Caso Penta: rechazan sobreseer a esposas de Délano y Lavín
JUSTICIA. María de la Luz Chadwick y Verónica Méndez fueron formalizadas por delitos tributarios.
María de la Luz Chadwick, esposa de Carlos Eugenio Lavín y Verónica Méndez, casada con Carlos Délano, ambos controladores del Grupo Penta, fueron formalizadas ayer por presuntos delitos tributarios.
La Fiscalía acusa a ambas mujeres de haber emitido boletas ideológicamente falsas entre 2008 y 2012 por $450 millones, a la sociedad inmobiliaria Los Estancieros y Penta 3, con el objetivo de descontar impuestos.
Con una hora y media de anticipación llegaron Chadwick y Méndez hasta el Centro de Justicia de Santiago, acompañadas por sus respectivos maridos, donde fueron formalizadas ante el 8° juzgado de garantía.
Durante la audiencia, el fiscal regional metropolitano Oriente, Manuel Guerra, y el persecutor Pablo Norambuena, quienes encabezan la investigación, no pidieron medidas cautelares en contra de las imputadas, argumentando que no era necesario porque "siempre acudieron a los actos del procedimiento".
Esto a diferencia de lo que pasó con los controladores del holding, que en 2015 estuvieron más de un mes en prisión preventiva en el anexo penal Capitán Yáber.
El abogado que representa tanto a los controladores de Penta como a sus esposas, Julián López, solicitó el sobreseimiento definitivo de las mujeres, utilizando como base de su argumento el concepto de "la voluntad del hechor para cometer el delito".
Según el profesional, las mujeres nunca emitieron las boletas y para probarlo, presentó una serie de testimonios de la misma carpeta de la investigación en la que las personas interrogadas declararon que los talonarios estaban en manos de las secretarias de Délano y Lavín, quienes además hacían las facturas y las firmaban.
López presentó los testimonios de las mismas secretarias Claudia San Martín y Mylene Delancon, quienes confirmaron que las boletas se emitían desde que llegaron a Penta, pero que nunca vieron a las esposas de los controladores.
El defensor asimismo presentó los testimonios de los mismos Délano y Lavín, que declararon que la práctica irregular comenzó en 1996 por sugerencia del ex gerente de Penta, Hugo Bravo, y que sus esposas no emitieron boletas.
Tras un receso, los fiscales argumentaron que Chadwick y Méndez sí tuvieron participación en los ilícitos, porque para la emisión de los documentos tributarios entregaron un poder para su timbraje.
Además, argumentaron que ambas pagaron los impuestos derivados de las boletas y que no podían no saber porque conviven con sus maridos, quienes eran los que ordenaban la emisión.
También rebatieron el argumento de López, quien tildó a las mujeres como "dueñas de casa".