El mar es la fuerza principal de Valparaíso. Todo el origen de Valparaíso, desde los changos hasta ahora, pasando por su época más gloriosa, viene del mar: su identidad, historia, desarrollo, conocimiento y legado patrimonial. Hace décadas Valparaíso se ha ido alejando del mar, lo que tiene directa relación con su precariedad y decadencia actual. Por lo tanto, "Volver al Mar" para proyectar un Valparaíso hacia el futuro es la mejor manera de llevar al plan, a los cerros y a sus habitantes las riquezas que vienen del hecho de ser una ciudad marítima.
El mar es riqueza. El océano Pacífico es el mar más grande del planeta. Perú y Bolivia han recurrido a La Haya para ganar mar. Brasil, que tiene el Atlántico, quiere tener una carreta vial para llegar al Pacífico por Perú. Otro canal más ancho que el Canal de Panamá se está construyendo en Centroamérica para unir ambos océanos. El 80% de las cargas del mundo se hacen por mar. El 95% de las comunicaciones es por sondas bajo el mar. En Valparaíso los grupos económicos más grandes -concesionados por el Estado/EPV- están en el mar (y borde costero) y no en los cerros.
Si el mar es importante para el mundo y para Chile, con mayor razón es importante para Valparaíso. Esto no podemos olvidarlo: el mar es esencial para el desarrollo de Valparaíso.
La ciudad de Valparaíso está separada del mar por alambre de púas. Ni urbanística ni económicamente el puerto deja ganancias significativas del mar en la ciudad que lo cobija. A modo de ejemplo, sólo por concepto de aduanas -en Valparaíso- el Estado recibe 10 millones de dólares al día. Nada de esa cantidad queda en la ciudad. Oficialmente, el municipio y la ciudad de Valparaíso llegan hasta la Av. Errázuriz. Por la acción centralista del Estado, Valparaíso es una ciudad al lado del mar que no llega al mar. De ahí su actual decadencia.
A la pregunta, ¿Valparaíso quiere ser una ciudad portuaria, turística, patrimonial, universitaria? Contestemos: seamos todo a la vez, seamos una ciudad oceánica. Una ciudad oceánica privilegia su hábitat oceánico, su clima y medio ambiente oceánico, sus vistas oceánicas, sus espacios públicos y su acceso al mar. Una ciudad oceánica privilegia su identidad oceánica y su legado patrimonial (que también viene del mar), y para eso necesita que las riquezas del mar, en todos sus ámbitos, lleguen a la ciudad. La ciudad oceánica es la integración económica/ambiental entre el habitante y su ciudad con su riqueza principal e histórica que es el mar.
Entonces, tengamos dos puertos y no uno solo. Un puerto de carga tradicional -moderno y eficiente- y un puerto patrimonial mundial, perfectamente integrados en la ciudad oceánica. Valparaíso, volvamos al mar, saquemos el alambre de púas.
Gonzalo Ilabaca
Pintor