Correo
La DC y Guillier
Existieron los tiempos, del olor a azufre, cola del diablo e infierno; el primero de ellos no es más que un elemento químico, el diablo desapareció y con él su cola, y el infierno físico lo suprimió un Papa. En esos tiempos se correlacionaba el olor a azufre con los masones que usaban tres puntos en su firma.
La DC en los tiempos actuales ha apoyado a conglomerados con candidatos agnósticos y ateos con las consiguientes disidencias en temas de valores y carácter religioso, que la hacen bajar en las preferencias ya que sus electores esperan que respete su nombre de "Democracia Cristiana".
Los rumores no confirmados por el senador Guillier, dicen que pertenece a una logia masónica donde se reconoce a un Gran Hacedor, pero no al Dios de los Cristianos. Así como se vislumbra el espectro político, se puede apostar que la DC iría nuevamente en un conglomerado alejado de sus postulados y creencias, que no concuerdan con su inicial falange.
Marcos Concha Valencia
El verdadero Valparaíso
La repentina partida de Bruno Bernal, el cierre del centenario Bar Inglés, la triste despedida del ícono bohemio Ricardo Gaglieri con su capa española y el adiós al reconocido wanderino Agustín Prat estos últimos días, nos demuestran que Valparaíso se está acabando más rápido de lo que quisiéramos.
El generalizado pesar por estas pérdidas nos hace darnos cuenta que más allá de los edificios históricos con denominación patrimonial que encantan a los turistas dentro del perímetro declarado por Unesco, más allá de las postales, la verdadera esencia de la ciudad reside en las personas que la habitan.
Al mirar a nuestro alrededor podemos constatar que la ciudad está más activa de lo que muchos creen. Queremos más Pablos Peragallo, más Samueles León, más Pedros Nahuelcura. Ellos, entre muchos ilustres porteños más, son el reflejo de que la esencia de Valparaíso está en las personas que día a día trabajan de manera silenciosa por mejorar nuestro puerto, no sólo para los turistas que nos visitan, sino también para quienes estamos orgullosos de habitar esta ciudad y luchamos incansablemente para que en un corto plazo no sólo estemos hablando de postales del pasado carcomidas por el olvido.
No esperemos para disfrutar de las pizzas de La Riviera cuando éstas ya no estén, ni tampoco olvidemos los rostros de quienes forman parte de la trama viva de nuestros diarios recorridos por la comuna. No demos espacio a la nostalgia sin antes preguntarnos qué hacer para evitar que nuestra ciudad termine por transformarse en una postal de un pasado ostentoso que quedó atrás. No podemos permitir que el viejo refrán "todo tiempo pasado fue mejor" catapulte por siempre a Valparaíso.
Ignacio Milies Valdivia
Miopía portuaria
Hace pocos días, el sindicato de TPS paralizó al transporte de los pasajeros de dos cruceros que estaban anclados en el puerto de Valparaíso impidiendo que los turistas pudiesen desembarcar en el otrora puerto principal. El líder sindical, Roberto Rojas, señaló que a ellos "no les interesan los turistas" solo los intereses de sus trabajadores. Acaso no se da cuenta el líder sindical que mientras más turistas lleguen más crece la marca "Valparaíso", y con eso se ve beneficiada la ciudad entera.
Por otra parte, la EPV no es parte de la solución con sus conductas bastante contradictorias, pues no tiene problema con sentarse a negociar con empresas españolas, pero parece no querer atender los problemas hogareños, perjudicando la competitividad del puerto de Valparaíso y a los mismos trabajadores. Con esta actitud, lo único que se hace es agudizar los posibles conflictos perjudicando el Valparaíso que le queremos mostrar al mundo.
En vez de continuar con rencillas politizadas, persiguiendo intereses mezquinos, deberían remar para el mismo lado y buscar avanzar hacia un mejor puerto.
Esteban Montaner Rodríguez
Isapre MasVida
La situación de la mencionada institución de salud previsional es delicada. No cabe duda. Pero también se nota preocupación por resolver el problema por parte de sus ejecutivos. Estoy afiliado como cotizante y también tengo convenio como prestador. Como afiliado, no he tenido problema alguno. Como prestador, se atrasaron varios meses en el pago de mis prestaciones, pero ya se están poniendo al día.
Sin embargo, mi preocupación es que los prestadores que están en situación similar a la mía, optan por no seguir atendiendo a los afiliados e inmediatamente cobran los aranceles particulares, dando al usuario la respectiva boleta para que reembolse, reembolso que en ningún caso es similar al copago que hace cuando compra bono. Es decir, el afectado es el usuario que ante un tema tan delicado como es la salud, está cautivo de un profesional.
Creo que si ponemos la salud y la confianza de los personas como prioridades, se puede solicitar al afiliado cancelar directamente al prestador y luego hacer una boleta por el valor del arancel convenio. Con esto nadie sale afectado. Y asumimos también la responsabilidad con nuestros consultantes.
Fernando A. Urbina Aguirre