Salud: más allá de la inversión
El clima que actualmente se vive en el Hospital Fricke de Viña del Mar evidencia que los problemas no son sólo de recursos. Agravando la situación, aparecen los casos de 11 pacientes operados de cataratas en riesgo de perder parcialmente la visión. El hecho ha sido calificado como un "caso puntual".
¿Mejoraría el sistema de salud pública con mayor inversión en edificios, equipos y personas? No se puede dar una respuesta definitivamente positiva, pues todo lo que significa inversión, más gasto en los sistemas de salud que atienden a los sectores de menores ingresos, exige como base un efectivo espíritu de entrega en todos quienes están a cargo de los servicios.
Interrogantes y reflexiones procedentes cuando está en marcha -con dificultades, hay que recordarlo- una importante inversión para la renovación del Hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar y, paralelamente, se conocen los graves problemas que afectan a pacientes operados de cataratas que, por razones que se deben investigar, están a punto de perder parcialmente la visión. Son casos puntuales, ha señalado Leonardo Reyes, director del establecimiento. Se abrió una auditoría y se está prestando completa asistencia a los pacientes. Pero la verdad es que no se puede hablar de "casos puntuales" cuando son 11 los pacientes afectados de los 12 que fueron intervenidos en un mismo día. Toda intervención ofrece riesgos y los problemas "puntuales" son explicables cuando se presentan separadamente en un largo plazo, pero no cuando se acumulan en una sola jornada. Como medida lógica ante esta grave situación que afecta a trabajadores con riesgo de perder en parte el vital sentido de la visión, el Hospital derivó a 60 pacientes en lista de espera por cataratas a otros establecimientos.
Pero mientras hay crisis en el quirófano, también hay problemas en los pasillos: una toma por parte de miembros del personal, movilización que motivó el desalojo con la participación de Carabineros de Fuerzas Especiales. La movilización, dicen dirigentes, es en protesta por el descuento por días no trabajados en movilizaciones anteriores, falta de insumos y supuesta presencia de ratones en dependencias del hospital. Los manifestantes anuncian "radicalizar" el movimiento. No hay dudas sobre la urgencia en resolver el problema de los insumos, así como sería grave la presencia de roedores.
Es evidente que falta lo esencial en una institucionalidad básica para la calidad de vida de las personas: liderazgo, autoridad y espíritu de servicio. En suma, el tema no está únicamente en los recursos: ese gasto debe ir asociado a una mística de entrega y trabajo que actualmente se echa de menos.