Cristián Rodríguez F.

Luego que se diera a conocer en octubre pasado que el proyecto para extender el servicio de Metro Valparaíso hacia La Calera era rentable socialmente, la iniciativa comenzó a deambular por un escenario incierto. La falta de recursos era una realidad, no sólo para la construcción e implementación del nuevo tramo -que probablemente será aún más complejo-, sino que para las etapas siguientes tras la prefactibilidad: los estudios de ingeniería básica y de detalle, cuyo costo bordea los US$ $7,5 millones.

Y este fin de semana el tema nuevamente salió a la palestra. Según consignó "El Mercurio", la Empresa de los Ferrocarriles del Estado (EFE), matriz de Metro Valparaíso, no contaba con los recursos para ejecutar ambos estudios durante este año tras sufrir un reajuste presupuestario del Ministerio de Hacienda.

Si bien el presidente de EFE y también del directorio de Metro Valparaíso, Germán Correa, reconoció en conversaciones con este Diario que "todas las empresas e instituciones públicas están ajustando sus presupuestos", descartó que la iniciativa de extensión haya sufrido un traspié.

"No entiendo mucho la agitación que se ha producido recientemente por el hecho de que aún esos recursos no están asegurados, pese a que nosotros los incluimos como EFE en el plan trienal 2017-19", aseguró el titular de la estatal.

- ¿EFE tiene o no contemplado financiar los siguientes estudios para la extensión hacia La Calera?

- Respecto del servicio específico Quillota-La Calera, se siguen haciendo los esfuerzos por contar con los recursos para los estudios de ingeniería básica y de detalle. Eso no ha cambiado. No hay ninguna situación que haya cambiado desde que lo informamos hace algunos meses.

- ¿Pero el proyecto fue incluido dentro de la cartera de proyectos de EFE para este año?

- Sí. Este proyecto y otros que tiene el Grupo EFE y cada una de sus filiales, incluyendo los de Metro Valparaíso, están considerados en el plan trienal 2017-19. Esto todavía está en proceso de aprobación. El trienal aún no ha sido zanjado. Está en proceso de toma de decisiones, por lo tanto no hay nada nuevo respecto de lo que hemos venido informando.

- ¿Cuándo debiese estar aprobado, considerando que incluye proyectos para este año?

- No depende de nosotros. Ojalá que lo antes posible, porque una vez que el trienal se apruebe y se realicen todos los trámites de formalización, podemos contar con los recursos necesarios. Mientras esos recursos no estén, nosotros ni siquiera podemos llamar a licitación.

- Finalmente, es una discusión por cuáles proyectos sí y cuáles no son prioritarios. ¿Qué posición ocupa esta iniciativa?

- En todas estas cosas hay idas y venidas. Uno propone y le dicen 'mire, no', entonces contrapropone y ahí se llega a la decisión final para saber con qué presupuesto en defintiva vas a contar y qué cosas se van a poder financiar.

- ¿Es una prioridad para EFE el servicio hacia La Calera?

- Es que EFE prioriza lo de sus filiales de acuerdo a lo que ellas proponen. Son las filiales las que establecen los proyectos que les son prioritarios. EFE los analiza, pero generalmente no hay una contrapropuesta en la que se les diga este proyecto sí y este no. Al final todo depende de la disponibilidad de recursos. EFE no interfiere en las prioridades que las propias filiales le señalan, porque son ellas las que manejan las realidades locales de manera mucho más cercana que la matriz.

- Entonces, en su calidad de presidente del directorio de Metro Valparaíso, ¿es una prioridad la extensión hacia la zona interior o la estrategia es privilegiar lo actual?

- Lo dije hace mucho tiempo. Estábamos en el esfuerzo de mejorar lo que tenemos porque obviamente habían temas de fragilidad y precariedad que Metro Valparaíso tenía en sus sistemas de señalización, de comunicaciones, etc. Lo informé hace meses y esos recursos se consiguieron con el Gobierno el año pasado. Hoy todo está en una larga lista de proyectos que están siendo licitados. En lo que ahora estamos es en las iniciativas que vienen por delante. Y dentro de esas está, desde luego, el Quillota-La Calera, donde el desafío es conseguir los recursos para los estudios de ingeniería básica y de detalle. Así que en eso estamos. No ha cambiado.

- ¿Cuál es el escenario actual del proyecto, más allá de tener rentabilidad social?

