"El rechazo a elección de los gobernadores regionales es un golpe en la cara a la gente"
En el Salón Azul, que paradójicamente permanece pintado de blanco desde el verano de 2013, y bajo la imponente figura del cuadro "El espejo de Cronos" de Roberto Matta, la Presidenta de la República, Michelle Bachelet Jeria, recibió esta semana en La Moneda a Diario El Sur.
Vestida completamente de negro y tras reunirse con una delegación de autoridades portuguesas, la Mandataria hizo, por primera vez, una detallada evaluación sobre el estado de una iniciativa clave de la agenda de descentralización que impulsa su Gobierno.
En relación a los avances en el objetivo de dar un mayor poder de decisión a las regiones, la Mandataria lamentó especialmente el rechazo de la Cámara de Diputados -el martes último- al artículo del proyecto de ley que regula la elección de los nuevos gobernadores regionales y que buscaba concretar en noviembre la primera votación de estas autoridades.
"El compromiso presidencial de presentar todos los proyectos de ley que permitieran llegar a la elección directa de los gobernadores regionales lo hemos cumplido. Este no es un traspié del gobierno, sino que de la descentralización", dijo la Presidenta.
Añadió que "es un traspié también para las regiones, porque esperaban contar a la brevedad con esta opción. Entonces, convocaría a que los parlamentarios de oposición se pongan la mano en el corazón y voten, en los próximos trámites, para que podamos tener elecciones".
-¿Pero qué significa ese rechazo para el gobierno? Porque su postura apuntaba a que la elección debía realizarse este año.
-Lamentamos que Chile Vamos haya votado en contra de esta propuesta. Creo que eso es muy desilusionante para la gente de regiones, que permanentemente pide mayor descentralización, poder elegir a sus autoridades regionales directamente y más competencias, lo que también está en tramitación en el proyecto de atribuciones. Por tanto, esto es darle un golpe en la cara a la gente. Más allá de eso, el proyecto salió de la Cámara y pasa al Senado. Y ahí podremos reponer las indicaciones que nos permitan que, a la brevedad, haya elecciones directas de gobernadores regionales. Nosotros queremos continuar con el espíritu original de este proyecto. Y, siempre en el Parlamento, en todo ámbito de cosas, hay un espacio para dialogar. Lamentaría que, por razones que no han sido claramente explícitas, las regiones no pudieran tener esa elección a la brevedad.
-Algunos parlamentarios aseguran que hoy no se conocen las atribuciones de estas futuras autoridades, ya que el proyecto principal que dispone la elección de gobernadores regionales aún no ha sido promulgado. ¿Le parece razonable ese argumento?
- Si ese proyecto ya está en comisión mixta, quiere decir que ya pasó por la Cámara Baja, el Senado, por tercer trámite y está en el último proceso. Difícilmente alguien podría decir que no conoce nada de un proyecto. Lo que podría decir, tal vez, es que no sabe cómo saldrá en definitiva, porque en la comisión mixta se hace una revisión de los puntos que han sido controversiales, pero no se revisa todo el proyecto de ley. Sin embargo, hay avances en esa iniciativa en términos de mejorar las atribuciones y asegurar descentralización de algunos servicios.
-Pero se crea también la figura de un delegado regional, cuyas funciones significarán un fuerte contrapeso al rol del gobernador regional.
-Chile se define en la ley como un estado unitario y descentralizado. Esto no es una federación de regiones. Hemos visto ejemplos muy malos de países que terminan siendo verdaderas federaciones de estados o regiones, donde cada cual tiene su proceso legislativo y sus normas. A mí me tocó ver -cuando trabajaba en salud- países en que cada región tenía sus propias políticas de salud. Entonces, se debe asegurar descentralización para que se puedan tomar las decisiones locales más adecuadas, a nivel regional o comunal, pero hay ciertos valores, políticas o normativas que deben garantizarse a nivel nacional. Por otro lado, hay una función, que es el orden y la seguridad pública, que es del Estado. Entonces, tienen que existir una figura que represente al gobierno y que vele por que esas políticas pueden implementarse, aunque se adecúen a la realidad específica.
-¿Considera que la Nueva Mayoría ha estado alineada con el gobierno en estos proyectos?
-Más allá que puede caber la creatividad natural de cualquier persona que, en vista de representar una determinada región, puedo decir que esta figura pueda ser de otra manera -y como gobierno, cada vez que hemos recibido ese tipo de propuestas y nos han parecido legítimas las hemos incorporado en el proyecto de ley- hemos sentido un tremendo apoyo. Sin embargo, tengo que reconocer que ha habido algunos puntos en que había diferencias entre el gobierno y los parlamentarios. Uno de ellos ha sido el tema de las inhabilidades para los parlamentarios. Nosotros pensábamos que la inhabilidades tenían que ser, como para muchas elecciones, que los parlamentarios, si quieren ser candidatos, tienen que inhabilitarse un año antes, para postular después. Pero los parlamentarios votaron a favor de eliminar la inhabilidad para ellos y la mantuvieron para los intendentes actuales y algunas otras figuras.
"Convocaría a que los parlamentarios de oposición se pongan la mano en el corazón y voten, en los próximos trámites, para que podamos tener elecciones". "Hemos visto ejemplos muy malos de países que terminan siendo verdaderas federaciones de estados o regiones, donde cada cual tiene su proceso legislativo y sus normas"."
"Hubiera preferido un candidato único y primarias"
-¿Considera que con su gestión, a la luz de todo lo que ha hecho y pese a lo que indican las encuestas, se asegura un nuevo gobierno de la Nueva Mayoría?
--Nunca la gestión o las encuestas aseguran algo. Un ejemplo claro es que yo cuando salí de mi primer gobierno las encuestas más bajas me daban un 80% de aprobación y las más altas un 85%, en diciembre del año 2009. Sin embargo, fue electo Sebastián Piñera. Por lo tanto, las cosas, aquí, nunca son lineales, en el sentido que una aprobación muy alta podría significar que alguien de un bando contrario pueda ganar.
-Con una Nueva Mayoría dividida en la carrera presidencial, ¿qué cree que debería pasar por el bien de la coalición política que representa?
-Hubiera preferido un candidato único y que hubiera primarias, tal como lo hice yo en su momento, cuando había cuatro candidatos de la Nueva Mayoría y donde el resto de los partidos y candidatos apoyaron al ganador.