Alexis Paredes R.
A casi dos meses de su abrupta renuncia a la presidencia de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, para lo cual esgrimió "problemas de salud", la ministra Inés María Letelier reasumió esta semana sus funciones, luego que el pleno de la Corte Suprema resolviera que debía retomar labores y culminar su periodo de un año.
La magistrada Letelier había asumido la testera del tribunal de alzada el pasado 2 de marzo; sin embargo, el 16 del mismo mes presentó su renuncia, la que fue aceptada por el pleno de ministros.
Durante este tiempo la jueza se mantuvo con licencia médica; no obstante, la Corte Suprema instruyó abrir una investigación para precisar las razones de su inédito alejamiento.
Los trascendidos apuntaron a un conflicto al interior de la Corte entre la ministra con sus propios pares, así como también reclamos de funcionarios que la llevaron a renunciar a uno de los mayores honores para un magistrado.
Sin embargo, a principios de este mes se conoció que el pleno de la Suprema determinó que la presidencia de las cortes dura un año, al ser considerada una carga pública, y recomendó a la Corte mejorar las diferencias generadas para el correcto desempeño de las funciones.
Primera aparición
En la jornada de ayer, la ministra Letelier tuvo su primera aparición pública en el seminario "Acceso a la Justicia para Grupos Vulnerables", que contó con la presencia del ministro de la Corte Suprema, Lamberto Cisternas.
Respecto al conflicto interno de la Corte, Cisternas observó que "el tema es que se produjo una diferencia entre la señora presidenta y algunos de los señores ministros, que en definitiva llevó a que renunciara. Esa renuncia la aceptó el pleno de la Corte de Valparaíso. Y puesto en conocimiento de la Corte Suprema, por mayoría decidió que esta no es una carga renunciable; en consecuencia, tenía que reasumir. La ley manda que la persona debe desempeñar el cargo durante un año y han de ser ellos (los ministros) debidamente respetuosos y buscar la manera de entenderse adecuadamente".
Tras reunirse con los ministros de la Corte, Cisternas reconoció que "he visto un clima muy grato, muy respetuoso, de manera que entiendo que todos, tanto la presidenta como los ministros, han recogido esto y van a seguir desempeñándose de buena manera".
El ministro Cisternas precisó que la resolución de la Suprema no fue unánime, en relación a que "hay quienes pensamos que esta es una carga que puede ser renunciada. Distinguimos entre una carga absoluta, como es pagar los impuestos, y otras como esta en que, si surgen algunos impedimentos, como podría ser un severo problema de salud u otro tipo, permitiría que, con el visto bueno de los superiores, se renunciara. El pleno resolvió que es una carga irrenunciable y, por tanto, la señora ministra ha reasumido el cargo. Por lo que he observado, al parecer, en muy buenas condiciones".
Seguimiento al proceso
No se descarta que la ministra visitadora del tribunal de alzada porteño, María Eugenia Sandoval, realice un seguimiento a la forma en que se mantiene el clima labora al interior de la corte. "Seguramente la ministra María Eugenia Sandoval va a estar atenta a cómo evolucione este asunto y ella verá si es necesario que vuelva a constituirse o sólo se entienda por otras vías. Ella está atenta a lo que ocurra en esta jurisdicción para tratar de solucionar lo mejor posible los problemas", concluyó el alto magistrado.
Aseveró que la investigación realizada no arrojó ningún tipo de sanciones, ya que iba orientada a determinar el clima laboral que había dentro de la corte, producto de lo cual se tomaron medidas y adoptaron recomendaciones para mejorar el eventual conflicto.
Previo al inicio de la primera actividad pública que le correspondió encabezar como presidenta de la Corte de Apelaciones porteña, la ministra María Inés Letelier se mostró muy conforme de volver a retomar sus funciones, resaltando que su trabajo se está desarrollando con total normalidad.
Mejorar el acceso a la justicia
La actividad realizada en la Corte de Apelaciones se efectuó en el marco de la convocatoria realizada por la ONG OCIM, que aborda el acceso a la justicia de los migrantes y personas discapacitadas, que forman parte del grupo de personas que están en situación de vulnerabilidad. La Corte Suprema desarrolla un proyecto que apunta a difundir al interior del Poder Judicial las necesidades de estas personas, para que jueces y funcionarios entiendan que estos usuarios están en desventaja y, por tanto, debe prodigarle un tratamiento especial en este tipo de casos.