Populismo
Como se sabe, el populismo es un peligroso fenómeno político que puede ser de derecha o izquierda. Por eso, antes de votar en las primarias, fíjese si su candidato tiene algunos de estos diez rasgos típicos del populista tradicional: es un jinete solitario de la política; tiene soluciones fáciles para problemas complejos; adhiere a personajes o causas políticamente correctas; dice ser el único candidato honesto; culpa a la elite de todos los problemas del país; pretende ser alguien común escondiendo su origen social privilegiado; nunca dice "no"; pretende refundar al país o la política; desconoce el costo de sus promesas; denigra a sus adversarios.
Jacinto Gorosabel O.
Primarias
Muchos son los llamados que se han hecho de cara a las primarias: que no vaya, que vote por uno para que no salga otro, que mejor se quede viendo a la selección. En fin, al parecer sólo votarán seguidores de los candidatos y aquellos para quienes forma parte del "ser ciudadano", y una vez más será noticia la ínfima cantidad de votantes (opacada por cierto por el resultado de la final de la Copa Confederaciones).
Todo esto, sin embargo, no quita que no puedan gestarse eventos interesantes en medio de estas elecciones. Esto porque no faltó el exceso de confianza, la odiosidad de las últimas semanas y, por supuesto, la primera "gran" medición de fuerzas entre la derecha y la nueva izquierda "progre". Las elecciones no se ganan hasta que se ganan; parece tonto decirlo, pero parece que algunos aún no lo han entendido.
Matías Jara Varas
Espíritu cívico
El senador Alejandro Guillier convocó a quienes lo prefieran a "preparar bien el asado" para ver el partido de la Selección Chilena de fútbol de este domingo, que juega la final de la Copa Confederaciones de Rusia, y no ir a votar en las primarias. Curioso espíritu cívico del candidato del PC, PR, PS Y PPD, quien además fue nombrado candidato a dedo y no en primarias vinculantes.
Mauricio Pilleux Dresdner
Precaución médica
No acepte que le agenden la hora de su próxima intervención quirúrgica para el mismo día en que juegue la Roja.
Kenneth Ledger Toledo
Propuesta
Entendiendo el daño que el futuro Terminal Dos haría al patrimonio porteño, afectando directamente el sitio declarado por la Unesco, me gustaría dar una humilde propuesta.
Propongo que el terminal que se quiere construir se traslade de manera definitiva al sitio de Yolanda, sector Barón. El nuevo sitio comprendería un gran sector que comenzaría desde la plaza Carmela Carvajal, hasta la actual estación Barón. ¿Cuáles serían los beneficios? En primera instancia, el lugar que se propone, no afectaría en absoluto la vista de los vecinos de Barón, dado que las casas están sobre cerro, lo que proporciona a sus habitantes seguridad en la vista panorámica. Por otro lado, el proyecto de TCVAL afectaría la vista de muchos vecinos y de edificios históricos de nuestra ciudad.
En segundo lugar, es importante precisar que el proyecto de la estatal sepultaría la posibilidad de que Valparaíso tenga un borde costero definitivo. La propuesta que presento dejaría un gran espacio de paseo que comprendería desde el actual terminal de pasajeros hasta la estación puerto. Además, ésta contempla también a los cruceros, donde incluso tendría participación el actual muelle Barón.
Invito a que el gobierno y la Empresa Portuaria de Valparaíso considere esta idea básica que no afectaría al patrimonio porteño de la manera que lo hace su proyecto. Hago un llamado a no tapar la ciudad con puerto, sino que se piense en el futuro, sin dejar de lado el desarrollo portuario, pero tampoco a nuestro preciado patrimonio. Pensemos Valparaíso con prudencia.
Rafael López Gajardo
Temporales
Aunque nos parezca antiestética la solución, la única manera de minimizar los efectos del mar embravecido en tiempos de tempestad es colocar en las zonas críticas de nuestras costas, en ciudades como Viña del Mar y Valparaíso, enormes bloques de piedra dura, a modo de murallones, que logren, en parte, apaciguar la violencia de las olas.
Renato Norero Valenzuela
Relatos
Antiguamente los partidos de fútbol eran transmitidos por radio y eran necesarios los comentaristas. Consideró que ahora que se transmiten por televisión, basta con verlos y que todas esas personas que hablan mientras juegan son innecesarias. Además, hablan puras leseras. ¿No será mejor ver los partidos en silencio y disfrutar de las jugadas como si uno estuviera en el estadio?
Julieta Valenzuela