Claudio Ramírez

Uno de los sectores que sería de los más afectados por las eventuales consecuencias que podría tener el bloqueo que afectó la operación de dos cruceros en Valparaíso es el rubro turístico de la zona.

Una preocupación que se acentúa luego que las principales líneas de naves expresaran de manera formal a las autoridades portuarias su preocupación por lo que está pasando, recalcando que en el puerto se percibe un ambiente de "alta inseguridad".

El problema es serio pues el Estado junto con el sector privado han realizado esfuerzos conjuntos para tratar de captar a los visitantes ya sea antes de embarcar o al bajar de los buques aprovechando la condición de home port de la capital regional.

"Los problemas con los cruceros inquietan a la industria del turismo en general y creo que el hecho de que no haya una estabilidad concreta con respecto a que las naves puedan llegar en forma normal es bastante preocupante para toda la industria del sector", advierte la presidenta de la Asociación de Hoteleros de Viña del Mar, María Teresa Solís.

Agrega que el problema se agrava pues se cuestiona no sólo a Valparaíso, sino que a todo el territorio, por lo cual es necesario buscar con prontitud una salida.

"Es un problema para la región en general y también para el país porque se pone en duda el tener a Chile como destino para la recalada de cruceros producto de los sucesos que todos conocemos, por lo tanto es una acción bastante preocupante si no se soluciona a la brevedad. Reitero, el turismo no sólo es muy importante para nosotros como región sino que para el país entero", deslizó la personera, agregando que es imprescindible entregar cuanto antes claridad a la industria.

En esa línea, considera que por las repercusiones que tiene el hecho debe involucrar la participación de autoridades al nivel más alto.

"En términos generales debería haber una influencia a nivel de gobierno central en estas decisiones porque no solamente afectan a nuestra comuna, a nuestra zona o a la región sino que a todo Chile, esto repercute porque se pone en duda la recalada de cruceros en el país", sentencia.

Además, destaca que se arriesga la estrategia realizada en los últimos años para atraer a los pasajeros de estas naves. "Se ha estado haciendo un trabajo paulatino por mucho tiempo y claramente los resultados no son inmediatos; por lo mismo, es importante mantener una buena alternativa para que ello así ocurra".

El presidente de Avalpo Servicios Turísticos, Marco Brauchy, también muestra su inquietud por el tema, recalcando los esfuerzos que se han hecho desde todos los ámbitos para que la llegada de estas naves se traduzca en beneficios concretos para la ciudad.

"Lo que queremos es que existan las mejores condiciones hoy día para poder recibir todo el tránsito de cruceros que está llegando a Valparaíso, que ha sido creciente en los últimos años, y para lo cual se ha hecho una gran inversión por parte del Estado, de la Subsecretaría de Turismo, por parte de la Municipalidad a través de la dirección de Turismo, y por parte de nosotros incorporando mejoras, ampliando los servicios", subraya el dirigente de la entidad que agrupa a 26 establecimientos del sector.

Sin embargo, a juicio de Brauchy no se debe confundir los temas y aprovechar esta instancia para crear una presión artificial en pos del Terminal Dos que califica como un proyecto que va a hipotecar el futuro de la ciudad.

"Acá nos están llevando al campo donde parece que la única solución para resolver este conflicto, a mi juicio artificial, es tener instalado y operando el proyecto del Terminal Dos", sostiene el dirigente que enfatiza que la solución no pasa por ello.

El líder gremial advierte que en los últimos años han logrado avanzar para que los cruceristas opten por pasar algunos días en Valparaíso y pernocten en la ciudad. "Tenemos una afectación directa porque nosotros recibimos históricamente uno o dos días antes a los pasajeros que se embarcan en los cruceros porque llegan a conocer la ciudad. Los que se bajan permanecen menos, pero también se quedan una o dos noches o consumen servicios turísticos", puntualiza.

Agrega que "es nuestra preocupación que los pasajeros en tránsito tengan el mejor servicio aunque estén dos horas en Valparaíso", sentencia Brauchy para quien sería más fácil llegar a un salida al conflicto si los intereses se transparentan.