jesús Díaz y Dalmiro Sáenz.
Recién ocho años después, en 1975, el autor lanzó su segundo texto de relatos, "Nombre falso", el cual fue traducido al francés y al portugués. A estos textos le siguieron la resonante "Respiración artificial" (1980), el ensayo "Crítica y ficción" (1986) y "Prisión perpetua" (1988).
Pese a los tiempos respetados entre una publicación y otra, Piglia nunca descansó en su valorado oficio. En 1992 publicó la novela "Ciudad ausente", cuyo texto sirvió para una ópera realizada tres años más tarde con música de Gerardo Gandini.
Su obra llegó al cine en 2001 gracias a la película "Plata quemada", de Marcelo Piñeyro, basada en el libro homónimo. Su última novela fue "El camino de Ida" (2013).
"Adiós Renzi. Adiós Piglia. Nos queda todo lo escrito, la lucidez y la pasión del escritor y el lector omnívoro. Te vamos a extrañar"
Pablo Avelluto, Ministro de Cultura argentino"
El hombre que le debía a Nicanor Parra no pensar en Borges
Ricardo Piglia ya sabía que sufría ELA en noviembre de 2013. A pesar de ello, no tuvo inconveniente en viajar a Chile para recibir el Premio Iberoamericano de Narrativa Manuel Rojas.
En aquella ocasión el ministro de Cultura de la época, Roberto Ampuero, lo invitó a un almuerzo privado en Valparaíso. Momento en que también conversó con este Diario y confesó su pasión por Nicanor Parra, pues éste "me ayudó a resistir a Borges". "Yo oía hablar de él, y cuando era estudiante en una librería muy linda que había en La Plata, que se llama Palumbo, me encontré con 'Versos de salón' y fue un impacto. Entonces empecé a leer las cosas de él y me sirvió como antídoto contra Borges, contra la fascinación del estilo barroco y sofisticado de él", comentó.
En esa misma entrevista, el autor trasandino también dio su receta para los nuevos escritores: leer mucho. Y así "no quedarse fascinado por un tono", sobre todo porque algunos de ellos son "muy contagiosos". Ello, porque como explicó, "hy un problema con qué a los escritores roban, o robamos. No robamos las historias, sino que la voz, los tonos", añadiendo que "la gente se equivoca cuando cree que la influencia tiene que ver con las anécdotas o con las historias, porque en verdad vienen por el tono". Y ejemplifica con Gabriel García Márquez, y su capacidad de convertir algo cotidiano en algo surrealista; un aspecto que muchos han utilizado en sus escritos, aunque sin llegar a hacerlo igual que el colombiano.
En aquella visita, Ricardo Piglia recibió de mano de la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, recibió 60 mil dólares como parte del premio.
Sin embargo, el monto no ayudó en su tratamiento. Debido a la negativa de su Isapre a pagar el costo, se vio obligado a vender el año pasado el legendario estudio en el que trabajaba, en Barrio Norte, y donde escribió buena parte de su obra. Allí está también su biblioteca. Más de siete mil volúmenes -su vida entera como lector- que tuvo que cambiar.
"Los diarios de Emilio Renzi"
Dividió en tres tomos sus diarios: "Los años de formación (1957 - 1967)" (2015), "Los años felices" (2016) y "Un día en la vida", aún sin publicar.
Textos escritos por Piglia a lo largo de medio siglo, ficciones, ensayos, intervenciones públicas y relatos autobiográficos, recopilados por él mismo.