"Espero que con la ley de cuotas el porcentaje de mujeres en el Congreso suba de 15% a 30%"
Las bancadas de la Nueva Mayoría (NM) de la Cámara enfrentarán este año electoral con liderazgos femeninos. El PRSD, el PC y el PPD así lo acordaron. La jefa de los diputados de esta última tienda, Loreto Carvajal, se apresta a enfrentar una recarga legislativa importante desde La Moneda y lidiar con parlamentarios en campaña y con un nuevo sistema electoral.
- ¿Será complejo?
- Es un escenario electoral complejo. En mi caso, tengo 15 comunas y subo a 23, pero cuando hay vocación pública, aunque tengas mil nuevas tareas, se pueden hacer las dos cosas. Además hoy hay medios electrónicos que permiten aquello. Lo más complejo será la sensibilidad porque hay que aprender a manejar el estrés. Por eso va a ser importante que el PPD tenga una jefa de bancada mujer porque las mujeres pueden mirar todas las áreas y abordarlas de manera integral. Que el PPD, el PC y el PR tengan jefas de bancada demuestra que nuestros parlamentarios fueron bien inteligentes.
- ¿Cómo enfrentará este año electoral?
- Lo primero es posicionar la figura femenina en mi bancada que históricamente ha estado liderada por hombres. Hay que aunar esfuerzos para que haya sentido de equipo que neutralice un estilo que se da mucho en política de promover ideas autónomas, disgregadas. Este es un año electoral y de culminación de procesos. Hay proyectos claves que debieran ver la luz sí o sí y que deben coordinarse con La Moneda como es el aborto terapéutico, la reforma educacional, la descentralización con la elección de intendentes, la creación de la región de Ñuble en mi caso y todas las propuestas que vayan en la línea de mejorar la economía del país.
- ¿Qué proyectos priorizará el PPD?
- Hay que tener sintonía con lo que los chilenos están pidiendo y hay que avanzar en mejorar los derechos y en el caso de las mujeres ellas tienen el derecho de decidir en situaciones tan excepcionales como es el aborto terapéutico. Son situaciones catastróficas donde es la mujer la que debe tomar la decisión. El Estado debe amparar su decisión y promover que estos casos sean los menos.
- ¿Considera que Chile sigue al debe en lo que respecta a la defensa de los derechos de las mujeres?
- Sin duda. Las cifras hablan por sí solas. Si recapitulamos, el año pasado hubo más de 50 femicidios; somos unos de los países con mayores índices. Estamos viendo casos tan dramáticos como el juicio sobre el ataque que recibió Nabila Rifo o lo que pasó hace un mes en Concepción con Antonia Garros. Estos casos que siguen pasando muestran que la política sobre los derechos de la mujer ha fracasado. Y no lo digo por la labor de apoyo permanente del Gobierno -no olvidemos que hoy tenemos un Ministerio de la Mujer- pero las cifras hablan por sí solas y muestran que lo realizado no es suficiente.
- ¿Qué falta?
- Modificar las normas para ampliar las sanciones por la violencia de género no sólo en el caso de un matrimonio sino que también en el pololeo. Un alto porcentaje de mujeres confiesa haber sido víctima de algún tipo de maltrato físico, psicológico, político, social, económico en esta etapa también. Y la defensa no puede circunscribirse sólo a la semana en que celebramos el Día de la Mujer. Esto debe ser un permanente desde la educación en los colegios, hasta las sanciones que deben ser ejemplarizadoras. Hay que modificar la ley de violencia intrafamiliar y ampliar el espectro de acción también a los denunciantes. Cuando hay una mujer violentada por femicidio se puede seguir ampliando la acción penal, pero en el caso del suicidio por esta acción, como ocurrió con Antonia, no hay posibilidad de seguir con la acción. Entonces hay que buscar una modificación. Hay que avanzar en los derechos de la mujer en lo que significa la protección judicial. Cuando un tribunal determina medidas nunca la pregunta a la mujer qué hacer. O sea, que sus propuestas sean atendidas cuando hay razones tan de peso. Porque ¿qué se hace? Se separa al hechor, o al victimario para que pueda acercarse al lugar común. Pero ¿quién controla eso? No hay todavía una conciencia policial que permita dar protección y hay que trabajar eso. Y donde no hay comisarías que los retenes tengan la capacidad de recibir denuncias y tomar medidas, especialmente en la ruralidad. Entonces, seguimos al debe pese a tener mujeres en cargos relevantes.
