La denominada generación dorada de la Selección Chilena no para de escribir su historia. En un vibrante duelo jugado en Kazán, la Roja dejó en el camino a Portugal para instalarse en la final de la Copa Confederaciones, donde espera por el ganador del choque que esta tarde sostendrán Alemania y México.

La gran figura de la jornada fue Claudio Bravo, ausente en los amistosos previos al certamen e incluso en los dos primeros partidos por el Grupo B debido a una rebelde lesión. Tras un empate sin goles terminado el alargue, el capitán de Chile se lució en la tanda de penales al contenerle los tres disparos a los lusos, sellando así el paso a la instancia decisiva.

El tiempo reglamentario había sido con un juego intenso, de mucho trajín en el mediocampo. Pensando en ello es que Juan Antonio Pizzi repitió la fórmula que había empleado con Alemania, con un Pedro Hernández en la zona de volantes y un Arturo Vidal más adelantado, casi como centrodelantero, aunque algo más retrasado que con los germanos.

Y así la Roja no claudicaba en su idea, tratando de armar juego desde el fondo, con una salida limpia comandada principalmente por un notable Marcelo Díaz.

A los 6' Chile tuvo la primera gran jugada de riesgo, con un gran pase de Alexis Sánchez para Eduardo Vargas, pero el ariete de Tigres no pudo definir ante Rui Patricio. Un minuto después vino la respuesta portuguesa. Cristiano Ronaldo dejó solo a André Silva, y Claudio Bravo evitó lo que parecía la conquista europea.

Tras unos quince minutos donde la Roja se veía incómoda y sufría con los contragolpes portugueses, que mostraban rápidas transiciones, finalmente el equipo de Pizzi se asentó y comenzó a manejar el juego.

No obstante, Portugal suele apostar por entregarle la iniciativa al rival y su férrea defensa, muy compenetrada con la zona media, pasó pocas zozobras. Salvo por un remate de Jean Beausejour y un cabezazo apenas desviado de Charles Aránguiz, poco más pudo hacer la Roja en el primer tiempo.

En el segundo lapso, pese a la presión que los lusos buscaban ejercer en la generación de juego de Chile, la Roja salía limpiamente desde el fondo, con mucha precisión y claridad. Así dominó las acciones y generó las ocasiones de mayor peligro frente a un rival que esperaba por dar el golpe de contra.

Vidal avisó en un par de oportunidades y Vargas inventó una media chilena que exigió al meta luso a volar para mandar el balón al córner.

Pese al protagonismo nacional, Portugal encontró a los 58' un contragolpe que Ronaldo terminó con un potente remate, pero Bravo estuvo sólido para contener. A los 72', otra vez apareció el crack del Real Madrid, pero su disparo se desvió con lo justo en el camino.

La refriega siguió hasta el alargue, que fue casi completamente para Chile. Al inicio Sánchez cabeceó rozando el palo y a los 114' Francisco Silva fue derribado en el área, pero el juez desestimó el cobro y tampoco solicitó el VAR (Video Assistant Referee, o videoarbitraje), que tanto se había aplicado en la fase grupal.

Y por si fuera poco, a los 120' Chile estrelló dos veces la pelota en el palo, primero con un disparo de Vidal y luego con otro de Rodríguez. La maldición de Brasil 2014 parecía instalarse también en Rusia.

Sin embargo, ahí apareció la jerarquía de Claudio Bravo. Mientras Vidal, Aránguiz y Sánchez convertían, el capitán de la Roja le tapó las ejecuciones a Quaresma, Moutinho y Nani, desatando la eufórica celebración nacional, con una generación que sigue escribiendo la historia con letras doradas.

horas se disputa hoy la otra semifinal de Copa Confederaciones, que Alemania y México protagonizarán en el Estadio Olímpico Fisht. 14

arquero que ataja todos los lanzamiento en una definición a penales en torneos FIFA, fue el logro obtenido por Claudio Bravo. 3°