Paola Passig

En la que fuera la más emotiva y la más política de las ocho cuentas públicas y la última de este gobierno, la Presidenta Michelle Bachelet defendió ayer, ante el Congreso Pleno, sus reformas. Y lo hizo a través de un relato inteligente, comunicacionalmente hablando, porque construyó una estructura -que contenía cifras e historias humanas- que mostró cómo, dónde y por qué decidió gastar su capital político en una apuesta que para algunos fue una tesis refundacional y para otros, sólo reformismo. "No ha sido fácil, no ha sido perfecto", reconoció.

Pero, además, en un estilo que no se le había visto, la Mandataria decidió emplazar a Sebastián Piñera, aunque sin mencionarlo, señalando que "no nos engañemos: quien quiera echar pie atrás en una política seria, inclusiva y responsable -como es la gratuidad en la educación superior- le estará dando la espalda a Chile y a las familias chilenas".

El discurso -que este año estrenó teleprompter, lo que permite dar la sensación de que no estaba leyendo- fue obviamente festejado por sus adherentes y criticado por sus detractores por "desinformar y no mostrar la verdadera realidad de su gobierno", aun cuando el senador Francisco Chahuán (RN) reconoció que se trató de "un relato con una buena puesta en escena".

En la cuenta propiamente tal, que se volvió a realizar un 1 de junio después de 92 años, Bachelet destacó los avances en distintas áreas, resaltando las reformas claves: tributaria y educacional, el fin del binominal, la unión civil, la agenda de probidad, el proceso constituyente y la despenalización del aborto, entre otras.

La Jefa de Estado partió su discurso, que duró dos horas y media, ya que no tenía el apuro de llegar antes de las 12 a la celebración del 21 de Mayo, señalando que "estoy aquí con el orgullo de quien ha recibido la misión de liderar transformaciones que no podían esperar más" y recordó que existía la certeza de que teníamos una sociedad "que mantiene las inequidades y los privilegios" y donde "impera la pura lógica de mercado en temas vitales, como la educación, la salud o la vivienda, y pasan a ser bienes de consumo que crean divisiones entre quienes pueden y quienes no pueden pagarlos".

Por eso, agregó, "era necesario hacer cambios de fondo, con participación de todos y mirada de largo plazo". Apuntó que "era hora de ir de las palabras a la acción, aun sabiendo que cuatro años de Gobierno no bastan para revertir males históricos. Sabiendo que podíamos instalar nuevas bases para el desarrollo".

Justificando su propuesta, la Mandataria comentó que "hemos tenido el coraje de mirar nuestros problemas de frente. Hemos puesto en el centro del debate temas que hasta ahora no habíamos debatido (...) nos hemos atrevido a poner en marcha las transformaciones que comprometimos".

"Sé que consolidar y avanzar en las transformaciones requerirá un buen tiempo más allá de mi gobierno. Sé que son cambios que habrá que continuar y profundizar y que los chilenos y chilenas deberán decidirlos", recalcó.

La Jefa de Estado dividió el texto en cinco partes. Partió con Educación, para la cual anunció la extensión de la gratuidad en educación superior a un 60% de los estudiantes más vulnerables en 2018, el envío del proyecto que fortalecerá las universidades estatales y el que establecerá un sistema de financiamiento que pondrá fin al CAE. Asimismo, anunció un proyecto que garantizará la gratuidad como ley. Hay que consignar que tanto para éste como para todos los proyectos que anunció Michelle Bachelet formuló un llamado al Congreso para aprobar y despachar las propuestas.

En el tema de pensiones, anunció que en julio enviará el proyecto de ley para reforzar el pilar contributivo del sistema, que establecerá una nueva cotización de 5% con cargo al empleador y adelantó que propondrá la creación de un organismo público, constitucionalmente autónomo, que asegure la correcta administración de estos recursos.

En materia de transporte, confirmó que partirá la construcción de la Línea 7 del Metro, entre Renca y Vitacura.

En cuanto al desarrollo económico, sostuvo que "a pesar de la prolongada desaceleración económica que nos ha tocado enfrentar, desde marzo de 2014 se han creado más de 300 mil puestos de trabajo y la tasa de desempleo ha promediado 6,5%, significativamente por debajo del promedio histórico".

Asimismo, resaltó los avances en materia energética bajo su periodo. "Hablemos de los costos: si en marzo de 2014 el costo marginal promedio era de 129 dólares por MWh, al finalizar el año 2016 cayó a 60,6 dólares por MWh, una disminución del 59%. Al perfeccionar el sistema de licitaciones de suministro no sólo frenamos las alzas, sino que reduciremos las cuentas en 20% para familias y Pymes de aquí a tres años", subrayó.

Pero además remarcó que "hemos llevado adelante una política fiscal responsable. Estamos reduciendo nuestro déficit estructural en 0,25% del PIB por año. Nuestro marco además posibilita tasas de interés bajas pro inversión y que permiten un tipo de cambio competitivo". No obstante, reconoció que "no ha sido fácil avanzar en esta consolidación, ha implicado restricciones y avanzar más lento de lo que quisiéramos en algunas áreas".

La Presidenta anunció que en los próximos días enviará el plan para enfrentar el conflicto en La Araucanía, señalando que "uno de los más importantes desafíos pendientes de nuestra cohesión social y territorial", atribuyendo las tensiones entre comunidades mapuches, el Estado y la sociedad, son "las desigualdades sociales, productivas y culturales" que existen en la zona.