- En política el porcentaje de mujeres sigue siendo bajo. ¿La ley de cuotas solucionará esta tendencia o sólo es un maquillaje?
- No esperaría que se soluciones en un 100%, pero cuando las sociedades no son capaces de regularse por sí mismas, la ley lo hace. Chile es uno de los países que tiene la participación más baja de mujeres en política a nivel mundial y en aquellos en que se ha incorporado ley de cuotas, como Costa Rica o Ecuador, el aumento de participación ha sido significativo. Hoy los partidos están obligados a incorporar un 40% de mujeres, pero quisiéramos sí que se incorporara también en la elección municipal donde hay un déficit.
- ¿A qué atribuye esta baja participación? ¿Misoginia política?
- Son varios factores, pero en Chile impera el machismo y un sistema cultural muy potente. Las dirigencias de los partidos en general han sido lideradas por hombres. Hay una convicción social de que la mujer primero tienen que estar dedicada hacia la familia. Y para las mujeres no es fácil cuadruplicar roles. O sea, hay un patrón cultural que se ha seguido. Esto se rompe con la ley de cuotas pero, ciertamente, tampoco es suficiente.
- ¿Qué se necesita?
- Falta conciencia de las capacidades iguales de hombres y mujeres; no es posible que las mujeres reciben menos sueldo por el mismo cargo; hay que igualar condiciones y no crear patrones machistas en la educación. Finalmente que las sanciones se cumplan. Los valores y la inteligencia no tienen condiciones de género.
- Le preguntaba por las cuotas porque una cosa es poner un 40% de candidatas mujeres en las listas para cumplir la ley y otra que se le entreguen recursos y herramientas para que tengan chance de ganar de verdad.
- Lo que pasa es que hay un elemento en la ley que incorpora retribución económica a aquellos partidos que lleven mujeres que resulten electas. Eso puede jugar a favor, pero en definitiva la ley de cuotas puede significar un cambio relevante y vamos a tener más mujeres que den con la posibilidad de ser candidatas porque, llevo 20 años en política, y en general cuando las mujeres son candidatas tienen un alto porcentaje de elegibilidad. Lo que no era fácil es que fueran candidatas a nivel parlamentarios Pero si ahora hay posibilidades de que sean candidatas, y tienen alto nivel de elegibilidad, las posibilidades de tener mujeres que tomen decisiones en un espacio tan democrático como es la Cámara, donde convergen todos los intereses de la ciudadanía, permitirá que las capacidades de la mujer sean visibles. No olvidemos que el 51% de la población son mujeres, pero es un porcentaje que no está representado.
- ¿Por qué el liderazgo femenino es necesario en política?
- Las mujeres le hacen bien a la sociedad, le hacen bien al Congreso, le hacen bien a la política, le hacen bien a la democracia. Hoy somos 19 diputadas de un total de 120, somos un 15%. Pero falta mucho todavía si pensamos que son las mujeres las que mueven el mundo.
- Haciendo proyecciones, ¿cuánto podrá aumentar la participación de mujeres en política con la ley de cuotas?
- Es difícil de estimar, pero yo esperaría y apostaría de que de un 15% que tenemos hoy, lleguemos al 30%. Debemos aspirar a al menos a ser un cuarto del Congreso. Las mujeres tienen un alto nivel de elegibilidad, entonces no me cabe duda que con mujeres candidatas en igualdad de condiciones competitivas en las campañas, vamos a ser muchas más las electas.
"La política sobre los derechos de la mujer ha fracasado. Y no lo digo por la labor de apoyo permanente del Gobierno, pero las cifras hablan por sí solas y muestran que lo realizado no es suficiente" "Seguimos al debe en materia de derechos de la mujer y debiéramos ampliar la norma que castiga la violencia de género también al pololeo""