Tomás Moggia C.

La semana pasada, la Federación Internacional de Handball llevó a cabo en Suiza el sorteo correspondiente al Mundial Juvenil masculino, instancia a la que Chile clasificó recientemente.

La categoría equivale a la sub 19 y el combinado nacional viene de salir tercero en el Panamericano que se realizó en Santiago. Chile quedó en el Grupo B del Mundial de Georgia, que se efectuará entre el 8 y el 20 de agosto. Dicha zona estará conformada además por Alemania, Islandia, el local, Japón y Argelia.

El viñamarino Claudio Lira, técnico de la selección chilena Juvenil de balonmano, cuya base está integrada por varios jugadores de la región, analizó el sorteo para la cita planetaria.

"Llegar a un Mundial es estar dentro de los 24 mejores del mundo, entonces tener un grupo fácil es muy difícil, pero en este caso a lo mejor haber salido primero del Panamericano nos hubiera permitido estar en un grupo un poquito más accesible, como donde está Argentina, con Brasil y Venezuela", lamentó el DT.

Con respecto al Grupo B, agregó que "siempre los dos primeros están entre los 10 mejores del mundo por ranking, por eso están ubicados en ese nivel: Alemania e Islandia son países totalmente profesionales en este deporte, entonces esos dos partidos son muy duros".

En ese sentido, el exseleccionado nacional asume que los encuentros con Alemania e Islandia hay que tomarlos como evaluación, con el objetivo de medir a qué distancia se está de los mejores de la categoría, y teniendo muy clara la necesidad de rotar mucho a los jugadores, ya que ese tipo de selecciones dispone de una amplia diferencia física, con jugadores de alrededor de cien kilogramos y cerca de dos metros de estatura.

De hecho, en el último Mundial adulto Lira pudo ver cómo jugadores que hace un par de años eran juveniles, hoy destacaban como titulares en el máximo nivel de selecciones. "No va a ser novedad que a lo mejor muchos de los jugadores que encontremos en Georgia este año después estén en el Mundial adulto, y estamos hablando de equipos de gran nivel, que no es porque no tengan más gente", advierte el también asistente del español Mateo Garralda en la selección mayor de Chile.

Pese a ello, a priori el entrenador ve a Georgia, Japón y Argelia como los equipos abordables, pese a la localía que tendrán los europeos, la velocidad de los asiáticos, y el buen biotipo de los africanos. "Tendrían que ser partidos de un nivel más parejo, que podrían jugarse de igual a igual", confiesa.

Las expectativas

Tomando en cuenta todos estos antecedentes, Claudio Lira de igual forma se pone metas altas con el seleccionado juvenil. "El objetivo general sería pasar de fase, eso significa estar dentro de los cuatro primeros del grupo al término de la ronda de todos contra todos. Hay que pensar que uno de los grandes logros de la adulta fue haberle ganado a un equipo europeo, a Bielorrusia, este año, entonces hay ciertas distancias que existen. Fue la primera vez que se ganaba en la fase de grupos también", comentó el viñamarino.

Y el fundamento para tener esa meta es el trabajo y la alta carga de entrenamientos que ha tenido el equipo, algo que le permitió marcar grandes diferencias en el Panamericano, salvo con Argentina y Brasil, donde al menos las distancias se han acortado enormemente.

"Hay que tener un cambio de mentalidad. Lo que estamos haciendo nosotros es lograr con estos jóvenes que el deporte sea parte principal de sus vidas, entonces si ellos lograron hacer 780 horas de entrenamiento, es porque ya estamos haciendo cambios sustentables", aseguró Lira.

A eso se suman ciertos beneficios a los que ha optado parte del plantel, como el hecho que seis jugadores tienen un régimen de concentración recibiendo alojamiento y alimentación en el hotel del CAR. Un hecho inédito en la disciplina y que le permite al balonmano ir dando pequeños saltos de calidad.

"El objetivo general sería pasar de fase, eso significa estar dentro de los cuatro primeros del grupo"

Claudio Lira, Entrenador de la selección"