Frases
"Para elegir este año tenemos que tener la ley despachada más o menos en junio"
Andrés Zaldívar
Senador y elección de intendentes
"La Nueva Mayoría se acabó; hay que tender puentes al Frente Amplio"
— Mauricio ViñambresAlcalde
"Para elegir este año tenemos que tener la ley despachada más o menos en junio"
Andrés Zaldívar
Senador y elección de intendentes
"La Nueva Mayoría se acabó; hay que tender puentes al Frente Amplio"
— Mauricio ViñambresAlcalde
El Intendente de la provincia, ante recomendaciones del gobierno, reiteró al gobernador marítimo de Valparaíso la aplicación de controles y cuarentena a buques que lleguen procedentes de Buenos Aires y de Montevideo, donde hay casos de cólera morbus. Se recomendó una estricta incomunicación hasta que se haga la visita médica preventiva.
El traslado de cadáveres del sanatorio de Peña Blanca para velarlos en una casa particular fue denunciado a la policía de este pueblo. El hecho es de mucha gravedad porque pone en riesgo la salud pública. Se agregó que existe una vivienda en Peña Blanca en que, previo pago, se permite el velatorio de tuberculosos.
En difícil situación se encontraba ayer el buque mercante nacional "Castilla", perteneciente a Martínez Pereira y Compañía. Según las informaciones llegadas a la Dirección del Litoral y Marina Mercante Nacional, debido a una falla mecánica, el buque quedó al garete a dos millas de la costa y a 16 del faro Corona, cerca del Golfo de Corcovado.
En medio de una semana de reacciones sobre la Cuenta Presidencial, de medidas preventivas en Valparaíso y de análisis de los números de la Encuesta CEP, dos hechos de profunda proyección porteña pasaron a segundo plano. Nos referimos a la celebración de los 180 años de la llegada a Valparaíso de los sacerdotes de los Sagrados Corazones, conocidos como Padres Franceses, y a la entrega de los trabajos de restauración de cuatro notables vitrales de la Catedral Anglicana Saint Paul del Cerro Concepción. Ambos hechos, cuyos orígenes se remontan a la primera mitad del siglo XIX, hablan del patrimonio, de la historia de la ciudad y de la presencia en Valparaíso de corrientes espirituales distintas, originadas en una misma vertiente cristiana. La Congregación de los Sagrados Corazones recala en el puerto de forma casi accidental, cuando la misión de sus sacerdotes era la Polinesia. Acá son acogidos y desarrollan una incipiente labor educacional que luego se proyectaría a Santiago, Concepción y Viña del Mar, junto a un trabajo apostólico en varias ciudades del país. A la vez, los sacerdotes de origen francés, mantienen su rumbo misionero oceánico, con base en Valparaíso. La presencia de la congregación por casi dos siglos, marcó a generaciones presentes en el servicio público, el mundo profesional, la cultura y la economía. Junto a lo que fuera su tradicional colegio se levanta en calle Independencia un hermoso templo, donde el martes pasado se celebró un oficio religioso recordando los 180 años de presencia de la Congregación en Chile. Días después, el viernes, el templo anglicano del Cerro Concepción, construido en 1858, abría sus puertas para mostrar cuatro valiosos vitrales recuperados, parte de un conjunto encargado a Gran Bretaña entre 1883 y 1920. La obra, realizada por la Fundación Centro Latinoamericano del Vitral, contó con recursos públicos del Fondart. Estos vitrales se suman a las notables piezas patrimoniales que luce el templo, como su valioso órgano, uno de los más importantes de Chile, y numerosas placas que recuerdan hechos y personas relacionadas con la presencia y el aporte británico en el país. La existencia de este templo, sumado al cercano de la Iglesia Luterana, a la Union Church de calle Condell y al Cementerio de Disidentes, también del siglo XIX, son expresión del ambiente de apertura imperante en Valparaíso cuando la religión oficial del país era la católica. El rescate de valores patrimoniales, revivir mensajes de apertura del siglo antepasado, cuando Chile era una joven república, son expresiones de tolerancia, ejemplos del ayer dignos de ser imitados en estos tiempos marcados por odiosidades, divisiones y desconfianza.
Nuestra región se ha visto impactada en las últimas semanas por hechos de violencia que han sido noticia de portada en todo el país, sorprendiéndonos. Viña del Mar es una ciudad segura durante todo el año, tal como lo demuestran y reconocen diversos estudios de opinión pública y así, también, lo viven los residentes viñamarinos. Por eso es que la situación tan delicada que hemos vivido el último mes en la región, por el aumento de los delitos violentos, genera preocupación. Aunque los acontecimientos que hemos conocido tanto en Valparaíso como en Olmué y en nuestra ciudad son hechos aislados, no se pueden minimizar ni por esta razón ni porque sean parte de una realidad nacional.
Como Municipalidad tenemos planes permanentes para contribuir a la prevención en materia de seguridad en toda la comuna, en un trabajo mancomunado con los organismos policiales encargados del Orden Público y Seguridad que cuentan siempre con nuestro apoyo - a través del Departamento de Seguridad Ciudadana, entre otras unidades municipales y a través de instancias técnicas - porque la seguridad es un tema que nos involucra a todos y del cual nadie debe marginarse.
Pero hay que tener en cuenta que la seguridad de la población es un tema que, de acuerdo a la Ley, le compete a los órganos pertinentes, como son el Ministerio del Interior y sus organismos dependientes, Carabineros y la PDI, instancias que a raíz de los hechos acaecidos en nuestra zona han adoptado medidas extraordinarias que muchas autoridades locales, entre ellas yo como alcaldesa de Viña del Mar, habíamos solicitado. Ahora debemos abogar para que no se terminen y se mantengan en el tiempo de manera permanente, a fin de inhibir la acción de la delincuencia en la región.
También creo que el tema debe abordarse de manera integral y eficiente, tanto policialmente como desde el Ministerio Público y el ámbito judicial, de inteligencia y desde lo social, a fin de lograr que este nivel de agresividad y violencia que hemos visto últimamente se frene y erradique de una vez por todas.
La violencia delictual, amparada en el incremento del narcotráfico que se ha tomado muchas poblaciones en distintas ciudades del país, no es bienvenida en Viña del Mar y, por lo mismo, desde el municipio seguiremos trabajando a través del apoyo que, de acuerdo a nuestras posibilidades y facultades, entregamos a los organismos legalmente encargados de combatirla. Pero en este tema es indispensable que el gobierno no nos abandone y que las medidas tomadas y otras que pueda tomar no sean temporales sino permanentes, única forma de prevenir y erradicar este problema.
Virginia Reginato B.
Alcaldesa de Viña del Mar