Inaceptable ataque contra la democracia
Ayer se llevó a cabo un comité extraordinario de seguridad, con la presencia del ministro del Interior, Mario Fernández, quien interrumpió responsablemente sus vacaciones, para tratar el inaceptable e inédito atentado explosivo que sufrió el presidente del directorio de Codelco, Óscar Landerretche, la tarde del viernes en su casa de la comuna capitalina de La Reina.
Actualmente, las pistas apuntan al desconocido (al menos en Chile, por cuanto está identificado a nivel global como una organización terrorista) grupo que se atribuyó el atentado, llamado "Individualista Tendiendo a lo Salvaje-ITS eco-extremista", de corte filo anarquista y que cita en su página web a Mauricio Morales, fallecido durante un frustrado ataque explosivo a la Escuela de Gendarmería de Santiago en mayo de 2009.
El citado grupo "justificó" la supuesta autoría del hecho en "nombre de todo lo salvaje y desconocido (...) es un ataque eco-extremista indiscriminado, afiebradamente egoísta y contrario a la civilización, en su más alta expresión (...) También es un acto de terror para los híper-civilizados representantes de la devastación de la Tierra. Sus grandes minas a cielo abierto son la evidencia de los vejámenes del progreso humano contra la Naturaleza Salvaje (...) Codelco, una (sino la mayor) empresa minera del mundo, encargada de devastar la Tierra por décadas, encargada de robar sus minerales, en pos de la perfección absoluta de la civilización. ¿Acaso pensaron que los llantos de los montes ultrajados por sus maquinarias no serían escuchados por nosotros? ¿Acaso pensaron que no escucharíamos los gritos de espanto de los árboles? Pues no. Nuestros oídos escucharon la llamada de lo salvaje, por eso nuestras manos atentaron" (SIC).
El afiebrado mensaje implícito detrás de tal irracional acción -si es que efectivamente el hecho fue perpetrado por el citado grupo- en nada se condice con el país que gran parte de nuestros compatriotas han construido en las últimas décadas y cuyos cimientos no podrán socavar episodios como éste o el del atentado en la Escuela Militar del año 2014. La agrupación "eco-extremista" también reivindicó un ataque a la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile en mayo del año pasado y en el extranjero se han hecho responsables de repetidos ataques en México, incluyendo el asesinato de un empleado de la Universidad Nacional Autónoma de ese país (UNAM).
Tal como ha ocurrido en momentos clave para nuestro país, tales como desastres naturales o campañas de solidaridad, esta vez la condena transversal del atentado en contra de Landerretche es un aliciente para entender que sucesos como estos deben ser investigados y castigados con toda la severidad posible. Chile, alguna vez ajeno al flagelo del terrorismo, debe extremar el cuidado de una democracia y una institucionalidad que tanto costó conformar.