"Representar una voz de otra generación, o intentarlo, me parece muy bacán"
El próximo 6 de marzo, Fabrizio Copano cumplirá 28 años. Una edad en la que la mayoría de las personas recién comienza a establecerse laboralmente, pero que para él le significan más de una década de carrera siendo columnista, guionista, notero de televisión, comediante, actor y hasta director de cine ("Prueba de actitud").
Ahora se enfrenta a un nuevo reto como es el Monstruo del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, evento en el que se presentará durante su jornada de cierre fijada para el 25 de febrero; y que lo convierte en el humorista más joven en pisar la Quinta Vergara en la historia del certamen.
-¿Cómo enfrentas esta situación?
-Me causa como alegría llegar a ese escenario a esta edad y representar a la gente de esa edad. Creo que es importante que en Viña, siendo el lugar que representa tanto lo que es Chile, tengamos humoristas hombres, mujeres, jóvenes, viejos... Mientras más diversidad de voces chilenas haya mejor. Entonces, para mí representar una voz de otra generación, o intentarlo, me parece muy bacán.
-¿Consideras que faltan espacios para los jóvenes dentro de los tradicionales?
-En general, sí. Creo que hay como ciertos prejuicios como que sé es inexperto o poco profesional, y todo eso se calla sobre el escenario cuando uno hace la pega. En mi caso llevo trabajando día y noche en mi carrera de stand up, o sea, vengo haciendo shows casi todos los días durante, no sé, los últimos cinco años; y para atrás, hace 10 años, que vengo subiéndome a un escenario. Entonces, claro todo ese trabajo y toda esa pega, espero que se traduzcan en el Festival.
Apuesta joven
La jornada en la que Fabrizio deberá hacer reír al público será una protagonizada por artistas jóvenes: el reggaetonero colombiano J Balvin, la chilena Mon Laferte, la argentina Lali y los grupos de cumbia cheta uruguayos Maramar&Rombai.
-¿Elegiste el día de tu presentación?
-No, a mí me llamaron ofreciéndome ese día. Y creo que está ajustado porque es un público más joven, es el día más joven de todas las noches; es uno donde habrá un público de sábado, nuevamente más juvenil. Y mi rutina va hacia allá, entonces creo que va a andar bien.
-¿Es una rutina nueva o una ya probada?
-Tiene cosas nuevas, pero en sí es una recopilación de las cosas que más me han gustado decir en mis monólogos. También voy a aprovechar esta oportunidad de hablar un poco de mi generación: de los que fuimos estafados por las universidades; que fuimos los primeros en tener internet desde chicos; y que somos los que no podemos hacer nada si no tenemos celular. Habla mucho de redes sociales, de formas de relacionarse con internet, etc.
-Durante los últimos años has estado internacionalizando tu carrera. ¿Te jugará en contra o a favor para el Festival?
-Creo totalmente a favor. No porque vaya a hacer chistes internacionales ni mucho menos. Voy a hacer la rutina que es muy chilena, o sea, voy a hablar de cosas de acá y voy a hablar como hablo acá. Pero principalmente lo que me ayuda es que me quita el miedo. He estado en escenarios donde no te conoce nadie, frente a no sé 5 mil personas y tienes que ganártelos ahí mismo, ahí mismo tienes que demostrar lo que haces. Y ya lo he pasado varias veces, entonces como que esa carrera internacional subiéndose a escenarios tan distintos, con gente que no sabes nada qué opinan, te quita el miedo y creo que ese entrenamiento va a ayudar mucho a estar más relajado en la Quinta.
-Sin embargo, el público de Viña es súper particular, no se le dice Monstruo por nada. ¿Te asusta un posible fracaso?
-Eso siempre es una posibilidad desde que uno dice que sí a esto. Uno sabe que puede suceder. Ahora por lo que he visto y me he informado -porque bueno he estado viendo hartas rutinas de años anteriores-, la gente escucha al humorista y si lo que está diciendo no le parece cómico o no conecta, ahí empiezan las pifias. La verdad por ese lado no tengo miedo porque creo que mi rutina, si la gente la escucha, la va a disfrutar. Y siento que el público de Viña está cada vez más abierto a escuchar. No es como antes, que venían con la disposición a seguir escuchando al artista anterior. Y si llegara a suceder algo así, no me debería sentir mal porque en el fondo no es un ataque contra mí, sino que es como una búsqueda de continuar con lo que ya estaban escuchando. Lo que a mí me haría cuestionarme sería que me fuera mal porque todo lo que estoy diciendo no conecta, no hice bien la rutina, no me la aprendí bien o no supe decir lo que quería. Ahí me sentiría frustrado. Y me sentiría frustrado también en camino a buscar otras cosas, en la misma comedia, reiventarme... pero no como para retirarme ni mucho menos, ni para deprimirme. Tengo una visión tan optimista sobre todo que no hay nada que me dé particularmente como miedo o sienta que me vaya a destruir. No me paro de esa manera en el escenario ni lo pienso de esa forma.
Los nervios de siempre
Copano no es el único humorista confirmado para Viña 2017. La idea de la organización es siempre contar con un comediante por día, tal como sucederá en esta versión siendo Juan Pablo López el encargado de abrir los fuegos la primera noche, para seguir con Chiqui Aguayo, el colombiano "Mono" Sánchez, "Jajá" Calderón y Rodrigo Villegas.
-¿Crees que te favorece cerrar el Festival?
-No sé si es más fácil o más difícil. Uno puede decir que hay más inconvenientes, porque los otros humoristas que se presentaron antes dijeron cosas parecidas o se dijo todo. Pero siento que este año está tan diverso el tipo de comediantes que no veo ninguno que pudiera decir cosas que pienso o digo. El colombiano creo que va a ser otro estilo, la Chiqui también... Juan Pablo López puede ser el más parecido y estamos en días bien distintos, entonces ahí también puedo ajustar si es que algo se parece un poco. Me quedan Jajá Calderón y Rodrigo Villegas que también son de otros estilos. Quizás en otros años que me hubiesen puesto al final y hubiese habido alguien que se pareciera más a mí, como un Edo Caroe, hubiese sido más difícil. Pero la verdad es que siento que este año los estilos están tan variados que no debería haber problemas.
-Pero hay nervios, me imagino.
-Nervios sí los hay. Creo que es inevitable ante cualquier presentación grande ponerse nervioso. Pero la idea, y lo que estoy tratando de hacer es trabajar duro como para mantener la paz de que todo está funcionando, y además no dejarse llevar por el ruido de Viña, que creo que eso puede volver loco a cualquiera.
"Lo que a mí me haría cuestionarme sería que me fuera mal porque todo lo que estoy diciendo no conecta, no hice bien la rutina, no me la aprendí bien o no supe decir lo que quería""
"(La rutina) tiene cosas nuevas, pero en sí es una recopilación de las cosas que más me han gustado decir en mis monólogos""