"Hemos seguido avanzando con medidas impostergables", pero, añadió, "la relación entre el pueblo mapuche y la sociedad chilena, así como el retraso de la Región de la Araucanía, tiene una complejidad y alberga una tensión histórica que no se soluciona con medidas parciales ni en el corto plazo", por lo que, agregó, "debemos asumir que las medidas de reconocimiento y desarrollo aplicadas hasta ahora han sido insuficientes, y eso significa una sola cosa: debemos actuar distinto".

"Es hora de terminar con un conflicto que ha durado casi 500 años", subrayó, concluyendo que para finalizar con el tema del conflicto, confía que "el espíritu de diálogo mostrado hasta ahora por los actores de la región será una fuerza que permita llevar a buen puerto el plan que anunciaremos".

Entre los anuncios, la Mandataria confirmó que durante el segundo semestre ingresará un proyecto de ley de matrimonio igualitario "porque no puede ser que los prejuicios añejos sean más fuertes que el amor". También sostuvo que enviará un proyecto para adecuar la situación de los migrantes a la realidad actual del país.

Como se trató de un discurso que fue básicamente ideológico, los anuncios para la región no fueron preponderantes, lo que fue fuertemente criticado por parlamentarios de Chile Vamos. Para la región tuvo sólo 10 menciones: un CFT estatal en 2018-2019; la licitación del embalse Catemu y Las Palmas, proyecto Cardones-Polpaico; el hospital de San Antonio; el programa de tratamiento de salud mental para niños, establecimiento de larga estadía en Valparaíso; la extensión del metro a La Calera; el parque marino Juan Fernández, las inversiones por los incendios de Valparaíso y el fortalecimiento de universidades estatales.

Sin embargo, aunque la región no tuvo una participación destacada como tampoco el resto de las regiones, porque el discurso se centró en ejes centrales aunque con bajadas regionales, sí hubo grandes ausencias.

Uno de los temas más esperados por autoridades y legisladores de la región era la confirmación de la construcción del megapuerto, donde aún se debate si será en San Antonio o Valparaíso.

La segunda gran ausencia fue la alusión a la elección de gobernadores regionales. Y es que si bien la Presidenta remarcó la necesidad de contar con esta medida para dar un puntapié inicial al proceso regionalizador, no puso fechas ni anunció urgencias, formulando sólo un llamado a ponerse de acuerdo en el Congreso y en la Nueva Mayoría.

Así y todo, el jefe de la bancada regionalista de la Cámara, Rodrigo González, dijo que con el compromiso de la Mandataria le bastaba y quedaba conforme. Distinta fue la postura del experto regionalista y expresidente de la Comisión Asesora Presidencial por la Descentralización, Esteban Valenzuela, quien consideró que el anuncio fue algo "tibio".

Como se señaló al inicio de la nota, la Presidenta esta vez decidió hacer un emplazamiento a la oposición y a su candidato realizando comparaciones con su antecesor, Sebastián Piñera, pero sin mencionarlo.

Al evaluar la generación de empresas, por ejemplo, Bachelet dijo que "en mi Gobierno se han creado 325 mil empresas, 60 mil más que en la administración anterior".

Otro punto de comparación fue el área energética, tópico donde recalcó que "ha quedado claro que más y mejor regulación no son un freno: entre 2014 y el año pasado se ha acumulado 16 mil millones de dólares de inversión materializada, mientras en el periodo anterior fueron sólo 9 mil".

En este mismo ítem subrayó que "también buscamos impulsar un cambio en los hogares con fuentes de energía más limpias: al final del periodo de Gobierno se habrán recambiado 20 mil calefactores en comunas del centro y sur del país, más del doble de beneficiarios que en el periodo anterior".

En otros puntos de su texto la Jefa de Estado indicó que "hemos enfrentado las consecuencias de la ideología de mercado, que le pone precio a todo y que enfrenta a las personas entre sí. Hemos enfrentado el individualismo y promovido un modo de convivencia y de desarrollo que le da su lugar a la solidaridad, porque para vivir bien nadie se basta a sí mismo".

Al finalizar su cuenta, que fue la parte más emotiva y donde se le vio en varias oportunidades tanto a la Presidenta como a la vocera, Paula Narváez, a punto de llorar, Bachelet aseguró que "hoy Chile es mejor que ayer porque estamos construyendo bases nuevas y sólidas para que el mañana supere al presente. No se trata sólo de un conjunto de medidas y beneficios (…) se trata de cambios que le dan un sentido más profundo a la convivencia democrática, al poder de la ciudadanía".

"No ha sido fácil, ustedes lo saben. Hemos debido enfrentar los bloqueos y a veces las limitaciones propias. Pero hemos enfrentado el fatalismo instalado entre nosotros", puntualizó, a la vez que remarcó que "podrán cambiar los gobiernos, pero no puede detenerse una historia impulsada por la fuerza de un país entero".

La Mandataria subió a la testera, recibió los aplausos del Salón Plenario, incluida la oposición, y se retiró en medio de gritos desde las tribunas que pedían "unidad".

"No ha sido fácil. Hemos debido enfrentar bloqueos y a veces limitaciones propias, pero hemos enfrentado el fatalismo instalado entre nosotros. Podrán cambiar los gobiernos, pero no puede detenerse una historia impulsada por la fuerza de un país entero" "No nos engañemos: quien quiera echar pie atrás en una política seria, inclusiva y responsable -como es la gratuidad en la educación superior- le estará dando la espalda a Chile y a las familias chilenas" "Hemos enfrentado las consecuencias de la ideología de mercado, que le pone precio a todo y que enfrenta a las personas entre sí. Hemos enfrentado el individualismo y promovido un modo de convivencia y de desarrollo que le da su lugar a la solidaridad""