- La realidad es que estos son grandes proyectos de inversión, que cuando uno los examina van a llevar cinco, seis y a veces siete años. El Rancagua Express, por ejemplo, que si bien tuvo un montón de dificultades porque se desarrolló de una manera poco planificada, tomó alrededor de seis años. Eso es lo que toman estos grandes proyectos por los niveles de inversión y las complejidades técnicas que tienen.

- Pero este proyecto fue anunciado en 2005. ¿Qué se le puede decir a las personas que llevan tanto tiempo esperando?

- Decirles la verdad. La gente a veces cree que cuando se da un paso va a tener el servicio casi al día siguiente. Estas cosas desgraciadamente tienen sus tiempos. Creo que en algún momento se va a contar con los recursos y se va a ir avanzando. Pero aun cuando se contase con los recursos, son proyectos que ya en su propia construcción llevan tres o cuatro años. Lo que sí la gente tiene que saber es que está dentro de las prioridades, que las autoridades correspondientes están haciendo todos los esfuerzos para contar con los recursos que permitan ir avanzando en las etapas. Eso debiera tranquilizarlos más que nada. Este es un proyecto prioritario para Metro Valparaíso, para el Grupo EFE, y se irá avanzando todo lo más que se pueda mientras se vayan teniendo los recursos para hacerlo.

- En el imaginario de que avance, ¿se ha discutido cómo financiar los US$ 400 millones que cuesta?

- Es que no es posible avanzar en eso porque son los estudios de ingeniería básica y de detalle los que, precisamente, arrojan eso. Además que nos permiten dimensionar la cifra más cercana, que puede ser menor o mayor a la que arrojó el estudio de prefactibilidad.

- Pero desde su experiencia...

- Es más o menos lo que vale un proyecto que tiene este tipo de coniciones. Por lo que estamos hablando, a mí no me extrañó la cifra que surgió.

- El año pasado, antes de que asumiera en EFE, usted dijo que como Merval iban a elevar la voz y exigir mayores recursos. ¿Cómo se ha trabajado ahora que está al mando de la matriz y la filial?

- Creo que el esfuerzo que hemos hecho en EFE en estos meses ha sido el ir traspasando cada vez más responsabilidades y recursos a las filiales, cosa que puedan ir asumiendo su gestión de manera mucho más directa. Al mes siguiente de que asumí en EFE, finalmente se le aprobaron recursos a Metro Valparaíso que traía arrastrando del trienal 2011-14. Esa era una batalla que veníamos dando con Metro Valparaíso desde hacía muhco tiempo porque eran proyectos claves para el funcionamiento del servicio. En eso diría que sí se dio un paso muy importante.

- ¿Qué lecciones se han sacado, sobre todo por lo ocurrido con el Rancagua Express?

- Siempre se sacan lecciones importante de todo eso para aplicarlas en nuevos proyectos. La gente por lo general no se da cuenta de que en estos grandes proyectos hay múltiples actores que intervienen. Hay un montón de dificultades que no se perciben. Y la verdad es que las personas se sacan la mugre trabajando, pero el público y los medios desgraciadamente no lo resaltan. Hay un gran esfuerzo humano, y cuando hay atrasos no es por indolencia ni flojera. Existen una serie de factores que intervienen, afectan y perjudican bastante a los proyectos.

"Creo que en algún momento se va a contar con los recursos y se va a ir avanzando. Pero aun cuando se contase con los recursos, estos son proyectos que ya en su propia construcción llevan tres o cuatro años" "Este proyecto y otros que tiene EFE y sus filiales, incluyendo Metro Valparaíso, están considerados en el plan trienal 2017-19. (...) el desafío es conseguir los recursos para los estudios de ingeniería básica y de detalle""

"La gente a veces cree que cuando se da un paso va a tener el servicio casi al día siguiente (...) la realidad es que estos son grandes proyectos de inversión que van a llevar cinco, seis y a veces siete años""

US$ 7,6 millones requiere el proyecto de extensión hacia La Calera para seguir avanzando mediante los estudios de ingeniería básica y de detalle. El costo total asciende a los US$ 400 millones.

83 minutos demoraría el viaje entre Valparaíso y La Calera a través del servicio de Merval. El proyecto de extensión contempla la construcción de cinco estaciones.

5 años es lo que demoraría la iniciativa en llevarse a cabo. Dos corresponden a la primera fase, de ingeniería e inspección, y tres años la construcción y habilitación de las líneas férreas.