No es una novedad: los delincuentes también veranean. Claro que lo hacen en "plan de trabajo" y de ese "trabajo" son víctimas los visitantes que llegan a los lugares de atracción estival, como Reñaca. Así, se informa de un aumento del 33% en robos que afectan a los automóviles estacionados en diversos puntos del sector costero.
Los delincuentes sustraen diversas especies forzando las puertas de automóviles y camionetas y muchas de las víctimas son visitantes extranjeros, especialmente argentinos.
La recomendación reiterada es el autocuidado, la prevención, pero también es importante la información al visitante, sin temor ni pudor, como se hace muchos centros turísticos mundiales.
También es importante, como se ha concretado en Reñaca, la integración de los vecinos, residentes permanentes, con las policías, de tal modo de facilitar la denuncias oportunas. Y esa integración se refiere también a la cooperación informativa y preventiva entre los propios vecinos, incluyendo al comercio establecido en el sector.
Cabría saber, además, qué colaboración prestan a las redes de seguridad las empresas que explotan en la temporada el cobro de estacionamientos en el sector, ya que el pago, en teoría, debería significar la ubicación de los vehículos en lugares protegidos. Son procedentes, además, los controles de identidad a los cuidadores informales de autos para evitar en esos grupos la presencia de delincuentes.
Dentro de las medidas preventivas de información conviene advertir sobre los avances tecnológicos que pueden aplicar los delincuentes, como detectores de baterías de litio, que utilizan los computadores, e inhibidores de alarmas. Así, por ejemplo, no es conveniente dejar en el interior de los vehículos elementos que usan esas baterías, pues atraen al delincuente por el mayor valor de esos equipos. Desgraciadamente, la tecnología está a disposición de todos, los buenos y los malos.
Insistiendo en el tema de la seguridad veraniega hay que destacar la importancia de ese factor para visitantes y residentes, individualmente, pero también el valor que esa seguridad tiene para la actividad turística en general, que puede verse severamente amagada cuando un lugar se convierte en centro de la acción delictual que amenaza a la tranquilidad, a las personas y a sus bienes.
Y las demandas generales sobre el tema seguridad se reflejan claramente en la encuesta CEP dada a conocer el jueves pasado. Indica el estudio que delincuencia, asaltos y robos es el primero de los problemas al cual del Gobierno debería dedicar su mayor esfuerzo en resolver, con un 52% de menciones.