Patrimonio urbano territorial de Valparaíso
Se está en presencia de un crisol territorial cuya inserción en la globalización de fines del siglo XIX atrajo a multitudes de distintas naciones.
Si hay una ciudad que a simple vista puede ser considerada única en su fisonomía urbana Valparaíso tiene las condiciones que la revelan como un cuerpo con dos partes, con un plano reducido y un esplendoroso anfiteatro confirmado por una pléyade de cerros, cual más, cual menos, con vistas panorámicas de la amplia bahía.
Considerando lo indicado, queda en evidencia al transeúnte cotidiano o del visitante ocasional que los barrios que conforman el plan porteño presentan diversos manifiestos constructivos que revelan estadios históricos que han transcurrido a lo largo del tiempo, siendo dignos ejemplos de esto la casa colonial de plaza Wheelwright que alberga dependencias del Servicio de Aduanas, a la vez, la modernista población Márquez, a la que se agrega el monumental edificio de la comandancia en jefe de la Armada de Chile, la neoclasicista construcción que alberga a una de las instituciones republicanas de Chile, el esforzado Cuerpo de Bomberos; para luego al deambular por las calles observar una de las estampas mas características de la ciudad puerto, cual es el crucero del reloj Turri, el que se encuentra flaqueado por dos espléndidos manifiestos de servicios bancarios como son los edificios de los ex bancos de Londres y Central.
Seguidamente y en dirección a plaza Aníbal Pinto, el edificio de la Solidaridad Estudiantil y el primer rascacielos de la urbe, el llamado edificio de la Cooperativa Vitalicia, son vitales ejemplos de una favorable adaptación a la morfología accidentada del pie de cerro. Mas allá y adentrándose a las alturas locales por la intrincada subida Ecuador, se aprecia un conjunto residencial que es sugestivo ejemplo de vivienda social típico de la década de los 60 del siglo pasado, que tiene similitud de fachada y estilo con el Hotel Condell.
En las cercanías de la colérica Plaza Victoria, el señorial Club Naval y su valioso patrimonio pictórico y de mobiliario emerge como un digno modelo de la llamada época dorada de Valparaíso. Desde esta localización y hacia la avenida Argentina son sinónimos de buen gusto y consolidados modelos propios de los inmigrantes el llamado barrio italiano de la calle Lastarria, así como las icónicas presencias de la iglesia de los Sagrados Corazones y Jesuita, templos de belleza y riqueza ornamental de grado excelso.
No puede pasar inadvertido el Art Decó que en las cercanías del terminal de buses, plasmó una huella permanente de un seguidor de este rupturista estilo que para ese sector porteño tiene desafortunados rasgos de intervención con inmuebles que rompen la altura noble por ejemplo de la Avenida Argentina, que en su concepto de conectividad se comporta como una vía estructurante del plan y además es uno de los portales de acceso a la ciudad, condición por la misma que debiese tener una consideración urbana y estética de mejor valía.
En definitiva, basta un breve paseo por Valparaíso para darse cuenta que se está en presencia de un crisol territorial cuya inserción temprana en la globalización de fines del siglo XIX atrajo a multitudes de distintas naciones que en su pasar por este lugar tan distante del mundo, evocaron sus raíces para dejar testimonios de inmuebles que si pudiesen ser mantenidos y preservados de los riesgos naturales y sociales realzarían aún más la belleza urbana de la ciudad.
Gastón Gaete Coddou
Géografo, Universidad de Playa Ancha