El "sí" al sistema presidencialista impulsado por el Jefe de Estado, el islamista Recep Tayyip Erdogan, venció en el referendo celebrado ayer en Turquía con el 51,3%, cuando el recuento era ya del 98%, mientras que la oposición denunció "manipulación" electoral.
El voto a favor encabeza el recuento con una ventaja de 1,3 millones de votos frente al "no", lo que le garantiza la victoria, aunque la proporción aún puede variar.
Sin embargo, el Partido Republicano del Pueblo (CHP), el mayor de la oposición, que hizo campaña contra la reforma, denunció que estas cifras, que consideran sesgadas, provienen de la agencia semipública Anadolu y todavía no son los resultados definitivos de la Junta Suprema Electoral.
Erdal Aksünger, un portavoz del CHP, declaró a la prensa que su partido impugnará el 37% de las urnas escrutadas, porque hay "mucha manipulación".
Una de las mayores preocupaciones de la oposición es el comunicado de la Junta Suprema Electoral que a última hora de ayer permitió dar por válidas en el recuento papeletas no previamente selladas por el equipo de la mesa electoral, lo que abre la puerta, consideran, a manipulaciones.
"Dicen que son válidas papeletas y sobres sin sello oficial. Eso es ilegal. Eso quiere decir que se pueden traer votos de fuera", dijo a los medios el vicepresidente del CHP, Bülent Tezcan.
El triunfo de la reforma, que se aplicaría a partir de 2019, abriría el camino para que Erdogan pueda gobernar hasta el año 2029, o, incluso, hasta el 2034.
Los partidarios de la reforma sostienen que daría estabilidad al país y mejoraría el crecimiento económico y la seguridad, mientras que la oposición teme que Turquía se convierta en una autocracia debido a los enormes poderes que se atribuiría el Presidente.