"Creo que los momentos más difíciles fueron los que me marcaron"
El del viernes pasado no era un partido cualquiera. Más allá de lo que se jugaba en cancha entre Everton y Huachipato, cuento aparte era la noche de despedida de Maximiliano Cerato, quien luego de siete años en el club, disputaba su último duelo en el estadio Sausalito.
Fue el adiós, al menos en el coliseo viñamarino, de uno de los últimos grandes jugadores del cuadro oro y cielo, que partirá a jugar al León de México, club perteneciente al Grupo Pachuca. Un argentino que llegó sin grandes aspavientos en 2010 al equipo de Nelson Acosta, pero que con el correr de los años dejó una huella imborrable en Viña del Mar.
Si bien la despedida no estuvo a su altura -fueron apenas 2.500 espectadores a Sausalito-, es indudable que Cerato se ganó a punta de esfuerzo, sacrificio y buenos rendimientos, un lugar especial en la memoria de los hinchas auriazules. 195 partidos cumplió el trasandino con la camiseta de Everton, y lo cierto es que le tocó vivir de todo: alegrías y tristezas, ascensos y descensos, goles y lesiones. Es quizá por eso, por soportar estoicamente los periodos más complejos del último tiempo, que el paso del veloz atacante quedará marcado a fuego en la historia del club.
"Fue el partido más difícil para mí en estos siete años que estuve acá, por el hecho de que me tengo que ir y por un tiempo largo no voy a poder pisar más el Sausalito. Pero la verdad es que estoy muy contento, es un orgullo ese cariño que me brindaron después cuando terminó el partido, eso es realmente lo que vale y que me llevo dentro del corazón", comentó Cerato.
- ¿Fue una noche soñada, despedirse del estadio Sausalito marcando un gol?
- Se me venía negando el gol y la verdad es que tenía que hacerlo, sacarme esa bronca que tenía encima de que no podía convertir. Estuve toda la semana pensando en la jugada de Colo Colo, que fue la misma en el comienzo de este partido, que me la sacó Lampe con una doble tapada. Entonces se abrió el arco también, para mí fue un desahogo porque quería hacer un gol y sobre todo ganar, que nos estaba costando mucho y queríamos terminar bien el torneo porque el equipo se lo merece.
- Más allá de los momentos complicados que le tocó vivir, usted siempre quiso seguir en el club.
- La verdad es que se fue dando, yo nunca me quise ir en los momentos más duros del club, siempre quise que estuviera bien. Yo le tomé mucho cariño y en varios momentos tuve la oportunidad de irme, pero sentía que no era la ocasión. Hace un tiempo atrás me venía sintiendo medio triste porque ya sentía que a lo mejor era el final, y pasó. Pero me voy contento porque el club está bien, ha crecido muchísimo y está en pleno crecimiento, es el club que siempre soñé estar y va a seguir consiguiendo cosas importantes. En este poco tiempo hemos logrado cosas muy relevantes, de estar en Segunda División a jugar una final de Copa Chile, de entrar a la Sudamericana, y mantener al equipo en Primera. Creo que los momentos más difíciles fueron los que me marcaron. Hoy la gente y la institución me reconocen eso, las personas me dicen, Maxi, muchas gracias por haberte quedado en los momentos más difíciles, y eso para uno es lo máximo, porque más allá de conseguir un campeonato o no, estuve en las más difíciles, en las más duras del club, entonces eso me llena de mucho orgullo.
- Incluso le tocó vivir una complicada lesión a la rodilla...
- Viví una lesión muy dura, pero siempre estuve convencido que iba a volver bien. Le puse el pecho, lloré mucho durante ese tiempo, pero me dio mucha fortaleza, en los momentos duros es donde aparecen los hombres más fuertes. Viví para mi rodilla sabiendo que el día de mañana era un valor del club que tenía que estar bien porque sabía que podía irme.
- ¿Cuál es el mejor recuerdo que se lleva de Everton?
- Tengo momentos muy lindos. Me acuerdo del ascenso del 2012, cuando fuimos a jugar con la U. de Concepción. Fue un momento en el que me emocioné mucho, me largé a llorar porque era mi primer ascenso. Hay momentos muy lindos, y muy tristes también. Se pasó muy mal en algún momento, no teníamos cancha donde entrenar, nos bañábamos con agua fría a veces, el club estaba en Segunda División, no había política deportiva, jugábamos en canchas muy difíciles como la de Lota Schwager. Me acuerdo que estábamos jugando un partido allá, y siempre Everton tiene que ser protagonista y tiene la responsabilidad de ascender, y fuimos a jugar y expulsan a Gustavo Dalsasso, con mucha rubia y barro, nos meten tres goles, salgo lesionado porque me pegaron, y en ese momento salí y veía todo y te juro que ahí me dolió muchísimo estar pasando por esa situación, estar en Segunda, que todo nos costaba, que por momentos se te cae el mundo y dices que no se puede. Y después uno se vuelve a reinventar, con personas que te ayudan a levantarte y que te dan fuerza, hay que tener valentía y perseverancia, hoy todo esto es el fruto de lo que uno cosechó durante todo este tiempo. Lo más importante y que les dije a mis compañeros es que todos tienen la misma posibilidad que yo. Con humildad y actuando bien, entregándose al máximo, es lo mejor que hay para conseguir los objetivos y ser exitoso.
- Es un paso muy importante dentro de su carrera.
- Es un paso importante a nivel deportivo y económicamente también porque tengo 29 años. Tengo un hijo y he formado una familia. Quiero dejar bien en alto el nombre del fútbol chileno también, me preparé todo este tiempo para esto. A lo mejor en el momento menos pensado, que estaba tan bien y tan tranquilo en el club, me toca esta oportunidad. Pero hoy creo que la tengo que tomar porque el club está bien, en crecimiento, y también es el momento de los chicos que vienen desde atrás, que están con muchas ganas y que se vienen preparando para poder jugar en Primera.
- ¿Queda abierta la puerta para volver a Everton a futuro?
- Encararemos un nuevo desafío, donde lucharé como siempre. Trataré de permanecer el máximo tiempo allá en México y tratar de hacerme un nombre, representar bien a Chile, dejar mi nombre bien alto y dejar mi huella como lo hice acá. Ojalá mañana tenga la posibilidad de volver, no tengo dudas que las puertas están abiertas y volveré el día de mañana.
"Más allá de conseguir un campeonato o no, estuve en las más difíciles, en las más duras del club, entonces eso me llena de mucho orgullo". "Me dolió muchísimo pasar por esa situación, estar en Segunda, que todo nos costaba, que por momentos se te cae el mundo y dices que no se puede"."
partidos suma Cerato con Everton. El argentino jugará dos más: en la última fecha con Palestino y en la revancha contra Patriotas. 195
goles lleva el trasandino en el Torneo de Clausura. Además del tanto a Huachipato, le marcó a Deportes Temuco. 2