Al menos 153 personas que acudieron al lugar donde se accidentó un camión cisterna -quienes tenían como objetivo recolectar el petróleo derramado en el camino-, fallecieron ayer en Pakistán luego de que repentinamente se incendiara el vehículo.
Es probable que el número de víctimas siga aumentando, pues decenas de personas se encontraban en estado crítico, dijo el jefe del rescate Mohammad Baqar a la agencia de noticias Associated Press.
Los canales de noticias locales mostraron nubes de humo negro alzándose al cielo y decenas de cuerpos quemados, así como rescatistas llevando apresuradamente a los heridos a los hospitales cercanos, algunos con la ayuda de helicópteros del ejército.
Saznoor Ahmad de 30 años, que perdió a dos primos en la emergencia, dijo que las personas fueron consumidas por las llamas. "El fuego se movió muy rápido", afirmó. Cuando las llamas bajaron, habían cadáveres esparcidos en todas direcciones, junto a motocicletas y automóviles calcinados.
Entre los muertos había hombres, mujeres y niños, relató el subcomisionado de Bahawalpur, Rana Mohammad Salim, agregando que las personas con heridas más graves fueron trasladadas a la ciudad de Multan.
La gran cantidad de personas supo del derrame de combustible a causa de un altavoz colocado en la parte alta de una mezquita local. La policía trató de acordonar el área, pero fue superada por las decenas de aldeanos que llegaron al camión a empujones intentando obtener el combustible.
El desastre ocurrió en la víspera de la festividad musulmana de Eid al-Fitr, la cual marca el fin del mes de ayuno del Ramadán. Mientras que Arabia Saudita y otras naciones musulmanas celebran la festividad el domingo, los paquistaníes lo harán hoy.