En medio de tironeos políticos propios del año electoral y discusiones sobre pactos y primarias, surge nítidamente la seguridad y la delincuencia como la gran preocupación. Tema cercano, inquietante y presente en nuestra Región. Por eso es procedente la molestia del Consejo Regional en cuanto a la realidad de las condiciones de trabajo de las policías, concretamente la PDI.
En reunión de los cores se expresó asombro por lo que aparece como un "doble discurso" del jefe regional de Investigaciones, prefecto inspector Luis Bravo, quien el 18 de mayo, en la Comisión de Seguridad del Core, habría denunciado que "la deficiencia en infraestructura que tiene la PDI en toda la Región es importantísima, pero principalmente en Valparaíso". Bravo agregó, según afirmó el presidente del Consejo Regional, Rolando Stevenson, que "la proporción ideal entre detectives y población era de 1.900 personas; sin embargo, y lo dijo él, en el caso de Valparaíso es del orden de los 3.900 ciudadanos por cada detective".
Por lo anterior los consejeros regionales expresaron asombro ante las declaraciones del mismo jefe policial en la reunión del Comité Regional de Seguridad del miércoles 24, donde aseguró que la PDI no tiene problemas de dotación ni de falta de cuarteles.
A esa reunión, presidida por el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, no fue invitada la Comisión de Seguridad del Core, lo que, con toda razón, molestó a los consejeros.
Reafirmando el punto, Stevenson recordó que Carabineros también había hecho presente en el organismo regional carencias de personal y cuarteles.
De parte de los consejeros también hubo críticas transversales contra Aleuy, insistiendo el representante DC, Roy Crichton, en la no invitación al Core, "genuina expresión de la comunidad", al encuentro sobre seguridad. s cierto que hay esfuerzos de parte de las policías, del Ministerio Público y hasta municipales ante el avance delictual, pero esos esfuerzos pierden consistencia cuando aparecen diferencias en el discurso, como aquel en que estarían chocando la realidad con la autocomplacencia ante la autoridad superior.
Tampoco es positivo que se margine de un encuentro importante sobre seguridad al Core, organismo que, con todas sus falencias, está llamado a ser expresión de las inquietudes ciudadanas y herramienta en la descentralización.
Hay acuerdo general en que la delincuencia es un problema grave y por ello la lucha debe presentar un frente común, participativo, sin fisuras, con líneas claras de trabajo y con visión autocritica que permita perfeccionar estrategias y llegar a metas que garanticen la seguridad de las personas, sus actividades y bienes.