El ocaso del edificio Carozzi de Quilpué, que luego renacerá
MEMORIA VISUAL. Restauración del histórico inmueble avanza para albergar edificio consistorial.
Emanaba Por varias décadas del siglo pasado los quilpueínos oyeron una sirena a las 7 de la mañana, que provenía de la fábrica Carozzi, en el sector de El Retiro, punto clave en torno al que giraba una de las principales actividades económicas de la Ciudad del Sol y que dio trabajo a miles de sus habitantes a lo largo de su existencia. En el siglo XXI el tradicional inmueble fue adquirido por 800 millones de pesos por la Municipalidad para albergar el nuevo edificio consistorial de la ciudad. Y si bien luce en estado de abandono, lo cierto es que en su interior se trabaja a toda máquina para cumplir con el objetivo de instalar allí todas las dependencias del municipio antes de fin de año.