Al rescate de la Bolsa de Valparaíso
El caso Marín y la frenada interconexión de los mercados de valores afectan desarrollo de la bolsa local. La revitalización de la tradicional bolsa porteña se enfrenta, más allá del episodio de dolo, a la concentración del 99,4% de las transacciones de valores en el dominante mercado de la capital.
Tras el caso de insolvencia y dolo de la corredora Carlos Marín Orrego el rescate de la Bolsa de Valparaíso es tarea compleja. Esa situación afecta la sensible piel del mercado de valores, en tanto se mantiene la dura oposición de la Bolsa de Comercio de Santiago a la interconexión de los sistemas de transacciones, restando posibilidades de expansión y competitividad a la bolsa porteña.
Pese a esta suma de problemas el directorio de la Bolsa de Corredores de Valparaíso está "concentrando sus esfuerzos en profundizar la actividad y dar un salto cualitativo para romper con la inercia del pasado con el fin de extenderse a otras alternativas de negocios". Lo afirma la nueva presidenta de la institución, abogada Gladys Soraya Apara.
Apoya esa posición el presidente de la Cámara Regional del Comercio de Valparaíso, Pier Paolo Zacarelli. Sostiene que "la innovación en la actividad de la Bolsa y un rol moderno en la nueva economía, debe ser la principal misión de la nueva dirección".
Hay que insistir en la complejidad de la tarea. En el caso de la recuperación de la confianza se debe recordar que irregularidades como las que enlodan al mercado porteño se han producido también en la importante plaza bursátil de Santiago y han sido superadas con medidas internas, fuera de actuaciones de la autoridad económica y de la justicia ordinaria.
Pero más allá del lamentable y conocido caso puntual, persiste el tropiezo de la falta de interconexión que, denuncia la presidenta, "es un hecho declarado y reconocido tanto por la Comisión Preventiva, la Comisión Resolutiva Central, las conclusiones de la Fiscalía Nacional Económica y la proposición normativa efectuada el 18-03-2016 por el Tribunal de la Libre Competencia". Agrega que esas autoridades "concluyen que existe una concentración del 99,4% de las operaciones del mercado en la Bolsa de Comercio de Santiago y que debe existir un calce vinculante, automático y obligatorio entre las distintas bolsas para evitar los problemas de falta de libre competencia".
Rebate también la abogada Apara declaraciones de los directivos de la Bolsa de Santiago Juan Andrés Camus y Eduardo Muñoz, que intentan minimizar la importancia de la bolsa porteña, por otra parte la más antigua del país y en su tiempo la de mayor movimiento en el mercado de valores.
Dentro de este escenario merecen apoyo los esfuerzos por recuperar la prestancia de la Bolsa de Corredores de Valparaíso, concretando la interconexión, una y otra vez frenada por el dominante mercado capitalino. La mayor participación local aportaría tanto a la transparencia bursátil como a la descentralización de las decisiones económicas del país.